El futbolista se llevó todas las palmas en el Carrasco Lawn Tennis y Martín Bossi la risa

Cuando la organización del Uruguay Open hizo pública la lista de nombres confirmados para jugar la única cita ATP que tiene el tenis uruguayo, hubo un nombre que llamó la atención.

No era ni Pablo Cuevas que venía de jugar en París un partidazo ante Rafael Nadal con lujo incluido, ni Guido Pella y Carlos Berlocq, integrantes del siempre competitivo equipo argentino de Copa Davis.

La principal atracción era Diego Forlán, quien jugaría un partido de exhibición junto a la principal raqueta uruguaya ante el propio Pella y el humorista Martín Bossi. Fue así que los fanáticos del tenis se agendaron especialmente este miércoles dentro del circuito del Uruguay Open.

Y llegó la gran noche, que en realidad amenazó con lluvia desde el inicio y eso hizo que el partido comenzara más tarde de lo habitual, con un retraso de casi 50 minutos que hizo llenar y vaciar varias veces la cancha central de Carrasco Lawn Tennis.

Con el público esperando que la lluvia parara para poder disfrutar de un partido que tenía varios atractivos a la vez, los jugadores se refugiaban en una sala separada de la cancha donde Referí tuvo acceso para poder conversar con los protagonistas.

«Acá lo importante, lo que la gente pide, es que Diego Forlán vuelva a jugar en la selección. Esto del tenis es un invento para perjudicarme a mí», dijo Bossi con su habitual estilo ante la risa de los periodistas presentes.

Ante la consulta sobre su pasado tenístico –el humorista fue jugador en su adolescencia y fue profesor de tenis como uno de sus primeros trabajos– el argentino volvió a hacer gala de su humor al afirmar: «Este es un partido especial para mí porque nunca pude jugar en Uruguay, vengo de partidos muy interesantes en Europa, soy muy conocido en Bélgica y en Bulgaria y tengo muchas marcas interesadas en mí».

A esa altura, el propio Cuevas, Forlán y hasta su compañero Pella no podían aguantar la risa. Cuando Cuevas y Pella se pusieron a conversar aparte sobre sus duelos de singles en el certamen, Referí tuvo la posibilidad de conversar con Diego Forlán quien dejó sus impresiones sobre el torneo.

«Estoy muy feliz de jugar en mi casa, Carrasco Lawn Tennis es un lugar muy especial para mí, estuve toda mi infancia metido acá adentro y me vengo siempre a entrenar para seguir activo. Lo conversamos como una posibilidad, fue creciendo la chance de poder hacer un partido exhibición y aceptamos el desafío», dijo Forlán.

Consultado sobre su carrera como futbolista, el delantero fue claro: «No estoy retirado, tengo ganas de seguir jugando y ojalá el año que viene pueda volver a una cancha».

A la hora de la presentación, la cancha central del circuito estaba colmada. Pella, Bossi, Cuevas y Forlán fue el orden de aparición sobre el polvo de ladrillo lo que despertó la ovación lógica sobre los dos últimos antes de darle paso al partido.

El juego comenzó mejor para la pareja argentina, con Pella jugando sobre la red y Bossi al fondo de la cancha. El humorista, experto en el arte de entretener al público, intercambiaba golpes con comentarios que despertaron la risa general del público.

Tras lograr los primeros dos puntos tras una doble falta de Cuevas, Bossi desplegó todo su show con chistes, comentarios ácidos, festejos a lo Rafa Nadal y hasta un baile de Michael Jackson previo a un saque.

La lluvia había parado y en la cancha central era todo disfrute, tanto, que hasta Cuevas y Forlán cedieron a la risa. A nivel del juego, Pella demostró el desgaste físico propio de haber jugado a primera hora, donde derrotó 7-6, 6-3 a Federico Coria y Cuevas jugó regulando el esfuerzo, sabiendo que terminar el año con la obtención del Uruguay Open puede ser una buena caricia tras una temporada desgastante y pobre a nivel de resultados individuales en el segundo semestre del año.

Sin duda la grandes sorpresas la pusieron Forlán y Bossi, quienes cumplieron con lo anunciado de haber jugado al tenis durante años. Salvo aspectos técnicos propios de una disciplina que practican desde la recreación y no desde el profesionalismo, el uruguayo y el argentino estuvieron a la altura con puntos, golpes y saques que provocaron ovaciones.

La pareja argentina ganó 9-8 en tiebreak un partido donde hubo pinceladas de buen tenis, humor y la posibilidad de ver en acción Forlan y Bossi en otra piel.

Fuente: El Observador