Llegaron 170 músicos para un encuentro que dura 9 días.

Con excelente marco de público, comenzó en Mercedes un evento único en el mundo: el Jazz a la Calle. Para su 12ª edición, llegaron 170 músicos que fueron seleccionados entre unos dos mil postulantes de todo el mundo. Alumnos de la escuela municipal, de la licenciatura de UTEC en Mercedes y las bandas Soundscape Big Band de Brasil y La Ventolera de Uruguay, fueron las encargadas de abrir el certamen.

Representantes de México, Estados Unidos, Alemania, Ecuador, Chile, Brasil y Argentina, comparten con tres bandas de Uruguay el escenario de la plaza del Encuentro, las clínicas y los diversos toques callejeros. Este año, debido a la crecida del Río Negro que alcanzó el escenario natural de manzana 20, el evento se vio en la necesidad de trasladarse hasta el otro extremo de la rambla costanera. «Este año se vio en forma patente que toda la gente de Mercedes se puso esto al hombro. Y no dudamos de que va a ser un encuentro realmente inolvidable», expresó a El País, Miriam Lamas, presidente del movimiento cultural Jazz a la Calle.

«Este año tenemos muchos músicos de Brasil, para ellos es una instancia muy importante y de hecho la mayoría de las postulaciones vienen de ese país. Vamos poder disfrutar de un músico alemán que viene a tocar con un ensamble entre argentinos y uruguayos. También de Estados Unidos, México y Ecuador. Y recibiremos a una banda del sindicato de músicos de Córdoba», explicó Lamas.

En la selección que realizan curadores internacionales entre los que se cuenta a tres profesionales franceses, se trabaja sobre la idea de que los músicos lleguen para interactuar con la sociedad. «Todo lo que ellos saben, lo entregan en forma gratuita durante toda una semana», indicó la presidente del movimiento.

Dinamizador.
El evento genera una sinergia singular con la comunidad y dinamiza el movimiento comercial.

«La hotelería realmente está colmada, pero el movimiento de todas maneras tiene una costumbre que es alojar a muchos músicos en casas de familia, porque la gente participa y le parece como que ese es el granito de arena que pone para que justamente todo esto pueda hacerse. Sería muy fácil instalarlos a todos en los hoteles, pero en realidad es una cuestión consuetudinaria en la ciudad de que los músicos vivan ese intercambio con las familias» consideró Lamas.

Si bien las actividades clásicas se desarrollan en la noche, en el escenario de plaza del Encuentro, durante el día a partir de las 10 de la mañana hacen las clínicas que se extienden hasta las 18:00. Luego viene el tiempo de los toques callejeros, en la tarde y hasta las 21 horas.
Arte callejero: Artistas locales y del exterior pintarán 33 murales

Mercedes no solo respira jazz durante nueve jornadas. Este año se sumaron una serie de propuestas que terminan de posicionar a Soriano como un sitio cultural de referencia durante enero. Una de ellas es el festival internacional de arte urbano, 33 grados, que cuenta con la participación de varios pintores latinoamericanos, entre ellos el uruguayo Damián Ibarguren, y de un artista africano. Intervendrán un total de 33 murales. «Este año se pensó, como un atractivo turístico más, darle la bienvenida a un grupo de artistas que hacen intervenciones urbanas pintando en los muros. Nos pareció interesante que la gente durante el día recorra estas obras», indicó la presidente del movimiento cultural Jazz a la Calle.

El arte urbano dio sus primeros pasos como tal en París, sobre la segunda mitad de la década de los años sesenta, cuando comenzaron a verse en los muros de la «Ciudad Luz» inscripciones con mensajes políticos realizadas con plantillas. Fue a mitad de los años 90 cuando el concepto street artcomenzó a usarse para hacer una definición del trabajo de un grupo heterogéneo de artistas, que desarrollaron una manera de expresión callejera con el uso de varias técnicas.

El director nacional de Cultura, Sergio Mautone, indicó a El País que el Jazz a la Calle «no tiene marcha atrás». «Este tipo de eventos ayuda a descentralizar la cultura, a crear nuevas centralidades en el país y es una apuesta fuerte a la inclusión, a la cohesión, a la educación, porque este movimiento convive con una escuela que convoca a unos 500 estudiantes», dijo Mautone.

Fuente: El País