La interconexión eléctrica con Brasil impulsará un nuevo rediseño de la matriz energética de Uruguay al incorporar 500 MW de potencia.

Las primeras pruebas de interconexión eléctrica con Brasil se realizarán en febrero. Las obras del lado uruguayo están finalizadas y restan algunos detalles en la subestación brasileña de Candiota, informó el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla.

La interconexión implica el tendido de líneas de extra alta tensión y una conversora de frecuencia. Hasta ahora la interconexión con Brasil era de solo 70 MW. Las compras de energía que se hicieron en momentos críticos debieron pasar por Argentina previo paso por la conversora, de propiedad de una empresa española  con costos que superaron los US$ 500.000 diarios.

La interconexión eléctrica entre Uruguay y Brasil implicó la construcción de una línea de alta tensión de 500 kilovatios entre la subestación de UTE de San Carlos, en el departamento de Maldonado, y la denominada Presidente Medici en Candiota, en el sureño estado brasileño de Rio Grande do Sul.

También demandó la construcción de una estación de conversión de frecuencias en el departamento de Cerro Largo, próxima a la capital, Melo. La línea de tendido de cables para esta conexión que cruza la frontera por Aceguá abarcó un total de 400 kilómetros, de los cuales 350 se encuentran en territorio uruguayo.

«En lo que va de este año, si hubiésemos tenido un sistema compartido óptimo, ambos países habrían tenido una ganancia compartida de US$ 250 millones y eso es mucha plata para nosotros», destacó el Presidente de UTE.

No obstante, indicó que «ahora estamos prontos para lograr una interconexión de 500 megavatios de potencia que nos dará una iniciativa adicional para colocar energía en la región de parte de una matriz eléctrica que, diversificada, va a tener una gran cantidad de alternativas de negocio de intercambio».

Uruguay está a la espera tener voltaje de los dos lados, a los efectos de iniciar la puesta en funcionamiento del convertidor de frecuencias, «el cual oficia como un gran transformador, porque nuestro sistema tiene una frecuencia de 50 hertz y el brasileño es de 60 hertz», explicó el titular de UTE (Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas).

«Eso nos va a permitir iniciar el proceso de puesta en funcionamiento de la estación convertidora, que es un proceso que va a llevar unos meses», añadió.

Puntualizó, además, que la integración plena pasa por el despacho óptimo sincronizado entre los dos países, lo cual permitirá  compartir los excedentes de una forma que ambos ganen.

Al respecto, especificó que un «buen intercambio es aquel que permite que los países puedan asegurar su abastecimiento y aprovechar las circunstancias ocasionales de intercambio de energía».

Casaravilla consideró que la soberanía energética pasa por que cada uno de los sistemas pueda alimentar su propia demanda. «Compartir las infraestructuras es la integración», subrayó.

Uruguay tiene un sistema integrado de conexión de los servicios de energía eléctrica con Argentina desde hace más de tres décadas a partir de la construcción del complejo hidroeléctrico compartido de Salto Grande.

Fuente: Uypress.net