Narcos perdieron en Uruguay más de un millón de dólares.

A los narcotraficantes hay que pegarles donde les duele: en el bolsillo. Esta es una máxima que repiten los actores que combaten el narcotráfico y el lavado de dinero. «Debemos ser más eficientes en buscar aquellas cuentas bancarias, cajas, lo que sea donde ellos pueden tener el dinero con el que compran y después venden la droga», advirtió el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, el lunes. Sin embargo, a la luz de los números, el camino que está transitando la Justicia parece ir en ese sentido, en embargar las cuentas bancarias de los delincuentes. Este año, la Justicia logró una recaudación récord de «dinero decomisado, multas por ingreso al país de montos mayores a US$ 10 mil sin declarar y producido de remates de bienes decomisados».

El Fondo de Bienes Decomisados (FBD), que integra la Junta Nacional de Drogas, presentó el lunes su balance anual. La cantidad de dólares generados por dinero decomisado, multas y remates superó los ingresos de los últimos tres años. En 2015, el FBD recaudó US$ 1.127.495. La recaudación en los tres años anteriores había sido muy inferior: US$ 261.099 en 2012, US$ 196.566 en 2013 y US$ 116.866 en 2014.

La cantidad de ingresos en pesos también aumentó este año en relación con años anteriores: en 2013, la FBD recaudó $ 3.305.090; en 2014, $ 6.747.673; y en 2015, $ 9.929.210.

Las incautaciones se producen fundamentalmente en los dos juzgados especializados en Crimen Organizado, que se encargan de combatir el narcotráfico y el lavado de dinero. «En esta sede, la mayor parte de los bienes y dinero decomisados provienen de causas de lavado de activos y narcotráfico, a saber, inmuebles, vehículos algunos de alta gama, aeronaves, un buque de alta mar Perbes, que transportaba más de una tonelada y media de cocaína, lo que comprueba la verdadera multiplicidad de bienes que pueden recaer en decomiso», expresó la jueza Adriana de los Santos, especializada en crimen organizado, en el boletín institucional del FBD.

«En definitiva, los delincuentes están preparados para perder su libertad pero no para perder las cuantiosas fortunas producto de sus actividades ilícitas. Lo único que en verdad les puede causar un daño importante es la incautación y decomiso de sus bienes, cobrando relevancia no solo la penalización del mismo sino fundamentalmente como prevención del delito, entendiéndose que para una lucha eficaz contra la delincuencia organizada debe neutralizarse el producto del delito, y ampliarse, en ciertos casos, a cualquier bien que proceda de actividades de carácter delictivo», agregó la magistrada.

En marzo de este año se remató en US$ 100 mil el barco Perbes, incautado al narcotráfico en 2013. El aumento anual en la recaudación también responde al avance de las causas. Una vez que hay condena firme, la Justicia remata de los bienes. A veces, este proceso judicial, tarda años. De hecho, la mayoría de las causas en las que hay bienes o dinero decomisado siguen abiertas. El FBD intervino hasta entonces en 1.376 causas judiciales: 451 han sido cerradas y 925 siguen abiertas.

«El FBD está destinado a la financiación de programas que procuren la prevención del consumo de drogas, tratamiento y rehabilitación de personas afectadas por dicha problemática y al fortalecimiento de las instituciones encargadas de la aplicación de la ley y de la interdicción del narcotráfico y el lavado de activos», expresa el boletín.

Corte busca la mitad de los fondos

La Suprema Corte de Justicia prepara un proyecto de ley para sumar a su caja la mitad de los fondos generados en los remates de los bienes incautados a delincuentes. «El Poder Judicial no lleva una parte del producido en esos remates. Entonces, en esta situación de angostura presupuestal, el Poder Judicial va a plantear un proyecto de ley rediseñando el destino de esos fondos a los efectos de que un porcentaje de ellos vaya al propio Poder Judicial para la mejora del sistema», explicó en noviembre a El Observador el presidente de la Corte, Jorge Chediak.

Fuente: El Observador