Uruguay será un país que parece estar distante de ciertos fenómenos masivos, pero esa extrañeza es siempre una virtud para famosos locales y extranjeros.

La cantante pop estadounidense Katy Perry está desde el martes 29 en la localidad esteña de José Ignacio, y ayer al mediodía se dejó ver disfrutando de un asado en el establecimiento Playa Vik, donde se recluyó para disfrutar del descanso previo al espectáculo que ofrecerá mañana en Buenos Aires, como parte de su gira Prismatic World.

Perry disfrutó su primer día en Punta del Este entre descansos y paseos, se relajó y recorrió parte del complejo en el que se hospeda.

En medio de su descanso compartió en las redes una simpática foto tomada allí, con la frase: «Ahhh, la vida de una flautista de pan jubilada». Es que durante los últimos días había publicado muchas imágenes desde Lima simulando tocar una flauta de pan, y continuó con el chiste.

Y nada se le debe haber hecho más tentador a Katy Perry que un poco de paz en medio de unos días ajetreados. «The Prismatic World Tour», la gira que la trajo a Sudamérica, empezó en mayo de 2014 en Europa y continuó hasta mayo de 2015 con un breve impasse en enero. Perry acaba de retomarla: actuó en Perú, cerró el domingo en Brasil el festival Rock in Rio y este sábado desplegará su gran show en el Hipódromo de Palermo de Buenos Aires.

Aunque a muchos el trabajo de cantante pueda parecerles una nimiedad, a esta joven que en pocos días cumplirá 30 años la agenda la tiene saturada. Que Punta del Este quedara justo de pasada hacia su siguiente parada, hacía que aprovechar unos pocos días para descansar en sus playas fuera el mejor plan.

Perry, la estrella pop mejor paga del momento según la revista Forbes, llegó en un avión mexicano al aeropuerto de Laguna del Sauce en la madrugada del martes. La imagen de su arribo fue bastante graciosa: de bata blanca con lunares negros y abrazada a su almohada, estaba lejos de parecerse a una empresaria que en el último año facturó 135 millones de dólares.

Esos 135 millones de dólares la convirtieron en la artista que más dinero ganó en los últimos meses teniendo en cuenta ventas de discos, regalías e ingresos de un tour que terminará el 18 de octubre en Costa Rica. ¿Pero quién es esta mujer que se coló entre las noticias uruguayas ayer?

Perry es una máquina de hacer hits («Roar» y «Dark Horse», por mencionar los más recientes), apoyada por los productores que apuntalaron su carrera desde 2008, Dr. Luke y Max Martin. Entre los tres generaron un equilibrio impecable que se aferra bastante a la fórmula del éxito, evitando riesgos innecesarios.

En cierto modo es una artista clásica: hábil y prudente en lo que hace, y con las armas para impactar sin tener que sorprender desde lo autoral. Perry le canta más que nada al amor —eterna musa— y enfoca toda su energía en estribillos pegadizos, materia prima indispensable de la música pop. Siempre, además, con videoclips que siguen la estética colorida del arte pop, sumando miles de millones de visitas en YouTube.

Además de lo musical, Perry entra mucho por lo visual y es uno de los fuertes de «The Prismatic World Tour», la gira que el sábado la tendrá tocando por Argentina y que incluyó en el medio el espectáculo del entretiempo del último Super Bowl (la final del campeonato de fútbol americano de Estados Unidos), que le dio un impulso tremendo a su carrera.

En medio de tanta vorágine, tantos éxitos y tantas actuaciones, Perry eligió Punta del Este para tomarse un descanso. Ayer, la delegación que la acompaña la llevó hasta el Playa Vik José Ignacio, un lujoso hotel que se ubica sobre la playa y tiene, entre otros detalles, una vista espléndida.

A la cantante y su equipo se los pudo ver disfrutando del sol, aunque abrigados por el fresco viento de la costa. La joven se relajó y se fotografió junto a unos lobos marinos que andaban por allí, y probó el asado uruguayo.

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Fuente: El País