Dos siglos después del comienzo del proceso de creación de la primera Biblioteca Nacional, la entidad aspira a convertirse en un referente regional.

“Fue desde un pobre campamento en Purificación, donde todo faltaba, que José Artigas ordenó a Larrañaga la creación de la biblioteca pública, comenzó por repasar la ministra de Educación y Cultura, María julia Muñoz al hablar el pasado viernes en el acto de lanzamiento de los festejos por el 200 aniversario de la Biblioteca Nacional.

El acto contó con la participación, además, del director Nacional de Cultura, Sergio Mautone, y de la directora de la Biblioteca Nacional, Esther Pailos.

“Es tal la jerarquía, el orden de prioridad que le asigna a esa decisión que el prócer lo “convierte en santo y seña de su ejército popular en la consigna de ‘“sean los orientales tan ilustrados como valientes”’, añadió la ministra, al recordar que no fue desde una posición de abundancia o prosperidad que se imparte el mandato.

“Artigas visualizó con claridad la fortaleza de una nación, incluso de una nación en guerra que no radicaba solo en el coraje y las armas, sino en la educación y la cultura”, añadió.

En cuanto a los desafíos que tiene la Biblioteca Nacional, Muñoz dijo que deberá transformarse en una institución modelo, referenciada en la región y el mundo como un paradigma a imitar.

“Somos conscientes que se requiere de recursos materiales y humanos importantes y conocemos más que nadie las restricciones que la responsabilidad recomienda en el manejo de la economía”, sostuvo Muñoz en el comienzo de su alocución.

“Al escuchar las noticias internacionales, crece nuestra conciencia de las tormentas y amenazas que se ciernen sobre nosotros, un país pequeño, rodeado de gigantes que atraviesan serias dificultades, pero la Biblioteca Nacional con paciencia y responsabilidad se irá fortaleciendo, modernizando, actualizando y poniéndose al día con las mejores de su tipo en el mundo”, apuntó.

Posteriormente señaló que en este espacio se conserva la historia del país y el saber desarrollado en todas sus manifestaciones. “Es un acervo invaluable y nos pertenece a todos los uruguayos”.

Muñoz confía en que los avances la vayan convirtiendo en una institución moderna, amigable que seduzca y reclute a toda suerte de estudiantes e investigadores, a los jóvenes, y también a los niños. Se creará un rincón infantil, un espacio para los más pequeños y se instalará una cafetería para que los estudiantes, lectores e investigadores tengan un momento de descanso o de enriquecedoras tertulias.

La Sala Vaz Ferreira, de excelente acústica, será utilizada para la muestra de música acústica y de autor, de todas las épocas, es una sala de excelencia por su programación y calidad.

Informó que antes de fin de año se realizará un llamado público y abierto para la gestión de esta sala para que de forma transparente se identifique a los gestores y productores culturales más calificados y avanzar así en una primera experiencia de gestión.

“La jerarquización de la Biblioteca se inscribe en la línea de protección y desarrollo de nuestro patrimonio. Los bienes allí guardados deben ser preservados y custodiados”, indicó.

La actividad de este viernes incluyó una visita guiada por las instalaciones de la Biblioteca a cargo del colectivo artístico “Imaginateatro”, de Paysandú. En el transcurso de la visita, una de las integrantes del grupo contó la historia de la institución.

Los visitantes pudieron acceder a una exhibición de una parte del acervo patrimonial que custodia la institución, conformado por pertenencias de autores uruguayos como Delmira Agustini, Julio Herrera y Reissig, Florencio Sánchez, Juana de Ibarbourou, Juan Zorrilla de San Martín, José Pedro Díaz, Amanda Berenguer y Juan Carlos Onetti, entre otros.

También se aprovechó la oportunidad para presentar la agenda de actividades a desarrollarse en lo que resta de este año y en 2016 y se exhibió una animación 2D sobre la historia de la Biblioteca.

Fuente: Presidencia