El trofeo llega el jueves y será tratada como una personalidad vip.

Es un trofeo codiciado por todos los países futboleros, pero también por los delincuentes. La Copa del Mundo, que en sus primeras ediciones fue la Jules Rimet en honor a un expresidente de la FIFA, llegará a Uruguay este jueves 16 de enero para ser exhibida.

Pero no todo el mundo la podrá ver. Se le acercarán únicamente las personas ganadoras de una promoción comercial, que obtuvieron entradas que llevan impresa hasta la hora de la visita. Así, lo que para el público en general es una alegría, para la Policía es un problema de seguridad.

En tal sentido, el trofeo de oro de 18 quilates –de costo inestimado para el mercado salvo por su peso en el metal precioso– recibirá un tratamiento similar al de un presidente o un rey cuando llega al país, dijeron a El Observador fuentes policiales.

Tendrá una seguridad vip, comentó uno de los diseñadores del plan que abarcará desde la llegada al aeropuerto de Carrasco –a media mañana del jueves–, los traslados al Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), donde se mostrará protegida por una vitrina, y su posterior traslado al hotel Sofitel Montevideo Casino Carrasco, lo que demandará nuevas medidas de seguridad.

La Copa del Mundo se quedará dos noches en una habitación, acompañada por personal de FIFA; habrá un policía apostado en la puerta de la suite, otro vigilará el pasillo y otros efectivos controlarán los alrededores del lujoso hotel.

La Policía, según fuentes de El Observador, no registró el ingreso al país de gente sospechosa que pudiera tentarse por la presencia de la copa.

Para los traslados en la ciudad, el trofeo de la FIFA será “encapsulado” por la Policía, que hará un despliegue que incluirá motos que abrirán el paso, policías junto al trofeo y vehículos escoltas. Será una seguridad “dinámica” que implicará mover a la estructura de seguridad cada vez que la Copa del Mundo se mueva, se explicó.

En Uruguay, la seguridad será extrema para proteger un trofeo que fue hurtado en dos oportunidades.

Antecedentes de robo

En marzo de 1966, cuatro meses antes del Mundial de Inglaterra, se conoció la noticia de que la Copa Jules Rimet fue robada cuando era exhibida en Westminster. La copa apareció pocos días después, en Londres. Estaba escondida entre los arbustos de un jardín, envuelta en papel de diario, y fue encontrada de casualidad por un perro que paseaba con su dueño, Dave Corbett, un obrero de astilleros. El caso nunca fue aclarado por Scotland Yard, que no pudo descubrir cómo fue hurtada ni por quiénes.

En 1970, cuando Brasil ganó su tercer Mundial en México, obtuvo el derecho a mantener de por vida la Jules Rimet. En diciembre de 1983, la copa fue robada nuevamente. Esa vez de las vitrinas de la Confederación Brasileña de Fútbol de Río de Janeiro. El trofeo nunca apareció y se juzgó a cuatro hombres por ese delito, que al parecer la fundieron para vender el oro.

Sólo tocada por jefes de Estado y campeones

La tradición y la seguridad indican que la Copa del Mundo, diseñada por el italiano Silvio Gazzaniga, solo puede ser tocada por jefes de Estado y jugadores campeones o excampeones del mundo. En el caso de Uruguay, el único deportista con esa condición es Alcides Ghiggia, campeón del torneo de 1950, que la recibirá en el LATU. Tras su paso por Uruguay, la copa partirá a Paraguay, en una gira en la que llegará a 88 países antes de arribar a Brasil para el Mundial de mediados de este año. La primera gira organizada por Coca Cola fue en 2006.

Historia de la copa

El primer trofeo del Campeonato Mundial de Fútbol fue la copa Jules Rimet, que tuvo vigencia entre 1930 (Uruguay) y 1970 (México). La Copa del Mundo de la FIFA arrancó en 1974 y sigue hasta hoy. Cuando Brasil ganó tres veces la Jules Rimet, obtuvo el derecho a conservarla.

Tamaño

La Copa del Mundo, como se la conoce hoy, apareció en el Mundial de Alemania de 1974, el cual ganó este país. Mide 36,8 centímetros de altura y está hecha con 5 kilos de oro sólido y una base de 13 centímetros de diámetro con dos anillos concéntricos de malaquita (piedra semipreciosa). El peso total del trofeo es de 8,175 kilos.

Fuente: El Observador