El cantante inglés vuelve a actuar hoy en Montevideo, una ciudad que asegura lo sedujo en su primera visita, al punto que en la tapa de su último single se ve el Palacio Salvo en una fotografía que tomó él mismo, desde su habitación en el Radisson.

Aquí replicamos una entrevista realizada a Albarn hace pocos días por el diario El País:

El 13 de diciembre está Gorillaz en el Velódromo, y antes, su creador charló con El País

Damon Albarn está atascado en el tráfico. El cantante inglés, miembro fundador de la banda Blur, se encuentra en Manchester, según cuenta por teléfono en un conversación con El País. En esa ciudad nacieron los hermanos Liam y Noel Gallagher y su banda, Oasis. En la década de 1990, Albarn y los Gallaghers fueron parte de una batalla que buscó definir cuál era la banda más popular del britpop. El ganador no fue declarado. Desde entonces, Albarn no ha parado de componer. En los últimos ocho años, Blur volvió a tocar y grabar; Albarn editó su primer disco solista y recientemente publicó Humanz, el quinto álbum de otra de sus bandas, Gorillaz.

Gorillaz comenzó como un proyecto desafiante para la industria musical de principios de 2000. Sus miembros son, en teoría, personajes animados creados por el ilustrador y colaborador de Albarn, Jamie Hewllet. Hoy, ese aspecto es solo una parte del proyecto, que el músico inglés convirtió en una banda colaborativa global cuya música puede abarcar el hip hop, rock y el soul, según quien participe.

El pasado viernes compartió que estaba en camino al hotel para descansar antes de dar un nuevo show con Gorillaz en el Manchester Arena. La presentación es una de las últimas fechas europeas de la gira Humanz. Luego vendrán a Sudamérica. Gorillaz tocará por primera vez en Uruguay el próximo 13 de diciembre en el Velódromo Municipal. No será la primera visita de Albarn a Montevideo, sin embargo.

—¿Estás volviendo a Uruguay después del concierto que dio Blur en 2013. ¿Qué recordás de esa visita?

—Sí, tuvo un gran efecto en mí. La gran torre (Palacio Salvo), eso se quedó conmigo. El hotel, el pequeño pub (La Ronda), la gran plaza (Plaza Independencia). Me encantó ahí, de verdad. No puedo esperar a volver.

«Heavy Seas Of Love», uno de los singles de tu disco solista Everyday Robots, tenía al Palacio Salvo en su tapa. ¿Cómo terminó ahí?

—Fue una de esas cosas que de verdad capturó mi imaginación. Escribí una canción al respecto pero la perdí. No la puedo encontrar. Normalmente sé donde están, pero no puedo ubicar dónde la grabé.

—¿De qué se trataba?

—Se llama “La Torre de Montevideo” (se ríe). Era sobre los cuartos de la torre. Algunos estaban como vacíos y otros miraban hacia el Río de la Plata.

—La gira de Humanz te ha llevado a vos y a la banda por todo el mundo; están dando shows largos y con un recorrido extenso de toda la discografía de Gorillaz.

—¡Sí! Y estamos haciendo pruebas de sonido largas también. Hemos estado explorando en lo que nos metimos y tratando de sacarle el máximo provecho.

—¿En qué tipo de viaje dirías que estás llevando al público de esos conciertos?

—Bueno, hay como una narrativa general sobre la forma en la que el mundo ha cambiado en los últimos 20 años creo. El disco (Humanz) es sobre un momento reciente de esa historia. Es básicamente sobre el ahora. La historia hasta ahora.

—¿Dirías que Humanz en un disco alegre pese a los problemas sociales que tratan sus canciones?

—Un poco de los dos. Creo que puede ser bastante alegre en un nivel, pero es bastante triste en otro.

—Has dicho que la elección de Donald Trump es parte de lo que inspiró la creación del álbum. ¿Gorillaz se ha convertido en una banda política, o siempre fue así y recién ahora las personas se están dando cuenta?

—Sí, creo que lo último siempre ha sido el caso, definitivamente.

—¿Eso se debió a la estética con los dibujos animados que eligieron cuando empezaron?

—Se suponía que funcionaba en varios niveles. Le dio un aspecto diferente que permitió que algunas personas lo apreciarán, y de otra forma hubiese sido imposible que entrarán a a este mundo.

—¿Sentís una responsabilidad de hablar sobre lo que está pasando?

—Creo que simplemente es lo que sale de mí. Honestamente es la persona que soy. Me interesa la idea del futuro cercano y que las canciones se proyectan en ello.

—¿Cómo se grabó Humanz? Hay un sinfín de colaboradores y productores de varios países.

—En general se hizo en mi estudio pero hubo un punto en que quería trabajar con músicos estadounidenses, por ejemplo, y ahí el mejor lugar para estar era Nueva York. Si quería trabajar con Mavis Staples tenía que ir a Chicago y si quería trabajar con Popcaan que ir a Jamaica. Con Jean-Michel Jarre era genial ir a su estudio porque tiene millones de teclados. Las locaciones eran determinadas por los músicos y sus calendarios de giras. Fue un proceso muy orgánico.

—Es un álbum largo. ¿Pensaste en publicarlo como un disco doble?

—Había muchas más canciones. Fuimos piadosos (se ríe).

—¿Qué pasó con ellas?

—Muchas las he puesto en los boxset (ediciones especiales) y todavía estoy escribiendo canciones para un nuevo álbum. Hay que seguir trabajando. A veces hacés algo y resuena en el público y a veces demora más. Lo importante es seguir haciéndolo.

—Sos un músico de más de una banda. Leí que estás trabajando en un nuevo álbum de The Good, the Bad and the Queen.

—Sí sí, está casi terminado. Imagino que saldrá el año que viene. No sé si lo presentaré por todo el mundo. Es una pieza diferente, pero definitivamente lo quiero tocar en vivo.

—Jamie Hewlett publicó un libro con sus obras con la editorial Taschen. ¿Vos tenés arte de Gorillaz en tu casa?

—Todo el mundo a mi alrededor tiene. Yo no, honestamente. Tal vez debería (se ríe).

—Sos bastante futbolero. ¿Ya viste contra quién va a jugar Inglaterra en el Mundial?

—Sí, sí, Pánama, Bélgica y Túnez. Nada mal, nada mal. Posiblemente podemos pasar de fase.

—¿Seguís yendo al estadio a ver al Chelsea?

—Voy, voy. Cuando puedo. Este año no he estado mucho en casa.

—¿Y cómo te llevás con la vida en los hoteles? ¿Encontrás inspiración en ellos? Un disco de Gorillaz (The Fall) lo escribiste en la ruta.

—Tenés que inventarte rutinas. Podés encontrar inspiración. Ahora estoy haciéndolo de nuevo. Si estoy en un lugar nuevo me gusta ir a un lugar bien arriba con ventanas, y así puedo inspirarme por la propia ciudad.

Fuente: El País