La organización viene trabajando desde hace cuatro años y el próximo 22 de febrero inaugurará el Centro de Regeneración para preservar la zona.

A 20 kilómetros de la ciudad de Rocha, entre la localidad de Aiguá y la capital del departamento, se encuentra el área de la Sierra de Rocha. Allí, la organización civil sin fines de lucro Ambá se encarga de la preservación, promoción y concientización sobre el valor de ese espacio natural donde es posible observar más de 130 especies de aves y más de 20 especies de mamíferos.

Ambá refiere a la palabra en guaraní que quiere decir propósito más alto; en la Siberia, ambá se refiere a un tigre legendario que representa al “espíritu del bosque”. En el sitio web de la organización se detalla: “Elegimos llamarnos Ambá para honrar a todos los seres que custodian esta riqueza y habitan en ella. Con humildad y alegría, nos integramos al servicio de la pureza del lugar, en busca del equilibrio: del centro”.

Maximiliano Costa, coordinador de la organización, contó a El País que Ambá funciona desde hace cuatro años con un grupo interdisciplinario y trabaja con 15 establecimientos privados que se sumaron a la promoción de la conciencia sobre la preservación del ecosistema de la Sierra de Rocha.
Antes de ser uno de los encargados del proyecto, Costa tenía una homeopatía y vivía en la ciudad –al igual que la mayoría de los 10 voluntarios de la organización–; sin embargo, un poco por hobbie y un poco por interés, comenzó a vincularse de nuevo con la naturaleza y así surgió Ambá.

“Quisimos hacernos cargo; que los predios privados tomaran iniciativas para la regeneración de animales y de plantas, cuya conservación es importante” para el país, explicó.

Para Costa y su equipo, Ambá comenzó como “una aventura de National Geographic o Discovery Channel” y se convirtió en algo mucho más grande.
Ambá ofrece distintas actividades para los visitantes, principalmente enfocadas en lo que es el ecoturismo sustentable: avistamiento de aves en la sierra, cabalgatas y la llamada “expedición Ambá”, una instancia que permite pasar un fin de semana practicando diferentes actividades vinculadas con la naturaleza.

Costa explicó que en el área que abarca Ambá se han registrado más de 130 especies de aves y todos los días se pueden ver ejemplares de guazuvirá, zorros o tatú. Los más afortunados pueden encontrar diferentes mamíferos –más de 20 registrados– como el gato montés, gato de pajonal o el yaguatirica (también conocido como margay), un felino muy especial que vive en la zona y que tiene la capacidad de rotar sus patas traseras y subir a los árboles como si fuera un mono.

Un nuevo espacio para la conciencia

El 22 de febrero, Ambá inaugurará su primer Centro Regenerativo que incorporará toda el área de la cuenca del arroyo Rocha, desde el Cerro Catedral (Aiguá) hasta la Laguna de Rocha –espacio que forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas–, muy rico desde el punto de vista de la diversidad de flora y fauna.

“Tener un Centro de Regeneración como centro de visitantes para recibir a más personas y implica contagiar cada vez más energía para que más gente ponga su tiempo”, destacó.

El nuevo centro, construido con técnicas sustentables y en armonía con el entorno, ofrecerá diferentes cursos con clases semanales o mensuales, experiencias de monitoreo de cámaras trampa, talleres de yerba mate, una biblioteca audiovisual y hasta un vivero donde se propondrá la regeneración de la palmera sagrada de los guaraníes: la pindó.

El centro, además, formará parte de una red de reservas y espacios similares de la región como son los brasileños y argentinos y realizará un programa para recibir voluntarios de otras partes del mundo dispuestos a conocer más sobre la naturaleza de esta zona.

Según el coordinador, lo que ha hecho este proyecto es demostrar que el ser humano y la naturaleza no deben ser vistos como dos elementos separados, sino como un todo que debe interactuar en armonía para la preservación “de esta gran casa” que es el planeta Tierra.

Declarado de interés por el Ministerio de Medio Ambiente

Ambá no recibe fondos estatales para su preservación. La organización se mantiene con el apoyo de patrocinadores como empresas privadas y la voluntad de los diferentes establecimientos que se han sumado al proyecto para la preservación de la zona.

Según indicó Maximiliano Costa, sería “un sueño” adquirir los campos ubicados en la zona y convertir el lugar en un parque nacional; pero eso no es una realidad en este momento”.

De todos modos, el proyecto está en el radar de las autoridades del Sistema Nacional de Áreas Protegidas –que apoya en algunos puntos pero no tiene resto para colaborar económicamente– y del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

El Programa de Monitoreo de Felinos que hace Ambá ha sido declarado de interés nacional y actualmente el equipo de la organización trabaja junto con el Instituto Clemente Estable para elaborar un protocolo que permitirá colocar un collar de rastreo satelital a un yaguatirica, el primero que se hará en el territorio nacional.

Por más información sobre Ambá el correo de contacto es info@amba.org.uy

Fuente: Diario El País