Alfredo Lérida habla del único grupo uruguayo que juega en las ligas mayores del tango y que ha recibido premios y agota funciones en todo el mundo; Uruguay lo declaró «Marca País»

Tango Lovers, una de las tres compañías de tango más importantes hoy en el mundo (y la única uruguaya de ese podio), la que ganó dos veces el premios ACE al mejor espectáculo del año en Nueva York (en 2015 y 2017), la que tiene a la mejor bailarina del mundo (María Noel Sciuto), y agotó localidades en el Auditorio Nacional del Sodre el año pasado, suma un reconocimiento: ahora es Marca País.

Se trata de la primera compañía de tango socia de esta designación, reservada a aquellas personalidades públicas que alcanzaron una destacada proyección internacional y representan al país en distintas disciplinas como deporte, música, arte, danza o gastronomía. Ahora, la compañía que dirige Alfredo Lérida va a representar a nuestro país en su próxima gira mundial, donde visitarán Estados Unidos, Turquía y China.

“No me creo mejor ni peor que nadie, pero sé que tengo algo diferente a lo que se hace”, dice a El País Lérida, quien además es el cantante del grupo aunque reconoce que “la compañía es la protagonista porque un espectáculo no es el cantante, y eso que yo soy el que canta en el show”.

El año pasado, Tango Lovers regresó a Uruguay con Yo soy Tango, un show al estilo Broadway que contó con más de 20 artistas en el escenario y una cuidada calidad técnica. Con ese mismo espectáculo con el que en marzo agotaron siete funciones en el Teatro las Conde de Santiago de Chile. Su gira mundial tiene 16 fechas confirmadas en Estados Unidos, tres en Turquía y 17 en China.

El País habló con Lérida sobre su pasión por el tango, las influencias para realizar sus espectáculos, cómo es cantar tango en China y su próximo espectáculo, que esperan traer a Montevideo el año próximo.

—Con Argentina, Uruguay impulsó al tango como patrimonio inmaterial de la humanidad, pero no hay muchos espectáculos en nuestro país.

—El tango no es apoyado. Y estamos equivocados porque en Argentina es una gran fuente de trabajo, y nosotros lo usamos como cultura, nada más. Y el tango es empresarial, es cultura y también es nuestro patrimonio, que deberíamos de saber proteger. O quizás no queremos hacerlo, no lo sé. Por ejemplo veo el profesionalismo que hay en Argentina, y es un concepto totalmente diferente al de Uruguay.

—Su compañía se ha presentado en el mundo, llevándose premios en el camino.

—Es un orgullo. Que los premios ACE de Nueva York se hayan fijado en nosotros ya era importante, porque no somos una compañía que está trabajando desde hace décadas. Recién hace nueve años que somos una compañía grande.

—El año pasado estuvieron en Uruguay, pero con solo dos funciones. ¿Por qué?

—Estuvimos en agosto en el Adela Reta, y este marzo hicimos siete funciones en Chile, y es ridículo que acá no se puedan hacer más funciones. No sé a qué se debe eso.

—Ahora continúan su gira por el mundo.

—Casi todos los días vamos a estar viajando. Recién en China vamos a tener tres días libres, durante las tres semanas que vamos a estar viajando por todo ese país.

—Uno no imagina países como Turquía o China como consumidores de tango, pero por lo visto lo son.

—Sí, es la segunda vez que vamos a China y son teatros enormes y están siempre llenos. Te hace sentir como Ricky Martin por cinco minutos, porque a la salida hay miles de personas esperando un autógrafo.

—¿Cómo se consume el tango fuera de las fronteras del idioma?

—El mundo busca baile y música combinados, porque si no, no lo entienden. Entonces si no le buscás la vuelta para que se entienda lo que se está cantando, no se va a entender.

—¿Cómo se concibe un espectáculo de tango, como si fuera hecho en Broadway?

—Creo que tengo esa ventaja por haber vivido muchos años en Estados Unidos. De ver espectáculos le sacás ideas, entendés lo que sirve y no hacer. También me sirvió haber vivido siete años en Nueva York, y el concepto de espectáculo que hacemos es de élite. Somos una compañía de 26 personas que viajan con nosotros.

—¿Cómo logra tener 26 personas comprometidas para viajar durante todo un año con este show?

—Tenemos un elenco espectacular. Admiro a mis compañeros porque fueron ellos los que posicionaron a la compañía y si bien hay de distintos países, es uruguaya. Y el concepto que le damos de dinámica, hay un vestuario para cada época, porque en Yo soy tango hacemos un repaso por los distintos momentos del tango. Además, hay gente que hace mapping, y creo que eso llama la atención, como pasó acá, donde en pocos días se vendieron casi 4.000 entradas.

Tango Lovers, una compañía de danza que brilló en el escenario del Auditorio del Sodre. Foto: Candela Sánchez, gentileza Auditorio Nacional
Video de la compañía Tango Lovers

—¿Cuándo regresa a Uruguay?

—Estamos coordinando fechas con el Sodre, quiero volver en marzo o abril, porque estoy cansado del frío de acá.

—¿Viene con un nuevo espectáculo? ¿Ya tiene pensado cuál va a ser la temática?

—Sí. El próximo espectáculo se va a llamar Mirando al Sur. Tengo la idea de contar la historia de la inmigración que llegó al Uruguay, va a ir por ese lado. Porque yo estoy en el extranjero y también estoy mirando al sur. Ese es el concepto que quiero tomar para el espectáculo, para el que tengo varias ideas.

— ¿Cuándo surge su gusto por el tango?

—Mi papá siempre cantó, y los genes de la música los llevo en la sangre. De joven me molestaba el tango, porque se lo ponía a escuchar temprano, cuando llegaba del baile.

—Así que el tango es un gusto adquirido.

—Sí, el tango es un gusto adquirido de grande. Creo que se debe al haberme ido tan jovencito, tenía 19 años, y empecé a crear una nostalgia por el país. Porque extrañas tu barrio, las costumbres y amigos. Y la sangre tira, y creo que eso fue lo que me hizo acercarme al tango. Como también lo fue haber conocido a Rubén Juárez, quien me ayudó a que me gustara el tango.

—¿Tiene algún cantante de tango como referente?

—Mis referentes son Julio Sosa, Jorge Falcón, Rubén Juárez. No son los viejos, porque me gusta esa manera de cantar que presentaron ellos. Y me di cuenta que el tango cuenta la vida, puede que no la tuya, pero es la historia de personas, y eso es lo que más me gusta, contar y cantar historias.

Fuente: El País