La editorial Aguaclara volvió a ganar el Gourmand al mejor libro gastronómico: este año, cuatro libros uruguayos estuvieron entre los más votados

Este año se presentaron 216 países y regiones a la vigesimocuarta edición de los premios Gourmand. Se trata de un galardón que reconoce a los mejores libros de cocina del mundo editados cada año y en el que participan chefs mundialmente famosos. Este año, cuatro libros uruguayos quedaron entre los tres más votados en distintas categorías, que los habilita a ostentar en la portada el sticker de Gourmand que lo certifica como “el mejor del mundo”. Además, Uruguay se llevó otra vez el premio al Mejor libro de cocina de América Latina por Hugo Soca Cocina (Editorial Aguaclara, 1200 pesos), y su chef fue distinguido como el tercero mejor del mundo.

Se trata de la segunda vez que esta pequeña editorial se lleva este importante premio: lo había recibido en 2013 por Nuestras recetas de siempre, también con recetas de Soca.

Además de cocinero, ambos libros tienen un común denominador: la editorial Aguaclara. Su historia es de adaptación ante un mercado cambiante. Surgió en 1994 como banco de imágenes, pero con la revolución de la fotografía digital, tuvieron que buscar nuevos terrenos.
Así surge en 2007 Aguaclara Editorial, cuyo primer libro se tituló Uruguay, el cual lleva varias ediciones y el presidente Tabaré Vázquez lo entrega como obsequio en misiones diplomáticas. “Eso está buenísimo, es un orgullo para nosotros”, dice Carlos Penadés, de Aguaclara. Y como un libro objeto es complejo de vender, la pequeña empresa comenzó a diversificarse con la cocina.

Aprovechando la experiencia como fotógrafo gastronómico de su socio, Diego Velázquez, Penadés desarrolló junto a Soca: Nuestras recetas de siempre (Aguaclara, 1.450 pesos). “Fue una idea nuestra y Hugo Soca también tenía ganas de hacer un libro. Nos juntamos y fue un trabajo genial”. Así, la intención de la editorial fue hacer algo distinto a lo que se suele conseguir. “Porque el libro del Crandon es una maravilla, pero es un manual. Esto es más vivencial”, cuenta Penadés, quien agrega que agregaron fotos de Montevideo como destino turístico. Así, se junta el chivito con el Palacio Salvo y los zapallitos rellenos. Porque la intención fue buscar nuestra identidad como país.

Obtenido el premio Gourmand, Aguaclara intentó trascender fronteras, “pero es complicado”, resume Penadés, quien entiende que los libros de Soca “caminarían porque es la misma cocina” que en Argentina. Aunque por ahora no han podido cruzar el charco, “es imposible”, dice Penadés. “Si mando mil libros para allá, sé que se venden, pero no los cobro. Y esa posibilidad que tenemos de crecer no pinta por los vecinos que tenemos”.
Hacer el mejor libro de cocina es una mezcla de trabajo en equipo y jugársela, dice Penadés, ya que es una mezcla de detalles los que hay que tener en cuenta. Los relieves, los tipos de letra, las fotografías hacen al libro un objeto. “Es lo que trabajamos nosotros para no quedarse con un contenido”, dice Penadés, ya que las recetas se encuentran en Internet. Así, esta editorial tuvo claro a la hora de hacer libros, que tenía que haber un diferencial, y lo logran con fotografías, explicaciones y una creación de la identidad gastronómica de los uruguayos.
Claro que hacer un libro así no es sencillo. Nuestras recetas de siempre les llevó entre dos y tres años en hacerlo. “Íbamos y sacábamos dos o tres recetas por día”, ya que armar los detalles fue lo complejo: conseguir los manteles, ollas, vajilla, incluso poner una mancha de vino en el mantel, todo fue tenido en cuenta para hacer el mejor libro de cocina.
Ya con Hugo Soca Cocina, se demoró mucho menos, en parte por la experiencia acumulada. La producción fotográfica les llevó menos de 10 días. “Todo estaba concreto porque teníamos la experiencia del timing y ya íbamos preparados para la foto. Le agarramos la marcha en la producción”, cuenta Penadés, que agrega que tienen varios libros en desarrollo para volver a competir en estos importantes premios a la cocina.

Cuatro uruguayos con el Gourmand de este año
Ha sido un buen año para Uruguay en los premios Gourmand que reconoció a cuatro libros en esta última edición de los galardones, que se realizó a inicios de julio en Macao, China.

El chef Hugo Soca volvió a ser distinguido en los Gourmand. El cocinero fue nombrado el tercer mejor chef del mundo gracias a su nuevo libro Hugo Soca Cocina (Editorial Aguaclara, 1.100 pesos) que también recibió la distinción del Mejor Libro de América Latina de este año. Un premio que ya había recibido en 2013 con el libro Nuestras recetas de siempre (Editorial Aguaclara, 1.490 pesos).

El libro basado en el programa de televisión que emitió TV Ciudad, ¿Qué hay de comer? (a la venta en Mosca, Escaramuza y tienda del Teatro Solís, 550 pesos) que contiene 60 menús para cocinar en familia, obtuvo el tercer puesto en la categoría Chef de Televisión fuera de Europa. También logró la tercera posición en la categoría libros de cocina para la familia.
Saber cocinar (Aguaclara, 1.100 pesos), un moderno manual teórico y práctico de cocina escrito por Mario Del Bó Fiorelli e Isabel Mazzucchelli, obtuvo el tercer puesto en la categoría Innovación

Y el libro ¡Cocina sin gluten! (Grijalbo, 990 pesos), de Daniel Guasco, quien también volvió a ser premiado en esta última edición, se llevó también el tercer puesto en la categoría Dietas.

¿Cómo se consigue una foto apetitosa?
No es una tarea sencilla hacer que una foto se vea apetitosa. En publicidad se conoce como food porn o appetite appeal, y hay distintos factores para tomar en cuenta a la hora de disparar una foto que se vea apetecible. Diego Velázco, fotógrafo de Aguaclara dice que hay cuatro factores a tener en cuenta. “La distancia de la cámara, la luz, el lente y la preparación. Son cuatro elementos que importan. La preparación es fundamental, porque uno mira lo que se lleva a la boca, a veces sin darse cuenta. Esa distancia es importante, porque si te acercás mucho parece la piel de un monstruo y si estás lejos no se reconocen las texturas”. En cuanto a la lente y la luz es cuestión de tener el equipamiento óptimo para que la comida luzca en el papel. “Son los años y es el oficio”, remata Velazco.

Fuente: El País