El ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca creará la Dirección General de Bioseguridad para ejecutar las políticas en materia de inocuidad alimentaria, organismos genéticamente modificados, sistemas de control zoosanitario y fitosanitario. El ministro Tabaré Aguerre indicó que es necesario superar las exigencias sanitarias que genera el comercio internacional.

“Antes de discutir temas paraarancelarios en la apertura de mercados hay que sortear aspectos vinculados a las barreras sanitarias, asegurando la inocuidad del producto animal o vegetal”, señaló Aguerre, en referencia a la responsabilidad que tendrá la futura Dirección General de Bioseguridad.

Ese organismo diseñará protocolos de evaluación del riesgo para el ambiente, salud humana, sanidad animal y vegetal y evaluará el riesgo sobre bases científicas, añadió el ministro en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Parlamento.

Acotó que cada año Uruguay abre nuevos mercados, y para mantenerlos, el comercio internacional exige nuevas medidas de seguridad alimentaria.

“Los cambios que registra el comercio mundial de alimentos nos obligan a fortalecer esa institucionalidad. Es necesario abordar la bioseguridad como un concepto abarcativo de la inocuidad, sanidad y calidad de los productos animales y vegetales para crecer hacía el mundo de manera diferenciada”, fundamentó.

“Se habla permanentemente de lo arancelario. Estamos comprometidos con la búsqueda de una inserción internacional como política que nos permita reducir el peso de los impuestos de importación que pagan nuestros productos en el mundo”, sostuvo.

“Sin embargo, antes de hablar de lo arancelario, hay que acceder al mercado. Para ello, hay que sortear aspectos que tienen que ver con la sanidad. ¿Tengo aftosa?, ¿tengo predios certificados?, ¿Tengo brucelosis?, ¿Tengo peste porcina?, ¿Tengo influenza aviar?, Esas son algunas preguntas a las que debemos dar respuestas seguras como condición de acceso a los mercados”, advirtió.

En ese sentido explicó que Estados Unidos promulgó una ley de defensa alimentaria en la que los conceptos no son seguridad alimentaria en términos cuantitativos o inocuidad en términos del producto alimenticio. “Importa todo el proceso anterior, entre otras cosas, para que el alimento no se pueda constituir en algún tipo de agresión biológica”, dijo.

Acotó que acceder a esos mercados exigirá tener capacidades para dar respuestas a esas exigencias. «La bioseguridad no debe entenderse como sinónimo de organismos genéticamente modificado y nosotros tenemos un marco regulatorio vigente para todo lo que tiene que ver con eso”, aseguró el jerarca.

“Con la creación de la unidad estamos dando un marco, ordenando un poco mejor, dando una estructura a una actividad que ya veníamos desarrollando desde 2008. Ahora lo estamos poniendo formalmente dentro de la estructura del ministerio”, indicó por su parte el subsecretario de la cartera, Enzo Benech.

Esa dirección se concretará a través de la redirección de recursos de la Dirección de Servicios Ganaderos y de la Dirección de Servicios Agrícolas, y de la construcción de capacidades con otras instituciones públicas no estatales como el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria o el Instituto Nacional de Carnes.

Aguerre recordó que Uruguay en 2013 comercializó productos agropecuarios con 144 mercados y en 2014 con 146, y que en 2015 se concretó la apertura del mercado de Estados Unidos para carne ovina con hueso. En referencia a los productos lácteos informó que en 1999 había 30 mercados abiertos y en 2015 existen 57.

“En todos los años hemos tenido alguna conquista para los productos cítricos, frutales, lácteos o cárnicos. Pero es importante mantenerlos, y para eso, hay que realizar acciones para asegurar la promoción de competitividad e inserción internacional porque es la oportunidad de crecimiento y desarrollo”, abundó.

Fuente: Presidencia