Uruguay le ganó 4-2 a Bolivia y se metió por primera vez en la historia de manera directa en un Mundial. Será el tercero consecutivo de la mano del maestro Oscar Washington Tabárez, quien ya clasificó a cuatro.

Terminó el sufrimiento de las Eliminatorias, ese que esta vez fue largo como siempre pero que encontró a los uruguayos sin la calculadora en la mano. Y fue el final que todo el país esperaba, con goleada incluida. Tantos goles regalaron los futbolistas del maestro Tabárez que hicieron los seis: cuatro a favor y dos en contra.

Hasta eso quedará para el recuerdo en una noche que se preparó para ser de fiesta, de celebración por la segura clasificación a Rusia 2018 y no defraudó. Perder por primera vez en la historia con Bolivia y que a su vez tanto Argentina como Perú golearan (debían ganar por más de ocho tantos de diferencia) era la única forma que dejaría a Uruguay en el Repechaje, el que por cierto tenía asegurado. Con esa tranquilidad salió el equipo a jugar el último partido. Hasta el maestro Tabárez pareció unirse a la fiesta poniendo una oncena que pretendía la gente, o al menos la mayoría, con el “Pelado” Cáceres de lateral derecho y un mediocampo rejuvenecido, con Matías Vecino como punto más retrasado de un rombo que completaron Federico Valverde por derecha, Rodrigo Bentancur por izquierda y Giorgian De Arrascaeta más adelantado. Ese sector central -con pinta de proyección para Catar 2022- tuvo un buen rendimiento, con presión efectiva sobre el rival, buen trato del balón, movilidad, dinámica y salida prolija. Uruguay generó muchísimas jugadas de peligro, pero falló en el último tramo de la cancha.

Bolivia, sin tirar al arco, se encontró en ventaja a los 23’ cuando Godín quiso despejar y el balón dio en Gastón Silva, quien lo impulsó hacia su arco y venció a Muslera.

Sorpresa, sí, y sobre todo sensación de injusticia en el marcador, pero nada de dramatismos. Se sabía que Uruguay podía dar vuelta el marcador y, además, la clasificación ya estaba asegurada.

Fue cuestión entonces de que entrara la primera y en dos minutos la Celeste pasó al frente. Silva, aquel del gol en contra, se reivindicó al dar los dos pases para los tantos de Cáceres primero y Cavani después. A los 41’ Uruguay ya estaba en ventaja y la consolidó con dos goles de Suárez y hasta uno de Godín (en contra otra vez) para el 4-2, como el de la anterior visita boliviana.

Se clasificó al Mundial en forma directa por primera vez desde que se juega todos contra todos, se terminó segundo detrás de Brasil y por encima de Argentina, se renovó el plantel, se tuvo al goleador de las Eliminatorias (Cavani) y se situó al “Pistolero” como máximo anotador histórico del torneo junto a su amigo Messi (ver página 8). Todo eso se consiguió en estos cuatro años históricos, además de la clasificación a una Copa del Mundo por tercera vez consecutiva, algo que no se conseguía desde que Uruguay estuvo ininterrumpidamente entre 1962 y 1974. Rusia nos espera. Allá vamos.

Fuente: El País