En las aguas del principal balneario, “The World” durmió tres noches.

El barco The World, reconocido como el crucero-residencia más lujoso del mundo, zarpará hoy de Punta del Este tras haber permanecido desde el lunes, en lo que fue la estadía más larga de un buque de ese porte en el principal balneario uruguayo.

«Esta temporada hubo 62 escalas de cruceros programadas y The World fue el único que permaneció cuatro días, un hecho histórico», señaló Carlos Ferreira, jefe del puerto. En general, este tipo de embarcaciones no se quedan más de 24 horas

La lujosa embarcación arribó el pasado 26 de febrero alrededor de las 10:00 desde Montevideo y permanecerá hasta la mañana de hoy, cuando pondrá rumbo a Buenos Aires, informó Ferreira.

Conocido como «el crucero de los millonarios», el buque es una comunidad flotante compuesta de 165 camarotes de lujo valuados entre 1,2 millones y 7,5 millones de dólares, consignó la agencia EFE.

Muchos de sus pasajeros, principalmente estadounidenses y europeos, son propietarios o inquilinos, quienes eligen cada año los destinos de la embarcación.

El prefecto del puerto, Wilson Espíndola, contó que hay residentes de Estados Unidos, España e Inglaterra, entre otros países. Según pudo comprobar, hay dos familias que viven a bordo los 365 días del año.

Los cruceros tradicionales, que llegan con mayor cantidad de pasajeros, contratan excursiones para conocer el balneario; pero al tener The Worlduna ocupación tan baja, Espíndola aseguró que eligieron moverse por Punta del Este por su propia cuenta.

Una lancha de la Prefectura otorgó seguridad a la embarcación en el período que estuvo en las aguas esteñas. Espíndola aseguró que «no se tomó ninguna medida extraordinaria de seguridad» para la ocasión.

Regata.
Entre el martes y ayer, un grupo de 30 a 40 niños de Uruguay, Brasil, Argentina y Mónaco que practican optimist se acercaron alrededor del barco y mantuvieron algún diálogo con las personas que estaban en las terrazas de los apartamentos. Estos niños, de 10 a 14 años, se preparan para un torneo internacional que se realizará hoy.
«No era un crucero como cualquiera», señaló Lucía Bermúdez, presidenta de la Asociación Uruguaya de Optimist.

Más de 100 pasajeros.
The World ha recorrido 150 países y casi 1.000 puertos desde su viaje inaugural, en mayo de 2002. Mide 196 metros de eslora, 6,7 metros de calado. Durante el actual trayecto contó con 110 pasajeros embarcados y 286 tripulantes.

Sus instalaciones incluyen piscinas, restaurantes, boutiques, canchas de tenis, simulador de golf, entre otras amenities desplegadas en sus 12 cubiertas. Los viajeros pueden optar por realizar excursiones personalizadas a cada destino, además de disfrutar de eventos culturales con reconocidos artistas, conciertos y clases de idiomas y fotografía.

Construido en los astilleros noruegos de Fosen Mekaniske Verksted en 2002, con un costo aproximado de 300 millones de euros, «The World» fue ideado por el magnate noruego Knut Utstein Kloster, proveniente de una familia con vasta tradición marina.

Hasta abril.
La temporada de cruceros en el puerto de Punta del Este comenzó el 29 de octubre de 2017 y se extiende hasta el 25 de abril.
Entre 2016 y 2017 llegaron 150 cruceros al país, y un total de 260.704 personas a bordo, contando los que arribaron a Montevideo y también a Punta del Este.

Entre el 65% y el 67% de los cruceristas que visitaron Uruguay en este período lo hicieron por primera vez.

 

LUJO A BORDO.

Costos.
Las habitaciones privadas del barco, que ocupan seis pisos, cuestan entre US$ 1.2000.000 y 7.000.000. Aseguran que los propietarios tienen un patrimonio neto de 10 millones.

Confort.
El barco cuenta con un spa de 650 metros cuadrados, además de piscinas, restaurantes, boutiques y canchas de tenis.

Puertos.
El crucero ha recorrido más de 150 países y anclado en más de 1.000 puertos desde su viaje inaugural en 2002.

Seguridad.
Según una nota realizada por la CNN, todos los residentes de la embarcación deben pasar por un «estricto proceso de escrutinio» antes de que se les permita comprar la propiedad.

Fuente: El País