El acuerdo, presentado en Maldonado, apunta a la educación en distintos frentes.

El vínculo entre la pesca artesanal, los cocineros y el consumidor tiene mucho camino por recorrer. Con el fin de acercar a las partes, ayer la Corporación Gastronómica de Maldonado, que agrupa a unos 80 establecimientos, principalmente restaurantes, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) convocaron en la Liga de Fomento y Turismo de Punta del Este a la presentación del Pacto Oceánico del Este, que apunta a “promover la comercialización de especies no típicas, trascendiendo las especies más típicas y demandadas; logrando así un aumento de posibilidades de ingreso a los pescadores y de oferta a los restaurantes. Se tomará al establecimiento gastronómico como un tractor y traccionador del sector de la pesca artesanal a través de la construcción de alianzas de potenciación de los productos. Conectar a los cocineros de los restaurantes con los pescadores locales pretende lograr un producto de calidad para los restaurantes y promover la pesca artesanal como valor y patrimonio local”.

El pacto se apoya en tres pilares: un componente de difusión y sensibilización, la mejora de condiciones de captura y de trabajo de los pescadores, y un programa piloto que vincula a los pescadores y los chefs con un comedor escolar. Allí se reúnen para explicar cómo se pesca, cuál es la trampa, cuál es la malla, cuál el palangre, y para que la cocinera del CAIF cuente con más herramientas a la hora de servir pescado.

Los principales interlocutores están en los barcos, ya que estos trabajadores conocen de primera mano la estacionalidad de las distintas especies y los métodos más respetuosos del entorno. Directa e indirectamente, en el país cerca de 4.000 personas viven actualmente de la pesca artesanal y, en particular, en Punta del Este unas 400 familias dependen de esta actividad, que no es homogénea y se caracteriza por su estacionalidad. Es decir que en el balneario se pueden encontrar unas 22 especies, que se pueden pescar en diversas épocas. El pacto prevé una serie de acciones para mejorar las embarcaciones, asegurar el respeto de la cadena de frío y el tratamiento adecuado de la materia prima.

Mediante la articulación con otros actores, como los chefs, y un conjunto de acciones que comprende una campaña que incluirá menciones en redes sociales y radios, material gráfico en sitios clave, como vía pública y locales comerciales, se intentará poner a disposición del turista y la comunidad la información y los mejores productos de mar frescos (pescados, moluscos y crustáceos). En última instancia, esto redundará en el posicionamiento de Punta del Este como destino gastronómico. La campaña buscará favorecer además un cambio de hábitos, ya que si bien la ingesta de carne roja per cápita en Uruguay es de 98,6 kilos al año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Carnes, los valores bajan a 7,1 kilos cuando se mide el consumo de pescado.

Otorgarle el protagonismo que se merece al producto local es una tendencia en todas partes, pero “creemos que los cocineros podemos ser útiles para ayudar a tener una pesca más cuidada”, indicó la chef María Elena Marfetán. “Mirando un poco más lejos, en un futuro la idea es que los pescadores puedan acondicionar sus barcos para pescar con jaulas, que permiten ver la talla y devolver al mar al que está chico. Si fuiste a pescar corvina, te entró brótola y no la necesitás, hay que devolverla. Prefiero soñar grande y que por lo menos empecemos a transitar las cosas. A nivel mundial hay mucha capacitación e informes nuevos con respecto a esto. En la red el pescado viene más aplastado; con la jaula está la posibilidad de desangrarlo a bordo, la calidad es muy superior”.

Este Pacto Oceánico es un escalón más en la línea de trabajo que la Corporación Gastronómica de Maldonado y el MIEM comenzaron a fines de 2015 para promover la puesta en valor de los productos usados en la gastronomía de la zona. Como parte de este trabajo, se elaboró un mapa de sabores: se confeccionó una carta de aceites de oliva de la región y con la carne de cordero se creó la marca Cordero Esteño. Ahora que el foco está puesto en la pesca artesanal, en esta nueva etapa la Dinara se suma como aliado. Este proyecto, según señaló Marfetán, comienza en Punta del Este pero apuesta a replicarse en otros puertos del país.

Zafras | Brótola, corvina, pescadilla, sargo, pejerey y raya se pueden pescar todo el año; mingo, palometa, anchoa, pargo blanco y burriqueta, en junio, julio y agosto; cazón (gatuzo y trompa de cristal), angelito, azotador (tiburón), en setiembre, octubre y noviembre; corvina negra y lenguado, en octubre, noviembre y diciembre; pargo rosado, pez limón, mero, salmón de mar y sarda, en diciembre, enero y febrero.

Fuente: La Diaria