En una columna publicada éste domingo, el autor sugiere que el gobierno británico debería tomar varias alternativas para mejorar el camino por el que está transitando, una de ellas es tener un primer ministro como Mujica

El presidente José Mujica tuvo otra aparición estelar en medios internacionales pero esta vez no se trató de un perfil; fue incluido en lo que el autor Andrew Simms, columnista de Economía del periódico británico The Guardian de Londres, llamó “Tierra Buena” (Goodland en inglés). Un lugar en donde para él se combinan las mejores prácticas económicas y sociales del mundo y en el que se logra un ideal en el que “seguramente querrías vivir”.

La nota se titula “Juguemos a la Economía de fantasía. Las cosas podrían realmente mejorar – ¿Una nación orientada a la familia, justa, justa socialmente y de propiedad mutual? Existe, simplemente que no está todo en el mismo lugar”.

“¿Tú crees que no hay alternativas a cómo están las cosas, que los tiempos son difíciles y las decisiones también? ‘Entonces ven a Tierra Buena’”, comienza diciendo. “Su presidente niega la mansión presidencial. Regala 90% de su salario y vive con el promedio nacional para cooperar en la lucha de su gente”. Y continúa describiendo que en “Tierra Buena hay una nueva constitución, escrita por su gente. Cuando el sector financiero cayó, los especuladores tuvieron que ir a la corte con la culpa, y no los perdonaron. Además es un país con un sistema financiero que es en su mayoría propiedad de la gente y evita tomar riesgos grandes ayudando negocios pequeños. Por otra parte, “en Tierra Buena el bienestar humano es más importante que el crecimiento económico. Hay un plan nacional para el bien vivir” y enumera unas cuantas leyes que hacen que esto pase. Dice además que las ciudades en Tierra Buena son ecológicas y la comida es orgánica. Planean para 2017 no utilizar más combustibles fósiles. Y se puede elegir tener una semana más corta si se quiere. Esto, entre otras cosas.

Finalmente el autor conecta todas estas presuntas utopías a las realidades de distintos países. “Tierra Buena existe, pero está un poco dispersa. Cada aspecto puede disfrutarse en el mundo real, pero no en el mismo lugar. Es como el fútbol de fantasía, en donde construyes tu propio equipo eligiendo a los mejores jugadores, pero mejor. Las Economías de Fantasía no se limitan por la oferta de los protagonistas, sino por el crecimiento que se genera de emular las mejores prácticas en donde sea que las encuentres”, dice el autor, finalmente identificando que el presidente nombrado anteriormente es “José Mujica de Uruguay. Que vive con alrededor de 450 libras por mes. Su guardia presidencial es de dos policías y una perra de tres patas. Maneja un escarabajo de 1987 y critica el modelo de desarrollo de los países ricos, reprendiendo a otros líderes por su “ciega obsesión de crecimiento con el consumo”. El ejemplo de los bancos y los especuladores aclara Simms es Islandia. La ciudad que decide cómo gasta cada porción de su dinero es Porto Alegre. Alemania es el país cuyos bancos dedican sus negocios a pequeñas empresas y que son propiedad en su mayoría de mutuales y no se arriesgan a la especulación. Nombra a la cooperativa Mondragón de España, que es propiedad de 80.000 empleados. De los holandeses destaca que pueden pedir trabajar menos días por semana y de Bhutan que mide su éxito no por el PIB sino por la Felicidad Interna Bruta. Bolivia es la parte ecologista de Tierra Buena, por su Ley de Derechos de la Madre Tierra, mientras que Nicaragua es el país que se comprometió para el 2017 a no usar más combustibles fósiles. Nombra también el plan ecuatoriano para una buena vida. Finaliza criticando a su país, el Reino Unido, citando el ejemplo de Dinamarca, que brinda salud y educación gratis, ayuda para los veteranos y casi tres cuartos del costo del cuidado de los niños. Sugiere que su país tiene muchas alternativas para mejorar el camino por el que está recorriendo y dice que Tierra Buena debería ser una. Se pregunta: “¿por qué no construirla o crearla? En otras palabras, a Simms le gustaría que Mujica sea el nuevo primer ministro del Reino Unido.

Fuente: El Observador

Ver nota original en The Guardian