María Noel Riccetto e Igor Yebra opinan del diseño de Agatha Ruiz de la Prada

Ayer al mediodía en el escenario del Auditorio Nacional Adela Reta fue el lanzamiento para la prensa del ballet La bella durmiente, que el Ballet Nacional Sodre presentará desde el 15 al 29 de marzo. Ya hay 13 mil entradas vendidas, y las localidades valen entre $ 60 y $ 890 y se venden en Tickantel.

Este ballet clásico, sobre música de Tchaikovsky, cuenta con coreografía de Mario Galizzi, y las coordinadora de vestuario es Paula Villalba. Si bien todavía no está pronto el calendario de los elencos, ya se sabe que en la función de estreno bailará Riccetto.

En la conferencia de prensa se exhibió una de las escenografías de La bella durmiente, realizada por Hugo Millán, y algunas piezas de vestuario diseñadas por Agatha Ruiz de la Prada, vestuario que expresa cierto aire de vanguardia y cuya comodidad está siendo objeto de diversos comentarios.

La primera bailarina María Noel Riccetto dijo al respecto: “Cómo va a ser bailar con este vestuario recién lo voy a poder decir después del estreno. Pero tuvimos la posibilidad de usar uno de los tutús en un ensayo: es un poco más pesado, por tantas pelotitas que tiene. Y hay que hacerle unas modificaciones porque en algunas partes de trabajo con el compañero se hace más difícil. Pero creo que se está trabajando en eso. Me saca de lo convencional. Para mí La bella durmiente siempre fue un ballet dorado, de glamour, de corte. Entonces ponerme un tutú fucsia, que además no es mi color favorito”. Y agregó: “Nunca había pensado hacer La bella durmiente rodeada de pelotas”.

Por su parte, Igor Yebra, director artístico del BNS, aportó otra perspectiva: “Creo que ahora no nos damos cuenta de lo que está ocurriendo, de lo que está surgiendo. Yo he tenido la oportunidad de bailar los Ballets Rusos de Diáguilev, con vestuario y escenografía de Picasso, y era una auténtica maravilla. Cuando veías a los compañeros, veías una pintura en movimiento. Y creo que es lo que va a suceder aquí”.

Consultado Yebra por El País sobre la relación entre un vestuario experimental y la comodidad del bailarín, dijo: “El vestuario de ballet, cómodo, cómodo no es. Y éste no es el más incómodo. Yo he bailado con vestuarios mucho más incómodos todavía. En este caso es complejo, porque hay un montón de bolas y de elementos. Antiguamente se hacían vestuarios mucho más difíciles de llevar”, justificó el artista vasco, aclarando que los vestuarios más contundentes son de corte, del rey y la reina. “Ellos no bailan, y van con toda la parafernalia”.

Por su parte, Hugo Millán explicó que “Agatha Ruiz de la Prada, que somos de una misma generación, tiene una impronta muy fuerte, y en el escenario todo tiene que dialogar en una misma línea. Y mi concepto escenográfico es que Agatha pone las grageas de colores y yo pongo la torta de merengue blanco. Salvo en el segundo acto, que es más un delirio.”

Hugo Millán acaba de ser nominado a un premio que despierta gran expectativa: los telones para El corsario, que fueron realizados por el Sodre y el escenógrafo Hugo Millán, y que fueron comprados por el Ballet Nacional de Hong Kong, han sido nominados en China para el Hong Kong Dance Awards. El resultado del premio se sabrá el próximo 20 de abril, pero la nominación ya es en sí una distinción de relevancia internacional.

Fuente: El País