En el marco del Festival se realizó por primera vez un certamen de cortometrajes uruguayos, que fueron exhibidos antes de cada filme.

Con el anuncio del triunfo del Parasite, la película de Bong Joon Ho, que inauguró la muestra el sábado 4, el domingo 12 finalizó la 10° edición del José Ignacio International Film Festival (JIIFF), un Festival que se ha consolidado a nivel internacional y a nivel local es uno de los puntos altos de la temporada estival.

El voto del público –que es el que elige a las ganadoras-, también premió a Yi (El río que no se corta) de Karin Porley Von Bergen, como el mejor cortometraje y le otorgó una mención especial a Blanes esquina Muller de Nicolás Botana, en el certamen que se realizó en el marco del Festival y que implicó que un cortometraje nacional se estrenara antes de cada película que se proyectó.

Los cortos y largometrajes que elige el JIIFF –siempre con la consigna de que sean estrenos en Uruguay-, fueron exhibidos en la Bajada de los Pescadores de José Ignacio, en la antigua estación de trenes de Pueblo Garzón y en la chacra La Mallorquina.

Este año el buen tiempo acompañó toda la semana, factor que favoreció la presencia de público y logró que haya sido el año que más público vio las proyecciones realizadas en pantallas de Efecto Cine. Entre reposeras, sillas de playa y mantas, el público disfrutó de una impecable selección de filmes. La magia de ver cine al aire libre en las noches de verano volvió a vivirse de forma plena, como ocurre desde hace 10 años.

El camino recorrido y la confianza ganada en Festivales y ámbitos internacionales permite que el JIIFF cuente con una selección impresionantes de películas que este año incluyó, además de la ganadora Parasite –película coreana que ganó la Palma de Oro en Cannes- , Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma; Fire Will Come, de Olivier Laxe, y Bacurau, la última del brasileño Mendonça Filho. La película que cerró el Festival el sábado 11 fue la belga El joven Ahmed, la última producción de los hermanos Dardenne.

También fuera de competencia fue exhibida Jojo Rabbit de Taiki Waititi, a partir de un acuerdo con Disney.

Una novedad que se sumó este año fueron los debates realizados al día siguiente de cada exhibición. Se trató de instancias únicas para aquellos que además de ver cine, elijen prolongar la experiencia y el intercambio de ideas.

UN FESTIVAL CONSOLIDADO
Martín Cuinat, uno de los organizadores del JIIFF e integrante de un equipo pequeño, joven y entusiasta, que trabaja todo el año para llegar a los primeros días de enero con la mejor selección de películas posible, asegura que la consolidación y el éxito del Festival vino de la mano del trabajo constante y el respeto hacia las obras. “Es fruto de un trabajo que hemos ido haciendo con los años para generar buenas relaciones con los distribuidores y agentes de venta de las películas. Es muy difícil que los distribuidores den películas que todavía no salieron al circuito comercial o que están en el circuito de Festivales, para pasar en un Festival al aire libre como es el de José Ignacio. Es un riesgo muy grande por la pérdida de control sobre el material que implica, pero con el tiempo nos fueron conociendo, vieron cómo es el JIIFF y ahora ya lo hacen con confianza”, explicó.

Acerca de la impecable selección de títulos, Cuinat contó que los programadores del JIIFF buscan películas que tengan un determinado perfil, tratando de ser lo más regional posibles, pero también abiertos a las propuestas mundiales. “También tiene que ser un título que se estrene en Uruguay. Como se trata de películas muy importantes lo que intentamos es ir buscarlas a los grandes Festivales. Este año vimos Parasite en Cannes, le gustó a nuestros programadores y ahí mismo la conseguimos. En estas instancias es donde nos rinde el vínculo creado en estos 10 años”, puntualizó.
Contentos y entusiasmado tras una semana de intenso trabajo, sobre el cierre del JIIFF Cuinat no dudó: “podemos decir que sentimos una absoluta felicidad”.

WORKING JIIFF
En diciembre pasado, los organizadores del Festival realizaron la primera reunión del Working JIIFF, un espacio vinculado netamente a la industria cinematográfica, que se realiza junto al Festival de Cannes y con el apoyo del ICAU de Uruguay. Según explicó Cuinat, lo que se hizo fue aprovechar el encuentro Ventana Sur que realiza el Marché du film de Cannes en Buenos Aires, para hacer un encuentro algo más chico en simultáneo en José Ignacio y así “potenciar lo que es Uruguay, los cineastas uruguayos y los productores uruguayos”. La instancia también propició la firma de un nuevo acuerdo de coproducción firmado entre Uruguay y Francia.

“Así logramos hacer un encuentro de tres días de actividades de industria en José Ignacio con productores franceses y uruguayos y la gente del Marché du Film y la Embajada de Francia. Fue espectacular”, concluyó Cuinat, quien además aseguró que se trató de una primera edición de un encuentro que está llamado a repetirse año a año.

CORTOS EN COMPETENCIA
La selección de cortometrajes uruguayos exhibidos por primera vez en en el JIIFF fue realizada en base a una idea simple pero contundente: seguir potenciando a la industria y los realizadores locales. En este sentido Cuinat destacó que el corto Yi (El río que no se corta), por ser el ganador de la competencia va a participar en el Short Filme Corner de Cannes, el espacio de mercado de cortometrajes del Festival francés. Karin Porley Von Bergen, su directora, será invitada por el JIIFF para ir a Cannes 2020 con todos los gastos pagos.

Al tratarse de la primera vez que los cortometrajes dijeron presente en el JIIFF, la idea fue darle espacio a realizadores y producciones uruguayas. Realizar esta primera proyección de cortometrajes nacionales también fue un desafío porque no había una idea clara sobre qué tanto se producen cortos en Uruguay, de ahí que la sorpresa fue grande cuando respondieron al llamado más de 50 realizadores, entre los cuales quedaron seleccionados seis obras.

El jurado de lujo elegido para elegir al mejor cortometraje estuvo integrado por el director, guionista y director uruguayo Pablo Stoll; la francesa Marion Klotz, Gerente de Proyectos Internacionales del Festival de Locarno y el guionista y director argentino Alejandro Fadel.

Los tres jurados destacaron la calidad de producción, la creatividad y la ambición de los realizadores de cortometrajes locales y resaltaron que se trató de una selección “heterogénea y diversa”.

Klotz dijo estar “gratamente sorprendida por la selección y el nivel de selección de los cortos”, en tanto Fadel resaltó que los seis cortos eran distintos entre sí y aportaron miradas muy diferentes. “También es de destacar que fueron cortos bastante alejados de lo que está de moda. Muchas veces los cortometrajes pueden caer en ese lugar de copiar lo que se está haciendo, pero en este caso en la mayoría había autenticidad que es lo importante”, apuntó Fadel, quien también destacó el hecho de que el JIIFF le dedique un espacio a los cortometrajes, los que generalmente no tienen lugar donde exhibirse, y que además dé la posibilidad a alguno de ellos de seguir viajando por Festivales.

Por su parte Pablo Stoll afirmó que “el corto es una puerta de entrada para los realizadores, pero el problema es que no tienen la posibilidad de acceder a las pantallas locales. Que un Festival tan importante como el JIIFF elija seis cortos y los pase junto a películas muy importantes, está buenísimo”.

Stoll resaltó otro dato bien interesante: la paridad absoluta de género en la selección de cortometrajes para esta edición del JIFF. De los seis cortos seleccionados, tres fueron dirigidos por mujeres y tres por hombres. “Es una cosa que he visto en las escuelas donde he trabajado, y no se ve tanto en los largometrajes. En las escuelas uruguayas por lo general hay más chicas que varones estudiando cine”, apuntó, en tanto Klotz afirmó que lo mismo ocurre en Francia: la paridad es absoluta en las escuelas de cine, pero los hombres son los que más llegan a dirigir largos.

Será cuestión de esperar y mientras tanto seguir viendo buen cine, ya sean cortos o largometrajes. ¡Larga vida al JIIFF!

Fuente: Marca País