Una exposición de arquitectura y otra de Torres García, ambas en el MoMA, ponen al arte nacional en la Gran Manzana.

A pesar de que en este mundo globalizado los centros culturales se han desplazado a ciudades que hace unas décadas no estaban en la primera línea de influencia, Nueva York sigue siendo una Meca de referencia para el mundo del arte internacional. En particular, su Museo de Arte Moderno (MoMa, por su sigla en inglés) se mantiene como uno de los grandes buques insignia de ese prestigio intocado por el tiempo.

A lo largo de este año, artistas uruguayos de renombre tendrán su presencia en el MoMA en sendas exposiciones colectivas e indivuduales.

Lo más cercano sucederá el próximo domingo, cuando el MoMA inaugure una muestra de arquitectura latinoamericana bautizada con el nombre de Latin America in construction 1955-1980.

Se trata de una exposición de 500 obras en diverso formato, que “incluyen dibujos y maquetas arquitectónicas, fotografías clásicas y películas de la época recolectadas de archivos arquitectónicos y fílmicos, universidades y firmas de arquitectura en toda la región”, según consigna la información de prensa del museo.

Esta exposición pretende ser la continuación de una muestra que se realizó en el mismo museo en 1955, también sobre los aspectos más originales de la arquitectura de una región tan vasta, compleja e irreductible a un término técnico que va desde el río Bravo hasta Tierra del Fuego.

Obras de museo en la calle

La frontera temporal de 1980 deja fuera las obras más recientes y se concentra a través de varios capítulos temáticos en determinados aspectos de su campo de estudio.

Por ejemplo, una parte se centra en el uso de los arquitectos del espacio urbano como laboratorio. Allí se resalta la figura del brasileño Oscar Niemeyer y su proyecto de Brasilia junto a Lúcio Costa, así como otros de ciudades universitarias en tanto puntos culminantes de una línea de trabajo.

La exposición también se enfoca en aspectos como las ciudades en transición, desde lo clásico a lo moderno. En este punto aparecen las adaptaciones de los edificios a los nuevos criterios de la arquitectura, donde por ejemplo, es innegable el aporte del ingeniero uruguayo Eladio Dieste a las edificaciones religiosas. Es por esto que las iglesias de Atlántica y Durazno son piezas destacadas de la exposición en Nueva York.

De Montevideo figuran, por ejemplo, los edificios Positano (Ponce y Charrúa) y El Pilar (Bulevar España y la Rambla), obras en ambos casos de los arquitectos uruguayos Luis García Pardo y Adolfo Sommer Smith. También se destaca el urnario municipal del Cementerio del Norte de Nelson Bayardo, el edificio Panamericano del Buceo de Raúl Sichero y el complejo habitacional de Bulvear Artigas, lindero con TNU, proyectado por Ramiro Bascans, Thomas Sprechmann y Héctor Vigliecca.

La muestra, que estará en exposición hasta el 19 de julio, incluye además un croquis del complejo Arcobaleno de Punta del Este, obra de Guillermo Jones Odriozola y Francisco Villegas, así como diseños de obras de otro uruguayo con gran trayectoria y renombre en la arquitectura nacional, como es Carlos Gómez Gavazzo. Y estos son solo algunos ejemplos.

Por otra parte, Latin America in construction 1955-1980 invita a los habitantes de las ciudades donde se encuentran los edificios que participan de la muestra a que tomen fotografías de ellos y las publiquen en Instagram con el hashtag #ArquiMoMA. Una selección de esas fotos integrará una galería virtual de imágenes en la página oficial del museo neoyorquino.

Maestro constructivo

La otra gran muestra de un uruguayo en el MoMA de Nueva York se producirá en octubre, cuando el museo organice una exposición individual de Joaquín Torres García.

El MoMA posee una colección de obras del pintor constructivo uruguayo, a las que se agregan otras de colecciones privadas.

“La retrospectiva repasa la carrera del artista y combina una relato cronológico y temático, estructurado en una serie de capítulos, desde la década entre 1923 y 1933, en que participó en varios movimientos de la vanguardia europea mientras establecía su estilo constructivo, y luego desde 1935 a 1943, cuando realizó uno de los más fuertes repertorios de abstracción sintética luego de su regreso a Uruguay”, explica la página de prensa del MoMA.

La exposición, que estará abierta hasta febrero de 2016, incluye trabajos de Torres García también de finales de fines del siglo XIX, como dibujos, pinturas, objetos, esculturas y juguetes, así como la libreta personal del pintor y publicaciones raras.

El organizador y curador de la exposición es el venezolano Luis Pérez Oramás, vinculado a la fundación de Estrellita Brodsky, una coleccionista de origen uruguayo y una de las mayores filántropas en arte latinoamericano del MoMA.

Brodsky, cuyo tátarabuelo materno fue el asesinado presidente Juan Idiarte Borda, está casada con Daniel Brodsky, uno de los grandes desarrolladores inmobiliario de Nueva York. Junto a su marido, creó una fundación para promover artistas latinoamericanos en Estados Unidos.

Fuente: El Observador