Cada año, la gran ballena franca austral pasa por las tranquilas aguas de los departamentos uruguayos de Maldonado y Rocha para dar a luz a sus crías.

Durante el invierno austral –de julio a octubre–, la ballena franca austral desciende desde la Antártida hacia aguas más tranquilas y templadas para aparearse. En su ruta, estos cetáceos, que llegan a medir hasta 16 metros de longitud y de los que sólo quedaban cerca de 5.000 ejemplares en 1995, paran cerca de las costas.

Una de esas paradas la realizan en las aguas de los departamentos deRocha y Maldonado, en la parte más oriental de Uruguay, donde las ballenas dan a luz a los ballenatos y les realizan los primeros cuidados antes de emprender el regreso a la Antártida.

Un circuito de torres

En su afán por proteger a los mamíferos, Uruguay ha regulado su avistamiento mediante un circuito de torres de avistamiento en lugares estratégicos de la costa y una red de embarcaciones que parten desde Punta del Este y La Paloma a los lugares más transitados por los cetáceos.

Las torres están situadas en los siguientes enclaves: comenzando por Piriápolis, se puede ir a Playa Hermosa, Punta Colorada, Punta Negra o Punta Chileno, donde se ha constatado el mayor número de ballenas francas australes.En la ciudad de La Paloma hay una plataforma en el médano de La Virgen desde el que se han visto cetáceos todas las temporadas. Por esta zona, del departamento de Rocha, también se encuentran las torres de La Pedrera, Santa Teresa y Cerro Verde.

Nueve plataformas

En 2002 se construyeron nueve plataformas de avistamiento: tres en el departamento de Maldonado –Punta Ballena, Punta Chileno y Punta Salinas–; y seis en el de Rocha –Costa Azul, Punta del Diablo, Playa del Barco, Playa La Moza, Parque Santa Teresa y Cerro Verde–.

Fuente: www.mundo-geo.es