Santi Urrutia tendrá la chance de probar un auto de la máxima categoría de Estados Unidos.

Podrá ser en el autódromo de Lexington de Mid Ohio, tal vez en el Sonomo Raceway de California o podrá ser otro escenario. Pero si bien no está definido el día y lugar, sí es un hecho que el equipo Schmidt Peterson Motorsport (SPM) ofreció a Santiago Urrutia tomar contacto con un auto de la IndyCar, máxima categoría de automovilismo de EEUU.

Desde aquella jornada aciaga de 1999 para el deporte motor en Laguna Seca, cuando el gran Gonzalo «Gonchi» Rodríguez perdiera la vida, ningún otro piloto uruguayo volvió a pilotar un auto de esa categoría.

Dado el gran presente de Santiago Urrutia en la IndyLights y su notable vínculo profesional con el equipo Schmidt Peterson Motorsport, es que la escuadra estadounidense ofreció al coloniense realizar una prueba completa en uno de sus monoplazas de la IndyCar.

Sea cual sea el destino deportivo del joven piloto coloniense en 2017, 2016 quedará marcado a fuego. Diecisiete años después de aquel fatídico 11 de setiembre y con apenas 19 años, otro piloto uruguayo vuelve al círculo máximo del automovilismo estadounidense.

Ante tan significativa noticia para el deporte motor de Uruguay cabe una reflexión y es la similitud entre aquello logrado por el gran Gonchi y este logro de Urrutia: ambos alcanzaron la cima por exclusivo mérito propio.

Tanto Urrutia como el equipo SPM tienen en claro que la prueba no puede distraer ni un segundo el gran objetivo 2016 que es el título de la IndyLights y de allí que se esté buscando el mejor momento para el ensayo en el IndyCar, algo que quedará resuelto en las próximas horas.

Y a partir de esta fantástica noticia, surge una interrogante: ¿La invitación del Schmidt Peterson Motorsport puede tener alguna relación con el futuro deportivo de Santiago Urrutia?

Aunque es muy prematuro para sacar conclusiones, sí es evidente que el propietario de la escuadra –Sam Schmidt–, está encantado con el rendimiento de Urrutia en IndyLights. Tal vez la respuesta a la pregunta pueda estar en una expresión bastante frecuente de Sshmidt: «No nos gustaría tener a Santiago Urrutia como rival».

Solo hay una cosa que es bien cierta: a este nivel, nadie invita a un piloto a probar un auto de este porte si no hay algo más.

Que sea antes del receso

Se busca concretar la prueba antes del receso de la IndyLights que comienza el 1º de agosto y se extiende durante todo ese mes. Lo ideal es insertar la prueba durante el mes de julio, mes en el cual Urrutia tiene tres fines de semana de carreras. Pero entrado el receso, el coloniense regresará de inmediato a Uruguay para evitar gastos en EEUU ante su acotado presupuesto. Volver en agosto para hacer la prueba tiene dos desventajas: añadir un gasto de traslado no previsto y que tomaría al piloto coloniense sin el rodaje que obviamente si tendrá en julio.

La mejor opción en ese esquema sería Mid Ohio el 21 de julio, unos días antes de que Urrutia llegue allí para competir por la IndyLights el 30 y 31.

Ese sería el escenario más favorable para la prueba pero la última palabra la tiene el Schmidt Peterson Motorsport.

El auto de indycar

Schmidt Peterson Motorsport pondrá en manos del joven piloto uruguayo uno de los monoplazas titulares de la temporada actual de la IndyCar. Se trata de un chasis Dallara equipado con motor Honda de seis cilindros en V y 2200 cc sobrealimentado con turbocompresor, lo que supone una potencia de 550 a 700 HP con un límite de 12000 RPM. El chasis de la empresa italiana está construido con materiales como fibra de carbono y kevlar. El auto utiliza neumáticos Firestone Firehawk. La caja de velocidades es secuencial marca Xtrac de mando en el volante con 6 cambios hacia adelante y reversa. El combustible utilizado es E85 que refiere a una mezcla de 85% de etanol y 15% de nafta.

Un monoplaza de IndyCar en el óvalo de Indianápolis o similares es capaz de alcanzar una velocidad de 400 kl/h. De hecho, el equipo Schmidt Peterson Motorsport logró la pole para las recientes 500 Millas 2016 con su piloto James Hinchcliffe a una velocidad promedio para la vuelta de 371.362 kl/h. El peso en orden de marcha de un IndyCar supera levemente los 700 kilogramos.

Fuente: El Observador