Elianne Varscher tiene 26 años y es Licenciada en Gestión Cultural. Además de productora ejecutiva en Fiera Films, es la mente detrás de Historias de Chivitos, la fan page uruguaya del momento. Con más de 150.000 seguidores, la consigna de HDC es simple: un invitado, una historia, un chivito. Al menos dos veces por mes, los personajes más insólitos -que van desde Patricia Wolf, un actor emergente de cine zombie hasta Jorge Seré – se sientan a saborear un jugoso chivito al plato mientras comparten anécdotas de su vida. Resulta imposible no sentirse identificado, porque, al fin y al cabo, ¿quién nunca se sentó a comer un chivito con un amigo y habló durante horas y horas? Mundo Marketing conversó con Eli Varscher sobre este y otros temas.

Mundo Marketing: ¿Cuál es exactamente tu rol en Historias de Chivitos?
Eli Varscher: Soy como la “productora ejecutiva”. Pienso, manejo y coordino la logística para poder llevar a cabo el proyecto.

MM: Nos remontamos a febrero del año pasado. ¿Cuál era la idea original de la página?
EV: Todo comenzó de una manera muy cómica y original. Algunos años atrás, mi padre creó una página llamada Chivito Uruguayo. Su idea simplemente era probar cómo hacer una página en Facebook, porque le daba intriga. Papá es una persona que le encanta comer y que le apasiona el mundo de la gastronomía, y no tuvo mejor idea que crear algo relacionado con eso… y nada mejor que hacer algo bien uruguayo, algo con lo que todos los uruguayos se indentificaran. ¡La página se creó y se dejó sin uso por mucho tiempo! Mi padre la tenía muerta, ni la usaba, no publicaba nada. Luego de un tiempo observó que tenía un montón de seguidores, y cada tanto posteaba algo, ¡pero yo todavía no sabía nada! Hace un año se me acerca y me dice “Che Eli, fijate, manejo una página de chivitos y creo que tengo pila de seguidores”. Cuando me metí y vi lo que había hecho no lo podía creer. ¡Mi padre, de la nada, manejaba un Facebook de 150.000 seguidores! Como él no entendía el potencial que eso tenía decidí actuar. Le dije que me agregara de administradora, y que algo íbamos a hacer con el tema. De a poco -para conocer la página-, fui subiendo fotos random de chivitos y formulando preguntas, para ver más o menos por dónde iba el público, si respondían o no. Era posible que fuera una página inútil también, y que la interacción con los fans fuese nula.

MM: ¡Y terminó teniendo más de 150.000 seguidores en Facebook! ¿Cómo surgió la idea de “Un bar / Un invitado / Una historia / Un chivito”?
EV: Luego de probar algunos posteos y conocer mejor el público de la página fue que me senté en serio, y empecé a pensar qué proyecto podía hacer relacionado con el tema. No quería que la cosa quedara en simples posteos. Quería generar un producto que fuera más allá de eso. Ahí fue que comencé a pensar en lo que realmente me gusta a mí de todo esto, qué es lo que me divertiría y a dónde querría llevarlo. Y ahí lo visualicé. Me imaginé invitando a gente que me interese a comer un chivito, y registrar ese momento. La verdad que el mundo de la gastronomía me interesa mucho, desde chiquita; charlar con todo tipo de personas me encanta. El tema del registro no iba a ser un problema ya que, como vengo del mundo audiovisual, tengo amigos fotógrafos que podrían colgarse con la idea. ¡Y listo! Me cerró todo. La idea me puso muy feliz, ya que era la primera vez que iba a trabajar en un proyecto totalmente mío. Como estoy siempre acostumbrada a trabajar en proyectos de otros, comenzar con esto me iba a “llenar” de otra manera. Me pareció algo súper lindo y a su vez le tuve mucha fe: era una buena idea, con un contenido interesante, que se diferenciaba de muchas cosas que hay en la vuelta y que también era un lindo regalo para el país. Considero que la comida es de los elementos culturales que más nos identifica como uruguayos. A veces perdemos la noción de lo fundamental que es y de la capacidad que tiene de unirnos en diversos sentidos. Por otra parte, otro de los aspectos que me encantaron del proyecto fue sentir que le iba a “hablar” a todo el mundo: no estaba apuntando a nadie en particular ni segmentando público. Este es un proyecto que le habla a todos los uruguayos! Todos comemos chivitos, no importa a qué escuela vayas, el barrio en el que vivas, o qué coche tengas… ¡a la hora del “morfi”, a todos nos gustan los chivitos! Además de divertirme muchísimo, considero a HDC un proyecto de interés turístico: es como un hermoso regalo a mi país.

MM: La página tiene una estética propia, que contempla desde el diseño hasta las fotografías de los invitados. ¿Cómo se compone el equipo de trabajo y cómo se organiza una “sesión de chivito” con su protagonista?
EV: Seré sincera: este proyecto recién está tomando forma y por ahora todo lo vengo organizando yo. Me encantaría trabajar con más gente y hacer más sesiones, pero por ahora no es posible ya que tampoco cuento con mucho presupuesto. Lo hago de onda, y todo el que me ayuda también lo hace. Las redes y la comunicación las manejo yo, y las sesiones las hago junto con un fotógrafo. Trato de hacer muchas sesiones en un día, para que el fotógrafo se pueda organizar y no tenga que molestarlo cada vez que quiera ir a hacer una sesión. Entonces por ejemplo, hago 7 u 8 sesiones en un día (¡sí, paso todo el día comiendo chivitos!). Antes de eso selecciono y coordino con cada participante la hora y el lugar, y entonces todo fluye. Calculo aproximadamente una hora por invitado; ¡con los muy charlatanes demoro más! Las sesiones las grabo y me las llevo conmigo. Entonces, al final de todo el trabajo, el fotógrafo me manda las fotos y yo desgrabo las entrevistas, tomando la parte que me resulte más interesante. Luego voy subiendo una sesión por semana, la idea es no atomizar y que la gente tenga ganas de ver el próximo “capítulo”. Cuando llego al bar lo que hacemos simplemente es charlar y pedir chivitos. Eso es todo, esa es la idea. La idea parte un poco de la improvisación, de ir y sentarme a comer un chivito con gente que capaz que ni me conoce, pero que por tal motivo me interesó llamarla y pedirle que se coma un chivito conmigo. ¿Qué mejor excusa que comer un chivito para charlar con quien quiero?

MM: ¿Con qué criterios elegís a los invitados? ¿Los bares van rotando o son ellos mismos que eligen dónde va a ser la entrevista?
EV: Por lo pronto, los invitados son personas con las cuales me interesa comerme un chivito y que me cuenten algo, no importa qué. Personas que por diversos motivos me interesa conocer y compartir un momento con ellos. Hoy me está escribiendo gente que quiere ir porque le gusta mucho el proyecto, así que en breve la selección será mixta. Iré con gente que yo quiero, pero a su vez iré con gente que quiera. Es mucha la gente que me escribe mensajes en la página preguntándome cómo hacer para participar y contándome historias relacionadas al chivito, historias MUY buenas. ¡Es muy loco! Es un feedback re positivo y todo eso me hace ver el potencial que tiene el proyecto.

Con respecto a los bares, la idea es que el invitado elija el lugar dónde se quiere comer un chivito. La realidad es que, al no contar con mucho presupuesto, intento ir a bares donde no me cobren la cuenta, sino se me hace difícil. Uno piensa que todos los lugares estarían encantados de que vaya y saque fotos del bar y de sus chivitos, y las cuelgue en un Facebook de 150.000 seguidores… ¡Pero no! La realidad es que muchos no me abren sus puertas. Pero en fin, por suerte hay lugares que se copan y se suman a esta iniciativa y hacen posible que esto suceda.

MM: Cada personaje tiene una historia que contar, pero no todas hablan de chivitos (aunque sí incluyan una reflexión final). ¿Cómo se da esta interacción? ¿Los invitados deciden la temática de la entrevista?
EV: Aquí es dónde no planifico mucho. La idea es jugar con la espontaneidad y ver qué temas se dan con cada invitado. A veces voy con algo en mente, pero por lo general es espontáneo. Todo empieza con una típica charla, de ahí empiezo a hilar un poco más fino y veo para qué lado llevar la conversación. No hay una temática planteada, vamos con hambre y ahí vemos qué pinta. Por eso a veces se habla de chivitos y a veces no, depende la persona. No todos tienen una historia relacionada al chivito: hay invitados que quieren hablar de otras cosas, y ese elemento es simplemente un disparador.

MM: Dado al éxito de HDC, ¿cuáles son los planes para el futuro? ¿Tenés en mente darle un giro comercial?
EV: Creo que la idea es encontrarle una vuelta. Tengo varias cosas en mente, ¡ya veremos que surge! Por lo pronto es seguir un poco más así y ver como fluye todo; pero en algún punto todo proyecto debe tomar algún giro económico para poder seguir subsistiendo, es la realidad. Si quiero seguir haciendo esto de manera fluida y conservar la calidad que hoy tiene, preciso contar con algún tipo de financiación. Igual no es una preocupación, lo que quiero ahora es dar a conocer lugares y personas y que la gente se cope con la idea. Luego veremos qué nos depara el futuro. Pienso que a la larga voy a tener una cantidad de registros de personas, de historias, de chivitos y de lugares y eso me motiva a seguir, me emociona.

MM: ¿Qué no puede faltarle a un chivito y algo que no le pondrías nunca?
EV: No puede faltarle la panceta crocante. No le pondría tomate, ¡molesta!

MM: ¿Tu padre sigue siendo administrador de la página?
EV: ¡Mi padre todavía es administrador y el proyecto le encanta, imaginate, está chocho! Un día me invitaron a Buen Día Uruguay y estaba feliz, no lo podía creer (me acompañó al estudio y hasta me sacaba fotos). Para alguien de otra generación, que pasen estas cosas es increíble. Como administrador él entra todo el tiempo a la página, y está pendiente de todos los comentarios y cosas que suceden. Es más, a veces responde los mensajes o me avisa de alguno importante si es que yo demoro en contestar…

MM: En cinco palabras, el chivito es…
EV: UNA FORMA DE SENTIRSE URUGUAYO o EL MEJOR SANDWICH DEL MUNDO (la respuesta depende de quién la lea).

Fuente: mundomarketing.com