Club de BioNegocios del Instituto Pasteur es una alternativa de trabajo para científicos, veterinarios, químicos y médicos.

El barman sirve una bandeja con vasos de cerveza que comienzan a circular en el sótano del restaurante Paullier y Guaná el martes 9 por la noche. La DJ hace sonar música electrónica mientras en el escenario todo está listo para un evento especial.

Esta no es una reunión científica “común y corriente”, advierte el científico y emprendedor chileno Cristian Hernández, subido al escenario construido para que los músicos desplieguen sus shows en vivo. Con luz de espectáculo de stand-up hace sonreír al público. “Probablemente es la primera vez que este sótano se llena con tantas personas con posdoctorados”, comenta.

Lo llama Biotectonic, un evento de networking científico para gente de adentro y de afuera del ámbito de las ciencias biológicas. Tiene como fin contagiar con historias inspiradoras sobre el desarrollo de innovaciones con potencial comercial y demostrar que hay espacio para el desarrollo de una carrera alternativa y rentable.

Hernández es doctor en Ciencias y tiene un MBA. El chileno posee su emprendimiento y también dirige la Red Bio Nova, que vincula a más de 15.000 científicos en América Latina y Estados Unidos.

Durante el evento el treintañero Rodrigo Arancibia, bioquímico con MBA y fundador de la empresa biotecnológica Cellus Medicina Regenerativa contó la experiencia de su emprendimiento con sede en Chile y ramas de actividad en Latinoamérica y Estados Unidos.

Hay que “cambiar el escenario”, comentó a Búsqueda Luis Barbeito, director ejecutivo del Instituto Pasteur de Montevideo.

Para comenzar a emprender “es posible partir de desarrollos enfocados en América Latina sin perder de vista el enfoque global de la biotecnología. Latinoamérica representa un mercado importante” en rubros como la veterinaria, lo agrícola y algunas áreas biomédicas, dijo Hernández a Búsqueda. La región se puede convertir en un espacio con “núcleos competitivos”. Hace falta contagiar tanto a emprendedores como inversores.

Emprender en áreas de la biología puede ser parte de las opciones laborales para los “centenares de estudiantes que hay en biología, odontología, veterinaria, química, medicina. Esta es una oportunidad alternativa de trabajo. Les puede ir bien y pueden darle al Uruguay una nueva generación de industria”, opinó Barbeito y señaló que es responsabilidad de las instituciones científicas, de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y del Ministerio de Industria “crear esa perspectiva y promocionarla”.

Este es uno de los primeros eventos del Club de BioNegocios, creado este año para que científicos, inversores, líderes de opinión y emprendedores en el área de las ciencias de la salud humana y animal se encuentren e intercambien ideas.

“Tratamos de contagiar el bichito emprendedor”, comentó durante el evento Luciana Balseiro, responsable de Unidad de Programas y Proyectos del Instituto Pasteur de Montevideo.

Cinco nuevas

El Club de Bionegocios del Pasteur es una nueva iniciativa que surgió de la incubadora de proyectos Bioespinn. Ubicada en este instituto, promueve la creación de empresas innovadoras en el área de la bioinformática y la biotecnología para que esos proyectos se conviertan en empresas competitivas, con apoyo de la ANII.

Hoy, Bioespinn tiene cinco nuevas empresas y cada una tiene en el entorno de un año de vida. Están integradas por entre dos y cuatro emprendedores. Ellos no trabajan solos, ya que la incubadora cuenta con una asistente, una coordinadora y cada emprendedor tiene un tutor técnico (un científico del Instituto Pasteur) y un tutor en negocios. Todas estas nuevas empresas se encuentran “en etapa comercial” con algunos de sus productos o servicios, informó Balseiro a Búsqueda. En paralelo, siguen “desarrollando patentes o servicios” que les permitan llegar a un mayor nivel de innovación.

Una de ellas es la empresa Lev Tec, que se dedica al desarrollo biotecnológico de levaduras innovadoras útiles para la industria de los alimentos. Trabaja en el área de los fermentados y una de las partes de este emprendimiento es la empresa Oceánica, que produce cerveza artesanal orgánica.

Genlives es una plataforma de telemedicina en Uruguay para realizar tests genómicos. Se utiliza para colaborar con los médicos en el diagnóstico o trabajar sobre la prevención de enfermedades en áreas de la medicina como cardiología, neurología y oncología.

Nutrascan es una plataforma tecnológica que brinda servicios a otras empresas que tienen productos o subproductos con nutracéuticos, de origen natural, con beneficios para la salud.

La empresa ofrece los servicios de estudio, desarrollo y valorización de nutracéuticos.

Digem-Biotec ofrece servicio en medicina personalizada para el diagnóstico y estudio de resistencia a drogas antitumorales y la producción de biomarcadores de utilidad para pacientes con cáncer.

Oxygene es una empresa dedicada a enfermedades infecciosas que se dedica al desarrollo y la aplicación de ensayos diagnósticos para afecciones humanas hereditarias e infecciosas mediante estudios de su material genético. Además, brinda servicios de análisis bioinformático a medida para la comunidad científica y para empresas de rubros como la microbiología, genética y genómica.

Fuente: Búsqueda – Foto: pbs.twimg.com