Uruguay presentó el paisaje industrial de la ciudad de Río Negro para que integre la prestigiosa lista de Unesco.

La gran planta donde funcionó el frigorífico Anglo en las afueras de Fray Bentos más 138 viviendas en los alrededores de los gerentes y los empleados, una escuela y otros edificios conforman un llamado “paisaje industrial”. Dicho complejo será presentado como candidato a declararse sitio patrimonial de la humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida por su sigla en inglés Unesco.

Entre el 28 de junio y el 8 de julio, en la ciudad alemana de Bonn, sesionará la 39° reunión del Comité de Patrimonio Mundial de Unesco. Allí, junto a otros 34 bienes tangibles que van desde lugares físicos hasta comidas (ver recuadro) así como fenómenos inmateriales, el frigorífico Anglo se presentará como candidato a ser declarado sitio patrimonial. Para ello será representado por el embajador uruguayo en Francia y también ante la Unesco, Omar Mesa, y el arquitecto Salvador Schelotto, quien será el representante técnico. Este último fue uno de los responsables de la creación de los documentos previos de la postulación de Fray Bentos.

El comité que sesionará en Alemania está integrado por 21 países de los cinco continentes, entre los cuales Uruguay no se encuentra formalmente. En esas sesiones se votará por cada sitio y se definirá si el paisaje industrial fraybentino tiene relevancia patrimonial mundial.

Este parece ser el final de un largo proceso que comenzó con el ex intendente Mario Carminatti, durante su mandato entre 2000 y 2005, el cual completó Francisco Centurión por la muerte del primero, explicó a El Observador el exintendente y actual diputado de Río Negro, Omar Lafluf.

“Cuando asumimos en 2005 hubo que invertir mucho en el frigorífico y costó un montón. Pero apostamos a eso y sentimos alegría” de los resultados, dijo Lafluf.

Parte de ese proceso incluyó una serie de imágenes del ex frigorífico Anglo y sus alrededores tomadas por el fotógrafo Iain Kemp, que ilustran la belleza de este patrimonio industrial. Ver las fotos al final de esta nota.

¿Qué se precisa para entrar?

Para que Unesco integre un sitio físico dentro de su selecta lista, realiza un proceso de evaluación meticuloso. Se deben presentar informes fundamentados, que son complementados por el Consejo Internacional de Monumentos (Icomos).

Por ejemplo, en 2011 un grupo de técnicos franceses de Unesco sobrevolaron la ciudad de Fray Bentos para ver desde el río la significación del frigorífico en relación con el río Uruguay y su salida comercial para la alimentación de los ejércitos durante las dos guerras mundiales.

En 1924, el Liebig pasó a manos de capitales ingleses y se bautizó como Anglo. Cerró en 1979. A pesar de esto, todavía hoy en Gran Bretaña se consume corned beef de marca Fray Bentos, fabricado por la empresa Baxters.

Lafluf destacó en el proceso de trabajo hacia la denominación de Unesco a William Rey, expresidente de la Comisión de Patrimonio, a Alberto Quintela, actual presidente, al exministro de Cultura Ricardo Ehrlich y al director anterior del Museo de la Revolución Industrial, René Boretto.

“Fray Bentos es un fiel testimonio de intercambio de valores y relaciones humanas entre Europa y Sudamérica en s XIX y XX. En ese vínculo de culturas diferentes pero complementarias se constituyen un conjunto de paisajes como este, de tejido humano y económico”, dijo Nicolás Pons, director de cooperación internacional del Ministerio de Cultura y secretario general de comisión para Uruguay de la Unesco “Tuvimos una buena orientación técnica de Icomos, para que todo llegue a buen puerto”, agregó Pons.

Hoy en las instalaciones del frigorífico, además del museo, funciona una sucursal del Latu con seis laboratorios y ocho programas de investigación, más un campus de la UTU, entre otras actividades.

Más allá de Fray Bentos, las piedras rupestres de Chamangá, en Flores, y el sistema constructivo del ingeniero Eladio Dieste son intención de Uruguay para que en un futuro integren también la lista de Unesco. Actualmente solo el barrio histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento ostenta este prestigioso honor.

Galeria de fotos

Fuente: El Observador