El 11 de febrero se inaugurará una exposición para la que siete artistas y emprendedores intervinieron túnicas blancas con su visión de la participación de la mujer y la niña en el ámbito científico.

«Se eligió la túnica porque es un soporte amplio para trabajar artísticamente y porque, además, es una pieza central en el trabajo científico; es el elemento de seguridad principal en el laboratorio junto con los lentes de protección y los guantes. Depende del tipo de trabajo, pero la túnica está en todos los laboratorios”. Así explicó Daniela Hirschfeld, encargada de Comunicación del Institut Pasteur de Montevideo, la forma cómo la filial uruguaya de este centro de investigación decidió celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora el 11 de febrero.

Ese martes se inaugurará una exposición en la que siete artistas uruguayos intervendrán seis túnicas de laboratorio. “Una túnica blanca, con bolsillos, con puños… muy tradicional. Elegimos ese icono para que sea el lienzo de las creaciones”, contó Hirschfeld.

Es la tercera vez que el Institut Pasteur de Montevideo conmemora este día. La primera vez lo realizó con una serie de fotografías de mujeres científicas con sus hijos en el laboratorio. En 2019 se organizó la primera edición del Concurso de Arte Infantil y este año, además de la segunda edición del concurso, tendrá lugar esta exposición que estará disponible para visitas entre el 11 y el 21 de febrero próximos, entre las 10 y las 16 horas.

“Se trata de unir arte, ciencia y el papel de la mujer en la ciencia. Es una actividad inspirada en algo similar que hizo el Institut Pasteur de París el año pasado, pero en aquel caso fue una actividad puramente artística; las túnicas eran verdaderas piezas de arte sin una consigna”, explicó la responsable de organizar este evento.

En Uruguay se estableció una consigna y así fue que los siete artistas elegidos llevaron adelante sus trabajos desde la mirada de la mujer y las niñas en la ciencia y el talento científico de las mujeres. Eso no determinó que los autores fueran exclusivamente mujeres.

“Tratamos de que la elección fuera variada en cuanto a técnicas y perfiles, por eso hay tanto hombres como mujeres. No queríamos que fueran mujeres hablando de mujeres, sino impulsar a que también el varón pudiera hacer esa reflexión y compartir las miradas”, detalló Hirschfeld.

La actividad fue totalmente voluntaria, lo que significó que los artistas pusieron los materiales, además de su tiempo y esfuerzo sin cobrar nada. Lo único que proporcionó el instituto fue la túnica, mientras que la ORT prestó sus maniquíes. La organizadora contó que casi no hubo que apelar a un plan B; la mayoría de los convocados aceptó ni bien se le propuso la idea. “Tuvimos súper buena recepción a la invitación”, destacó.
Concurso que causó sorpresas

La primera edición del Concurso de Arte Infantil para el Día Internacional de las Mujer y la Niña en la Ciencia superó todas las expectativas de sus organizadores. “Al ser en febrero, esperábamos que solo se presentaran algunos niños de entre 8 y 12 años, hijos de funcionarios o de investigadores. Y se presentaron más de 100 de todo el Uruguay, algunos de a dos. Fueron cerca de 80 obras”, recordó Daniela Hirschfeld, encargada de comunicación del Institut Pasteur de Montevideo. Eso determinó que en lugar de designar solo 10 ganadores, como se pensó en un principio, se eligiera a 20 y que todos ellos participaran de la actividad de la tarde, que consistía en trabajar en el laboratorio junto a científicas del instituto. Allí se dio la segunda gran sorpresa, porque en la tarde no solo aparecieron los 20 niños sino también sus familiares. “Vinieron con sus padres, abuelos, tíos… no saben lo que era acá”, contó Hirschfeld. Eso les hizo notar la avidez que existía por actividades de este tipo, en plan familiar, por lo que este año decidieron sumarle una propuesta más general, que terminó siendo la intervención de las túnicas por parte de artistas.
En cuanto al concurso, los 20 seleccionados (los nombres se conocerán el viernes 7 de febrero), al igual que en la primera edición, pasarán el día en el laboratorio con mujeres científicas. Eso ocurrirá el propio martes 11 de febrero, entre las 10 y las 15 horas. Los trabajos elegidos se expondrán en el hall del instituto durante la próxima semana. Cada uno de ellos se presentó acompañado de una breve reflexión sobre la consigna Las mujeres en la ciencia.

Los artistas.

Si bien son siete los artistas o emprendedores participantes, las túnicas intervenidas son seis porque hay un par –los ilustradores– que trabaja a dúo.

1) Carla Espinosa. La artista plástica (foto principal) decidió usar la túnica “como si fuera el borrador, el cuaderno de la investigadora”. “Toda obra al comienzo es como una hoja en blanco que está esperando a ser intervenida, inspirada en lo que puede ser el trabajo cotidiano de la investigación, apuntes, ensayo y error, y también resultado, con el detalle en la pincelada de carácter femenino transformando y creando un ensayo a través de mis pinceladas”, relató a El País.

Espinosa decidió recurrir a tintes específicos para tela, como anilinas, y realizar algún detalle en acrílico. “La técnica es mixta porque en esta ocasión también hay bordado y apliques”, describió.

2) Alejandro Rodríguez Juele y Nico Peruzzo. “Como nos convocaron por nuestro trabajo de historietas de divulgación, quisimos dibujar secuencias de viñetas en las distintas partes de la túnica”, contaron Alejandro Rodríguez Juele y Nicolás Peruzzo.

“A diferencia de una hoja de papel, en donde el orden de lectura de las viñetas es bastante sencillo de seguir, en este caso estamos intentando crear secuencias de viñetas que puedan ser leídas de forma independiente para las mangas, torso, parte trasera y delantera de la túnica”, explicaron quienes trabajaron con marcadores negros que emulan el trazo de las plumas y las fibras que se usan en una historieta.

3) Majo Spitalnik. La emprendedora utiliza la técnica de la sublimación, la que implica mandar a una imprenta para que estampe en la tela el diseño elegido.

En este caso, será unas de las las ilustraciones de las Pequeñas Rebeldes, la serie de muñecas creada por ella que personifica a mujeres que hicieron o hacen historia en diferentes ámbitos de la sociedad. “Esto sí fue hecho a mano, ilustrado a mano y digitalizado después. La idea es jugar un poco quizás con los átomos y Marie Curie o La Luna y Mary Jackson, que es la matemática que trabajó en la NASA para que el hombre pisara la Luna. Y poner alguna frase empoderadora que motive a animarse un poco más a la ciencia”, adelantó.

4) Gastón Izaguirre. “Pienso generar una obra en la túnica que muestre la importancia de las mujeres en la ciencia y, sobre todo, la igualdad de género”, señaló a El País el artista e interiorista sin ofrecer más detalles.
La técnica que eligió para su trabajo fue la de los acrílicos.

5) Agó Páez. Es otra de las artistas que recurrió a la pintura para tela y los acrílicos.

“Yo voy sintiendo el trabajo de a poco, su forma y sus colores comienzan a vibrar en mí”, relató sobre cómo fue su proceso de trabajo e inspiración. Para conocer el resultado habrá que esperar hasta la exposición.

6) Margó Baridón. La diseñadora de modas que representó a Uruguay en la feria Capsule en Nueva York pensó intervenir la túnica para generar “conciencia acerca del techo de cristal que sufren las mujeres que trabajan en la investigación científica”, explicó.

Para ello trabajó desde el punto de vista de la silueta, con materiales innovadores y calados láser.

Está claro que la mayoría de los expositores apostó a la sorpresa, sin develar mucho de lo que se conocerá el próximo martes. Seis visiones y técnicas bien diferentes para que todos los gustos puedan estar contemplados.

Fuente: El País