Lo que comenzó como una forma de pasar música con sensibilidad femenina llega a la Gran Manzana el lunes, con la presencia de artistas uruguayos en clave moderna y muy muy chic; está invitada Yoko Ono.

Será un desborde de glamour oriental en el Midtown de Manhattan, exactamente en el piso 44 de la Hearst Tower, un edificio emblemático de la era pos 9/11. Allí se ofrecerá una muestra de artes visuales y sonoras con propuestas propias de las vanguardias del siglo XXI, a cargo de varios artistas uruguayos, cada uno con un currículum muy importante.

La propuesta se da en llamar Visuals and Soundscapes from Uruguay, con la participación de Juan Campodónico, Pablo Uribe, Magela Ferrero, Rita Fischer, Carolina Mandía, Brian Mackern, Jessie Young y Amalia Branáa. Al frente de toda la movida está Beatriz Soulier, como lo ha estado desde mayo de 2002, cuando se le ocurrió crear Ronda de Mujeres, una idea que anduvo muy bien y que ahora se atreve a trascender fronteras.

El lunes habrá unos 200 invitados participando del evento: una veintena de uruguayos que viajan junto con los artistas, prensa neoyorquina especializada en moda y arte, Carolina Perezutti Hearst, la diseñadora uruguaya radicada en Nueva York –gracias a quien se logró realizar la reunión en la emblemática torre Hearst– y personalidades de la cultura local, como la artista plástica japonesa Yoko Ono, una invitada de lujo.

Rita Fischer presentará una instalación sobre el bosque nativo uruguayo, en tanto que Magela Ferrero presentará sus poemas visuales, basados en postales de Uruguay y Nueva York intervenidas por ella. Brian Mackern (uruguayo) creará sus espacios “net art” a partir de los DJ sets de Juan Campodónico y Carolina Mandía. El cierre estará a cargo de un DJ set y un video sobre la identidad, a cargo de Jessie Young y Amalia Branáa.

Soulier conversó con El Observador desde Nueva York sobre esta culminación en la trayectoria de Ronda de Mujeres, a partir de que un martes de mayo de 2002 las mujeres empezaron a pasar música en el boliche La Ronda, y “a la gente le encantó”.

Doce años

Las primeras DJ uruguayas que presentaron sus sets en La Ronda fueron Paula Drexler, Natalia Mardero, Cristina Rodríguez y Jimena Topolanski. Llevaban sus propios elementos de ambientación y el boliche, que empezaba a hacerse un lugar en la cultura nocturna montevideana, “desbordaba” los martes.

Con los años la propuesta convocó a artistas de diversas disciplinas, diseñadores de moda y fotógrafos, y se amplió para lograr algunos hitos en la movida de la zona, como las carpas en la plaza España, en los años 2004 y 2005, la intervención del exrestaurante Morini –que se había convertido en depósito de la Filarmónica–, los ciclos de charlas, los formatos diurnos, la selección de objetos de diseñadores, en el capitulo que dio en llamarse Bazar.

El espíritu de la cosa, según Soulier, no tuvo nunca que ver con la militancia feminista sino con “una sensibilidad femenina, que busca reunir, agrupar, generar alegría” y “por eso tuvo la aceptación que tuvo”.

Cuando el proyecto cumplió 10 años, en 2012, se empezó a pensar en hacerlo fuera de Uruguay. La elección de la ciudad fue fácil: “Nueva York es la capital cultural del mundo”, sintetiza Soulier.

Ya a esta altura, los espónsores son variados. Ronda de Mujeres en Nueva York ha sido declarada de interés ministerial por el Ministerio de Educación y Cultura, el Ministerio de Turismo y Deporte y el Ministerio de Relaciones Exteriores. A su vez cuenta con el apoyo del Correo Uruguayo, BROU y ANTEL, así como de empresas privadas.

Soulier está muy ocupada con la preparación de este evento en Nueva York y prefiere no especular sobre cuál será la próxima sede de Ronda de Mujeres fuera de fronteras. Por lo pronto, está claro que en mayo comenzará el ciclo en Montevideo, y que Sídney o Lisboa tienen más chances que Buenos Aires, aunque por ahora la expectativa es ver cómo saldrá esta reunión en Nueva York, qué se dirá de ese Uruguay tan sofisticado.

Los artistas

Juan Campodónico. Montevideo, Uruguay, 1971. Es uno de los músicos, compositores y productores más relevantes de los últimos años en Uruguay, pionero de la integración del tango y los sonidos de raíz rioplatense con la electrónica, el hip-hop y el rock. Fundador del proyecto Bajofondo junto a Gustavo Santaolalla –ganador dos veces de los premios Oscar por su música para las películas Brokeback Mountain y Babel–. Recibió cuatro Latin Grammy y el premio Carlos Gardel.

Pablo Uribe. Es artista visual. Vive y trabaja en Uruguay. Representó al país en múltiples exhibiciones, destacándose la 53ª Bienal de Venecia, Italia, con la videoinstalación Atardecer.

Magela Ferrero. Es fotógrafa, artista plástica, poeta y cantante. Representó a Uruguay en la Bienal de Venecia en 2011 con su obra A name is a trapp. Nació en Montevideo en el invierno de 1966. Trabajó como reportera gráfica en el diario El Observador y más adelante en la revista Tres. Desde 2003 trabaja de forma independiente ilustrando discos compactos, libros y revistas nacionales y extranjeras.

Rita Fischer. Es artista plástica. Nació en Young, Río Negro, en 1972. En 2000 ganó el premio Paul Cézanne y viajó a París, donde vivió durante 10 años. En 1999 representó a Uruguay en la Segunda Bienal del Mercosur, en Porto Alegre. Es egresada del Centro de Diseño Industrial, del taller del pintor Clever Lara, cursó la Escuela Nacional de Bellas Artes de Montevideo y es licenciada en Artes Plásticas por la Universidad París VIII, Francia.

Carolina Mandía. Nació en Washington, hija de padres uruguayos. Obtuvo su primer empleo en Urbana FM, en Montevideo y luego fue parte de la producción del programa Radiochicas, en Océano FM, para el cual escribía una columna sobre moda, arte y diseño. Al mismo tiempo fue DJ residente de Ronda de Mujeres entre 2003 y 2005, donde trabajó como diseñadora, especializándose en industria textil y de moda.

Brian Mackern. Nació en Montevideo, aunque vive en Estados Unidos. Es un artista que trabaja con el sonido. Compone, interpreta y desarrolla estructuras audiovisuales, en las que el estímulo auditivo dialoga con el estímulo visual. Su trabajo está enfocado principalmente en la memoria y el proceso de recordar. Es creador de “juguetes de sonido” y explora las áreas del netart y sound art.

Jessie Young y Amalia Branáa. Se conocen desde el liceo, comenzaron a trabajar juntas desde hace un año, cuando ambas se mudaron a Los Ángeles. Young integra la Fundación de Arte Contemporáneo y ha participado y sido curadora de varias exposiciones de arte internacionales. Branáa trabaja como diseñadora gráfica y fotógrafa y ha colaborado con revistas y agencias. Se mudó de Montevideo a Milán, luego a Nueva York y luego a Los Ángeles.

Fuente: El Observador