La mortalidad neonatal se ubicó en 5,1 por cada 1.000 nacimientos en 2017, dato que confirma la reducción de este indicador que en 2014 se ubicó en 7,6 por cada 1.000 nacimientos.

La subdirectora del Hospital de la Mujer, Victoria Lafluf, explicó que estos resultados son producto del compromiso de equipos médicos y no médicos del Centro, de Facultad de Medicina y del primer nivel de atención. Los datos fueron revelados por las autoridades del Hospital de la Mujer, servicio del Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR), y corresponden a datos del 2017 del Sistema Informático Perinatal.

La mortalidad neonatal se ubicó en 5,1 por cada 1.000 nacimientos en 2017. Esto representó 32 fallecimientos (19 de niños menores de siete días, 11 de niños de siete días o más, y dos de 28 días o más que se conoce como mortalidad post neonatal). Si se tuviera en cuenta exclusivamente los menores de 28 días, el indicador se reduce a 4,8 por cada 1.000 nacimientos. Según estos datos, la tendencia continúa a la baja: en 2014 era 7,6; en 2015 era 6,7 y en 2016 fue 5,2 por cada 1.000 nacimientos.

Marcos Carámbula, presidente del directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), subrayó los niveles de control de las embarazadas y destacó que el 78 % presenta más de seis controles y más del 90 % se controló alguna vez durante la gestación. “Todo esto explica por qué tenemos ese descenso de la mortalidad neonatal y una cifra casi nula de mortalidad materna”, sostuvo.

Por su parte la subdirectora del Hospital de la Mujer, Victoria Lafluf, relacionó este logro con la reducción de la prematurez, cuyas cifras también bajaron. Explicó que el porcentaje de recién nacidos con serología luética positiva (sífilis) disminuyó a solo el 0,6 %. Añadió que no se registraron casos de VIH positivo a nivel materno y neonatal.

En lo que respecta a cesáreas, el año pasado representaron el 27% del total de nacimientos. Si bien la cifra no registró un nuevo descenso, el hospital se encuentra por debajo de la media nacional.

En este contexto, Lafluf aclaró que el porcentaje de cesáreas debe ser interpretable y contextualizable en cuanto a los resultados de la mortalidad infantil. “La cesárea muchas veces está bien indicada y cuando lo está, es correcto que se realice”, enfatizó.

Lafluf recordó que todos estos indicadores se alinean a los Objetivos Sanitarios Nacionales. “Esto es producto del trabajo técnico de todos los integrantes del equipo médico y no médico del hospital, de las pautas y protocolos establecidos en conjunto con las clínicas de Facultad de Medicina, y también del trabajo institucional en conjunto. El Hospital de la Mujer recibe a las mamás y es aquí donde tenemos los nacimientos de gran parte de las usuarias de ASSE. A un alto porcentaje de ellas las controlamos en las policlínicas de alto riesgo, pero sobre todo tenemos el control en el primer nivel de atención”, destacó.

Fuente: Presidencia