La directora del Sistema Nacional de Identificación Ganadera (SNIG) del Ministerio de Ganadería, María Nela González, describe cómo fue el proceso realizado y cuáles son las perspectivas que se abren para el país al alcanzar la trazabilidad en su cadena avícola.

¿Cómo está compuesto el circuito comercial de la cadena avícola?
Está compuesto por los importadores de genética -un elemento necesario porque en Uruguay no hay línea de abuelos y requiere que se importen huevos fértiles o pollitos bebés-. Una vez que entra la importación al país, empieza el proceso de trazabilidad por lotes. Los proveedores externos obviamente cumplen con determinadas normas sanitarias que se exigen a nivel internacional.

¿Cuál es el origen de los huevos o pollitos bebés?
Generalmente provienen de Canadá, Holanda, Brasil, Argentina o Estados Unidos.

¿Qué pasa una vez que ingresan al país?
Una vez en el país, los huevos van a incubadurías, empresas que se dedican solamente a la incubación y que ya están integradas a la trazabilidad, o van a granjas de padres reproductores que también están registradas formalmente, cumplen con normas de bioseguridad y sanitarias y empiezan a cumplir con todo el proceso de certificación. De los huevos incubados van a salir pollitos bebés que van a granjas de padres reproductores y así sigue abriéndose la cadena. De esos reproductores van a salir dos líneas, una línea pesada o de engorde y una línea liviana o hembras de postura que a través de determinados procesos logran dos ciclos de postura.

Esas hembras una vez que dejan de poner se faenan y van a consumo interno. Este proceso de trazabilidad que está en camino permitirá asimismo que estas hembras de postura puedan ser también exportadas y acceder a mercados exigentes. De este modo podemos decir que hoy tenemos la trazabilidad por lotes y abarca desde que ingresa la genética al país hasta que se transforma en carne que va a la planta de faena.

¿Cuántas plantas de faena existen?
En este momento hay 10 plantas que están habilitadas para faenar pero no quiere decir que estén habilitadas para exportar. Estamos en ese proceso.

¿Cuándo comenzó el proceso para alcanzar la trazabilidad?
Se empezó a trabajar el 1 de setiembre de 2006 con la obligatoriedad de registro para algunos productores. La trazabilidad abarca a lotes, procesos y remitos de todos los componentes del circuito comercial de la cadena aviar, que incluye la carne y los huevos. El trabajo de diseño del sistema de trazabilidad comenzó hace tres años, atendiendo a un requerimiento que llegó al MGAP desde la Mesa Avícola –un ámbito creado por Ley e integrado por representantes del Poder Ejecutivo, el sector privado y el MGAP, la Dirección General de la Granja, Servicios Ganaderos, la parte de Sanidad Animal e Industrias, Asuntos Internacionales que busca y promueve la apertura de mercados, la OPIPA, y el SNIG que fue el encargado de desarrollar el diseño y la arquitectura de un Sistema de Monitoreo Avícola que permite la certificación de los procesos.

¿El SNIG acompañará el trabajo de forma permanente o termina cuando se alcance la trazabilidad total?
Nosotros ese trabajo lo hicimos atendiendo una solicitud que llegó al ámbito de la Mesa Avícola por parte de los privados. Nuestro trabajo no termina al diseñar el sistema de monitoreo, sino que también hay un proceso de acompañamiento a todo el sector en cuanto al manejo de esas tecnologías sobre las que fue desarrollado el sistema. Hasta ahora se utilizaba un registro que no era vivo -porque no se actualizaba- y por otro lado todas las transacciones entre cada subsector se hacían a través de guías de papel de Propiedad y Tránsito, y acá los ciclos de producción son cortos – una incubaduría insume unos 21 días, el engorde va de 45 a 60 días según los requerimientos del mercado-, y muchas veces los registros de las transacciones realizados en papel llevan más que ese tiempo. Más allá de que todo este sector se encuentra básicamente concentrado en Montevideo metropolitano y en Canelones, igual el tema burocrático impacta.

¿Cuáles son los principales factores innovadores que se suman con el sistema de trazabilidad?
El sistema de Monitoreo Avícola es innovador y bastante revolucionario porque por ejemplo el papel pasa a ser un producto y no un insumo. Acá es todo electrónico, la única vez que aparece el papel es cuando la granja se registra, a partir de allí el Sistema gestiona todos los movimientos de las transacciones y lo que llega a la planta frigorífica de faena es un remito.

¿Los productores y los diferentes eslabones de la cadena acompasan este proceso, estaba la capacidad creada como para permitirlo?
No, la creamos nosotros, se hicieron cursos a medida para los importadores, para las incubadurías, para las granjas reproductoras, para las granjas de engorde y para las granjas de postura.

¿Cuánto tiempo llevó?
Empezamos en el 2011. Se trata de otra política pública, como la trazabilidad ovina, vamos en esa línea. Pero el sistema no está consolidado aun porque requiere de un proceso de maduración que los diferentes actores deben recorrer sí o sí. Como ese proceso empezó en noviembre de 2013, vamos a llegar seguramente a fin de año con todas las granjas habilitadas y registradas. Ahí empezaremos a cerrar la trazabilidad. Hoy a julio tenemos una situación mixta pero estamos en plena transición porque todos los actores están haciendo el proceso.

Creemos que en estos 15 meses se cierra un ciclo y para fines del 2014 en todos los nuevos ingresos ya van a ir desapareciendo aquellas líneas que no están trazadas.

¿Esto va a permitir también elevar la calidad de la producción avícola uruguaya?
Sí porque acá entran los procesos de control de seguridad alimentaria y eso es muy importante. Podremos empezar a dar seguridad de que los productos son inocuos y cumplen con una cantidad de normas que hacen a la seguridad alimentaria y eso se verá reflejado en la calidad. Y por otro lado tener un sistema de estas características permite accede a aquellos mercados que exigen determinados niveles de cumplimientos de normas de calidad. Desde el punto de vista comercial, el sector se ve beneficiado al poder colocar sus productos con otros valores. Le estamos agregando a un producto que es de consumo humano un valor adicional fundamental como es la información.

¿Cómo quedará Uruguay con respecto a la región y al mundo?
Somos pioneros a nivel mundial en contar con trazabilidad aviar y eso nos deja en un lugar de destaque. Desde el punto de vista de la escala sabemos que no podemos competir ni con Brasil ni con Argentina ni con Chile, pero ellos no tienen un sistema de monitoreo como el nuestro, entonces podremos competir no en cantidad sino en calidad.

¿Cuál entiende que es el aporte de esta certificación a la marca país de Uruguay?
Esta certificación está alineada con la marca país porque a su vez vamos en línea con la trazabilidad total que persigue Uruguay y que abarca no solo a las aves sino a otros productos.

Es como el caso de la carne vacuna, en cantidad no competimos con Brasil pero si en calidad y en este sentido estamos muy lejos, somos muy superiores. La carne uruguaya hace un año que accede a nichos de mercado con precios más caros que la carne australiana que hasta ahora era la más cara del mundo.

¿Y cómo cree que impactará en la realidad de los productores?
Nosotros desarrollamos una política pública con el objetivo de agregar empresas familiares, y productores familiares al sistema. Porque estamos hablando de un sistema de producción que perfectamente puede trabajar la familia porque acá el grupo familiar se mantiene. Eso es interesante también. Creo que así como el país viene desarrollando en materia de gobierno electrónico una cantidad de procedimientos que lo destacan, tenemos que aprovechar y subirnos en ese tren. En materia de trazabilidad, y alentados por el concepto que hoy se ha puesto de moda en el que el consumidor final quiere saber qué está comiendo, con esto de agregar información a los productos estamos llevando a la práctica un modelo de producción en materia ovina que se puede aplicar a otras especies.

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Posibles exportaciones

Uruguay exporta carne avícola a Venezuela. Para poder acceder a otros mercados que puedan pagar mejores precios, es necesario ajustar una serie de procedimientos como normas de seguridad y certificar procesos. Con la trazabilidad total a la que se llegará a fin de año, se inicia ese proceso.[/frame]