Uruguay está primero en América Latina en relación a su población en cantidad de trasplantes de órganos y tejidos, con un promedio de 140 intervenciones de este tipo de riñón, 25 de hígado y 140 injertos de córnea al año, sumados a las cardíacas y otros procedimientos.

Con una serie de actividades de promoción y difusión, el Ministerio de Salud Pública (MSP) conmemora este domingo el Día Nacional de la Donación y el Trasplante en Uruguay.

En la historia de Uruguay se han realizado más de 2.000 trasplantes de riñón, cifra que lo coloca numéricamente como el más importante, no así por lo que significa en el impacto de la vida de la persona, como puede ser uno cardíaco o algunos hepáticos, porque en estos casos del procedimiento depende la vida.

En cuanto a la insuficiencia renal crónica, que es una de las patologías que se tratan con el trasplante de riñón, es muy beneficiosa para la calidad de vida del paciente y también para el país, porque económicamente es más costo-efectivo ese procedimiento que el tratamiento del órgano enfermo.

«De todas formas, con una u otra acción, los pacientes pueden sobrevivir, porque cuentan con tratamientos alternativos como la diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal)”, indicó la directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos, Milka Bengoechea.

En Uruguay se han efectuado más de 3.000 trasplantados de órganos y tejidos, aseguró la jerarca en una entrevista publicada en la web de Presidencia.

En términos comparativos con la región y el mundo, Uruguay está bien posicionado en esta materia.

En 2014 el país mostró las mejores cifras de América Latina, en relación a su población.

Bengoechea advirtió que igual no se puede estar conforme del todo, dado que la lista de espera de uruguayos por un órgano o un tejido para mantener su vida o mejorar su calidad sigue siendo importante.

“La sociedad uruguaya es muy solidaria y el instituto y los equipos de trasplantes desarrollaron una actividad importante, pero siempre es insuficiente para las necesidades que se tienen”, reflexionó.

Al año se registra una lista de espera que ronda los 1.200 pacientes.

“Tenemos un déficit entre lo que estamos dando y lo que se necesita”, agregó.

“Esto es así acá y en cualquier lugar del mundo. Hay una diferencia entre la necesidad asistencial y lo que se logra trasplantar, pero esto no depende en nuestro país de una actitud de no solidaridad de la población. A partir de la vigencia de la nueva ley, pro9mulgada en 2012, se constató que se portó como una sociedad con criterios altruistas y solidarios”, aseguró.

La primera ley de trasplantes se aprobó en Uruguay en 1971 y tenía lo que se llama “un modelo de consentimiento expreso”, es decir que para ser donante la persona debía expresarlo de modo expreso en ese sentido.

En 2012 se promulgó la Ley 18.968, que cambió el modelo de la donación por lo que se llama el “presunto”.

“Ahora todos los uruguayos somos donantes a no ser que hayamos expresado en vida que no queremos serlo. Se informa a la familia que la persona no tiene una expresión de voluntad negativa, por lo tanto a nivel de la legislación se considera que lo es”, explicó Bengoechea.

Añadió que la sociedad respondió muy bien a este cambio y que hay muy pocos casos de negativa familiar.

Fuente: Radio Monte Carlo