Tras liderar la VIII Asamblea de la Agencia Irena, realizada en Abu Dabi, la ministra Carolina Cose, aseguró estar convencida de que el mundo necesita un cambio energético, aunque reconoce que aún «no está preparado».

La VIII Asamblea Internacional de Energías Renovables se desarrolló entre el sábado 13 y domingo 14 de enero en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, y contó con la asistencia de más de 1.100 representantes de 150 países. En la oportunidad la ministra Carolina Cosse asumió la presidencia de Irena, tarea que ejercerá junto a la directora nacional de Energía, Olga Otegui.

Según dijo Cosse a la agencia EFE, las energías renovables, cuyo precio de producción en 2020 competirá con el de los combustibles fósiles, según un informe presentado en la Asamblea, es la «gran oportunidad» para «los olvidados», aquellos que no tienen acceso a la energía.

«Tenemos muchos lugares en el mundo donde la población tiene accesos vergonzantes a la energía, y las energías renovables son una gran oportunidad de que los olvidados de siempre puedan tener acceso a la energía, por lo que creo que más que un desafío es una obligación mundial», agregó Cosse. Apunto además que la falta de «solidez democrática» y el «acceso a fondos» que promuevan el uso de las energías limpias son algunos de los mayores obstáculos a los que se enfrentan hoy las “renovables”.

Las expectativas de Cosse es que el mundo pueda ver «pronto» los efectos reales derivados del uso de estas energías ya que, considera, son consecuencias que «realmente se ven rápido».

Según Cosse, el principal mensaje que Irena ha querido lanzar al mundo en su VIII Asamblea es que las energías renovables son «imparables» y que hay una «gran oportunidad» en el sector energético, además de mostrar al planeta que la Agencia es «una organización consolidada que quiere cambiar el futuro».

La agenda de la Asamblea incluyó el lanzamiento de una «Comisión mundial sobre geopolítica de la transformación energética», la cual nace con el objetivo de estudiar y analizar las implicaciones geopolíticas derivadas de la transformación energética, que hasta ahora han estado basadas mayoritariamente en cuestiones relacionadas con el petróleo y el gas.

«El tema geopolítico me parece un tema central; la energía siempre ha sido un tema central en el desarrollo de la producción mundial en toda la historia de la humanidad, la energía fue lo que permitió las revoluciones industriales, así que la energía siempre ha tenido un rol importante en la distribución de poder en el mundo», subrayó. Cosse considera que el impulso de las energías renovables afectará «favorablemente» a las regiones en conflicto cuyas economías están sustentadas en los hidrocarburos.

Además, aseguró que la asamblea busca «redoblar esfuerzos en el transporte eléctrico y la investigación científica».
«Los vehículos eléctricos son el futuro en todas partes y en Uruguay tenemos una voluntad política por promoverlo», apuntó.
Cosse, es la primera mujer en presidir la asamblea general de Irena, cuya sede está en Emiratos Árabes Unidos, y considera el hecho de haber sido elegida para este cargo como un «gran honor» para Uruguay, así como una «consecuencia natural» por el trabajo que se ha realizado en los últimos diez años para «cambiar la matriz energética», proceso que comenzó hace 10 años y que permitió que hoy el 97 % de la potencia que genera el país provenga de fuentes limpias.

Cosse explicó a EFE que Uruguay logró sustituir, en parte, su fuerte dependencia de la energía hidráulica por la eólica, la originada por biomasa y la solar para combatir las condiciones de estacionalidad e imprevisión ocasionadas por el cambio climático. Como consecuencia, en 2017 Uruguay produjo el cien por cien de su energía a través de renovables. «Al día de hoy el país lleva cinco años sin importar energía eléctrica y se ha consolidado como exportador a países como Brasil y Argentina», subrayó.

Sin embargo, Cosse manifiestó que «queda mucho por hacer: hemos logrado abatir bastantes costes, pero tenemos que trabajar en los desafíos para trasladar los beneficios a los ciudadanos».

En este sentido, señaló que el cambio de esquema energético que deben llevar a cabo los países «hay que gestionarlo para ver cómo se aprovechan las oportunidades» desde un desarrollo integral que «culmine con una transformación industrial».

Fuente: Marca País en base a Efe