Una app innovadora, junto con @chanchosuy.

La aplicación para celulares «Oincs» (destinada a fomentar la colaboración ciudadana sobre lo que ocurre en las calles y a alertar sobre la presencia de inspectores), sumada a la cuenta de Twitter @chanchos uy, llegaron hasta el BID.

El gerente de la Oficina de Relaciones Externas del Banco, Marcelo Cabrol, escribió en la web Moviblog sus impresiones sobre ambos fenómenos.

«Cualquier persona que viva en una ciudad en cualquier parte del mundo probablemente está acostumbrada a la presencia ubicua y necesaria de la policía de tránsito, aunque no siempre es bien acogida. Montevideo no es una excepción», señaló.

Cabrol entrevistó a Marcelo Wilkorwsky, el creador de @chanchosuy. «Él tenía mayores ambiciones. Su éxito en Twitter derivó rápidamente en algo mucho más allá de informar sobre la presencia de la policía e incluso sobre la vigilancia del tránsito. Los ciudadanos estaban conectados entre sí para informar de lo que estaban observando en las calles. Pronto, incluso la prensa comenzó a usar la información para anunciar lo que pasaba en las calles en tiempo real. (¡Primero en saber, primero en informar!). El alboroto inicial estaba superado», indicó.

Inspirado por el éxito de @chanchosuy, Wilkorwsky, ahora con un socio, Rafael Cavestany, lanzó Oincs, una aplicación móvil destinada a fomentar la colaboración ciudadana para alertar a los seguidores de todo lo que ocurre en las calles.

«Inevitablemente, las comparaciones conWaze, la plataforma de colaboración para navegación y tránsito más grande, se dan. ¿Los usuarios de Montevideo necesitan otra aplicación de navegación?», se preguntó el gerente de la Oficina de Relaciones Externas del BID.

Rueda de carro

Wilkorwsky ganó uno de los premios de Idear Soluciones que le fue entregado en Washington en 2015. Se trata del evento insignia del Banco Interamericano de Desarrollo en materia de innovación y creatividad.

Al recibirlo, dio una voltereta hacia atrás, lo cual dejó de mandíbula caída al auditorio. «El truco real es la historia de Oincs en sí mismo: cómo se sobrepuso a una controversia de menor importancia para convertirse en una herramienta para mejorar las relaciones entre los gobiernos y los ciudadanos. Y, más aún, se trata de otro ejemplo sobre cómo nuestra gente está encontrando formas innovadoras de resolver los retos de desarrollo más acuciantes», escribió Cabrol.

Fuente: El País