Hace aproximadamente un año tres amigos que ahora son socios: Martín Airaldi, Marcelo Luque e Ignacio Moleda, asumieron el gran desafío de producir una sidra uruguaya y posicionarla entre las bebidas de calidad que conforman la oferta local.

La idea de los jóvenes emprendedores es ambiciosa y al mismo tiempo tiene connotaciones que la convierten en una empresa ideal para llevar la marca Uruguay Natural, como la lleva desde hace unos meses.

Tal como cuenta Martín Airaldi, al constatar que la sidra como producto es percibida diferente en Uruguay que en otros mercados, pensaron, primero en importarla, pero inmediatamente se dieron cuenta que acá están todos los elementos necesarios para producir esta bebida, y que hacerla en Uruguay sería una buena cosa para impulsar un producto para el que tienen grandes expectativas. “Nunca pensamos este proyecto como algo a corto plazo para hacer dinero únicamente, sino que lo pensamos como un proyecto a largo plazo, donde todas las partes de la cadena productiva se vean beneficiadas y como un gran desafío”, apuntó.

El desafío que menciona Airaldi tiene sus bases en una realidad que los jóvenes conocen bien: “La sidra no era una opción de consumo para nosotros, ni para nuestro entorno. Eso es justamente lo que queremos cambiar y por suerte lo estamos cambiando de a poco”, afirmó.

Bruta está presente en las góndolas uruguayas desde el 28 de diciembre del año pasado, cuando el primer cliente de la empresa, la licorería Los Horneros de Pocitos, comenzó a ofrecerla. Actualmente se la encuentra en más de 50 puntos de venta que incluyen bares, pubs restaurantes, supermercados, autoservicios y licorerías. En la web de Bruta www.bruta.uy figuran todos los lugares donde se la encuentra.

Los lugares donde se vende Bruta fueron seleccionados por los emprendedores siguiendo el criterio de buscar su propio público objetivo y el compromiso de los empresarios clientes, porque, como explica Airoldi, “es importante que compren el proyecto, no solo el producto. Por suerte nuestros clientes son socios, trabajamos en conjunto y debemos trabajar aún más para facilitarles el trabajo de convencer a los clientes para que prueben algo diferente”.

La revolución Bruta
La calidad del producto es la clave para impulsar la ansiada “revolución” Bruta, porque es lo que permitirá a los consumidores notar la diferencia. “Nosotros no decimos que la sidra en Uruguay sea mala, esto que quede claro, lo que decimos es que nuestro producto es diferente. Por supuesto, siempre bajo los estándares de INAVI, que hace un extraordinario trabajo. Nosotros tenemos claro que la calidad en este caso implica innovar, animarse a probar, desarrollar cosas nuevas”, sostuvo el empresario, quien además resaltó el carácter estricto de los controles que realiza INAVI. “Al ser tan clara la normativa, nuestro enólogo y nuestra área de producción siguen esos lineamientos de forma muy profesional. Si a eso sumamos que utilizamos excelentes materias primas, no hay como fallar. Igualmente es un esfuerzo constante porque siempre hay margen para mejorar”, apuntó Airoldi.

En cuanto a los consumidores y el desafío de que adopten esta bebida, tal como sucedió con las cervezas artesanales, el empresario dijo que se prepararon “con la convicción que al ser los primeros, de que estamos bajo la lupa y no podemos fallar, sobre todo en la calidad del producto. Ojalá se una más gente, queremos que crezca el mercado de sidra en Uruguay. Hoy en día hay una apertura a probar nuevas bebidas alcohólicas. Esto comenzó hace unos años con el resurgimiento de los cocktails y el desarrollo del Fernet. Luego lo siguieron las cervezas artesanales. El uruguayo ha viajado y ha conocido otras opciones. Parece también haber una tendencia a tomar menos, pero de mejor calidad. Teniendo en cuenta esto, al valorar la calidad, el consumidor está dispuesto a pagar más. Los jóvenes son los que están más abiertos a estos cambios, a no seguir necesariamente a la manada y probar cosas nuevas.

Creemos que es un camino largo el que falta para llegar al volumen de venta de las cervezas artesanales. Es por eso que elegimos este producto. Al equipo de Bruta le gustan los desafíos. Cuanto más difícil, mejor. Vale la pena el esfuerzo”, subrayó.

Variedades
¿Y qué tal el sabor de Bruta? Según la describe Airaldi, la variedad Bruta Clásica es muy equilibrada, levemente gasificada, y bastante menos dulce que la sidra “tradicional” que encontramos en Uruguay.

Por su parte Bruta con jugo de Limón y jengibre – la segunda variedad desarrollada-, es muy refrescante gracias al toque que le aporta la presencia del limón y el jengibre. La cosecha de manzanas de este año permitirá trabajar la variedad “dry”, que será seca, con bajo nivel de dulzor y un poco más de graduación alcohólica.

Un dato interesantes es que con la presencia de Bruta en pizzerías y restoranes, los chefs se han animado a hacer propuestas especiales para acompañar con sidra. “Nosotros creemos que la sidra es muy buena para acompañar cualquier tipo de comida, la realidad es que los propios clientes han tomado la posta de crear platos con la sidra así como también sugerir maridajes. Acompaña muy bien el asado, picadas y pizza, así como también los pescados y mariscos”.

Con la mirada puesta en el futuro, los responsables de Bruta trabajan para mejorar los puntos de venta y la distribución, ingresar en los supermercados y grandes superficies y envasar la sidra en barriles para poder venderla “tirada» en pubs. También trabajan en el desarrollo de nuevas variedades, y no descartan, a mediano plazo, llegar a exportar la sidra uruguaya al mundo.

Fuente: Marca País