La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció los avances de Uruguay en materia de vacunaciones. El representante de este organismo, Eduardo Levcovitz, resaltó que las campañnas nacionales permitieron una importante reducción de la hospitalización por enfermedades Agregó que esto implicó, para el sistema de salud, una disminución en la carga de gastos de esas enfermedades, lo que permitió redireccionar recursos.

El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Eduardo Levcovitz, entregó al Gobierno elCertificado del Comité Internacional de Expertos de Eliminación del Sarampión, Rubeola y Rubeola Congénita. “Lo viene logrando Uruguay en forma contínua desde hace seis o siete años”, elogió.

Levcovitz consideró indispensable mantener este logro, de manera que la certificación, que se repite cada cinco años, continúe en poder del país. “En 2017 comienza el nuevo ciclo de evaluación que se realiza por vigilancia, notificación, por pruebas de laboratorio y por la propia cobertura”, agregó.

La entrega de esta certificación se concretó en el marco de la Semana de Vacunación de las Américas, durante la presentación de la campaña de vacunación antigripal 2016 del Ministerio de Salud Pública (MSP).

El titular en Uruguay de la Organización Panamericana de la Salud informó que la región de las Américas tiene una cobertura cercana al 100 % y cuenta con un programa de inmunizaciones muy amplio. Según indicó, es la única región que cuenta con un mecanismo solidario y exigente de adquisición de vacunas, para lo cual se estableció un fondo rotatorio.

“Hoy todos los países de la región compran casi todas sus vacunas a precios que van de 25 a 30 % de los precios del mercado. En los casos de vacunas de introducción muy reciente, puede llegar a 45 o 50 %, pero es un mecanismo que permitió, de forma efectiva, concretar la cobertura con un amplio plan de inmunizaciones”, explicó el representante de la OPS.

Uruguay tiene cobertura por todo el territorio para garantizar la protección. Según el jerarca, el principal desafío es el mantenimiento de las coberturas y la repetición permanente. El país, junto con otros estados como Canadá, Cuba, Chile y Brasil, logró reducir la hospitalización por enfermedades inmunoprevenibles.

Levcovitz consideró que, para el sistema de salud, esto significa una disminución en la carga de gastos y cuidados necesarios para atender esas enfermedades, lo que permite redireccionar recursos a otros fines. “La cobertura y la amplitud del programa de vacunación son contribuyentes importantes al esfuerzo de universalizar las atenciones y los cuidados del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS)”, indicó.

Desafíos

Levcovitz opinó que, entre los desafíos, se encuentran las “nuevas vacunas” o “vacunas renovadas” como la de HPV (Virus del Papiloma Humano) y otras vinculadas a protección de adultos.

También resaltó la importancia de la vacuna del virus influenza (de la gripe). Explicó que este virus es de alta mutación, lo que implicó que en el invierno del Hemisferio Norte se detectara la prevalencia de tres nuevas cepas que obligaron a realizar una actualización.

“Al introducir nuevas cepas en el corazón de la vacuna, los estudios de bioseguridad se vuelven indispensables. Es casi producir una nueva vacuna”, argumentó.

Dijo que se trata de una vacuna de “alta protección” y que, aunque la composición biológica sea diferente, los procedimientos y el grado de protección esperado es el mismo de años anteriores.

En otro orden, destacó que se acerca de manera significativa la posibilidad de contar con una vacuna contra el dengue. Informó que hace dos semanas que hay comprobación laboratorial in vitro de una vacuna protectora. “El esquema de producción industrial no es instantáneo a todas las comprobaciones, pero estamos muy cerca”, auguró.

Agregó que, desde el punto de vista de la ingeniería genética, esto abre la posibilidad de avanzar hacia una vacuna para zika y chikungunya, lo que en los próximos años significaría una ampliación importante de las posibilidades de inmunoprevención, pero también significaría una elevación del costo integral del Programa de Inmunizaciones. “La introducción de vacunas basadas en nueva tecnología, diferenciada y originaria de la ingeniería genética implicará, en los primeros diez años, un costo bastante elevado”, concluyó.

Fuente: Presidencia – Foto: uruguay.campusvirtualsp.org