Turistas de todo el mundo llegan para ver los coches.

Cada año, unas 15 mil personas visitan el histórico parque y museo Fernando García, popularmente conocido como Museo de los Carruajes.

La cifra, como aclara su director, Luis Álvez, depende de las actividades «conexas» que se realicen en el lugar, como eventos culturales, musicales, de teatro o encuentros de motocicletas o autos clásicos que suelen desarrollarse esporádicamente en el predio.

Gran parte del público está compuesto por estudiantes: cada año asisten unos 100 grupos de distintas escuelas, algo que Álvez considera como «un numero alto», teniendo en cuenta la ubicación del museo, que se encuentra al Este de la capital en el límite con Canelones (Camino Carrasco y Camino Servando Gómez).

Los extranjeros y el público local de diversas edades tampoco se pierden la exposición y representan un alto número de visitantes.

Proyecto solidario.
Además de funcionar como parque y museo, actualmente el lugar está llevando a cabo un proyecto permanente junto a la ONG Iniciativa Latinoamericana, que creó un centro juvenil que atiende a 50 niños y adolescentes de la zona de lunes a viernes de 15:00 a 19:00 horas.

El museo les presta las instalaciones para la realización de juegos, aprendizaje y apoyo escolar. «Hay también una huerta en donde los adolescentes aprenden a trabajar la tierra, a plantar, para ir generándole más conocimientos», explicó el director del museo.

Por tratarse de un museo municipal no se cobra entrada y el lugar se sustenta a través del presupuesto que le otorga la IMM que, según Álvez, ha ido en aumento en cada período.

«Eso es lo que nos ha permitido recientemente hacer una inversión en toda la red lumínica, que era tan antigua como la casa. Se hizo una inversión de 6 millones de pesos que nos permite tener la instalación eléctrica en buenas condiciones y también proyectar nuevas salas y exposiciones a partir de esa inversión», explicó Álvez.

El presupuesto, según dice, también les permite contar con una empresa de seguridad las 24 horas, una empresa de limpieza diaria, más un personal municipal «que está permanentemente trabajando en proyectos». El museo cuenta con un carpintero que es quien se encarga del mantenimiento, el cuidado así como también de la construcción de réplicas de carruajes que se utilizan en el museo. A su vez, hay otra persona que se encarga del cuidado y entrenamiento de los caballos «que son utilizados eventualmente para hacer paseos internos en el lugar». En total, son cerca de 15 personas que realizan tareas en el Parque Fernando García.

La historia.
Tanto la casa, como gran parte de la colección de carruajes fueron donados por Fernando García a la IMM en 1945, como un espacio de recreación para los vecinos, luego de vivir 15 años en el lugar. García donó 24 carruajes y actualmente el museo posee 40.

«Algunos fueron donaciones de otras instituciones del Estado. Otros fueron utilizados en películas, pero como las productoras no se los iban a llevar, nos los donaron. Y otros fueron regalos de particulares que, antes que su familia los vendiera, prefirieron entregarlos al museo», explicó Alvez.

Entre los vehículos históricos se destacan el «Landó», de 1890, que perteneció al presidente Juan Lindolfo Cuestas y otro de color rojo fabricado en Uruguay en 1880, que fuera propiedad de Máximo Santos. También está expuesto el «Break de Chaisse», fabricado en 1884, en el que desfilaron los campeones olímpicos de 1928.

De acuerdo a Álvez, «la colección de carruajes que tiene el museo es sumamente importante no solo por la cantidad de marcas sino también por los modelos que se exponen».

Fuente: El País