El gigante informático recopiló datos de su aplicación de mapas para realizar la comparación

Los uruguayos redujeron su movilidad hacia lugares de recreación un 75% desde que se declaró la emergencia sanitaria, según datos recogidos por Google. Se trata de lugares como shoppings, restaurantes, cines, librerías y cafés.

Si bien en Uruguay no se declaró la cuarentena obligatoria como en otros países de la región y del mundo, la recomendación de no salir, siempre que se pueda, la suspensión de las clases a todos los niveles y el cierre de lugares como shoppings y otras tiendas, redujeron drásticamente la movilidad de los uruguayos en las últimas tres semanas.

Además de los lugares de recreación, también cayó casi un 80% la movilidad hacia parques y lugares al aire libre, un 45% hacia tiendas de comida y farmacias, un 71% hacia paradas de ómnibus o lugares de transporte público y un 35% hacia los lugares de trabajo.

La única movilidad que aumentó en las últimas tres semanas, según los números de Google, fue hacia las viviendas. En este caso, para el total de los uruguayos, ese tipo de movilidad aumentó un 22%.

La plataforma también recopiló datos por departamentos. Rocha con casi un 90% fue donde se redujo más la movilidad hacia los lugares de recreación. Maldonado y Flores aparecen en segundo y tercer lugar mientras que Lavalleja es el departamento donde menos se redujo la movilidad hacia ese tipo de lugares.

La plataforma tecnológica utilizó los datos de cinco semanas de enero y febrero para realizar un promedio y a partir de ese número calculó cómo había variado desde que llegó el virus al país. Se trata de tendencias recopiladas a partir de los datos tomados de los gps de Google utilizados en Google Maps. Son los mismos datos que se utilizan para definir los horarios populares de concurrencia de los distintos lugares que aparecen en el buscador.

De todos modos, Google advierte que estos datos pueden no representar exactamente el comportamiento de la población. Se trata de datos agregados y anónimos, según dice la plataforma.

Los datos
Lo único que está haciendo la empresa con sede en Mountain View (California, EE.UU.) es agregar por países y regiones unos datos que ya existían y eran públicos de forma individualizada a través de Google Maps, donde se puede consultar a tiempo real si una tienda, un restaurante u otro espacio está más o menos ocupado de lo que es habitual.

Sin embargo, esta nueva presentación permite observar de un vistazo la evolución que ha seguido la actividad en cada una de las categorías por país y entender así mejor el grado de efectividad de las medidas de confinamiento de la población.

Los informes se alimentan por tanto de los datos recabados mediante los sistemas de geolocalización de los teléfonos de particulares que hayan dado su permiso expreso, y son actualizados de forma periódica cada dos o tres días para mostrar las últimas tendencias.
Google aseguró que los informes se nutren exclusivamente de datos agregados y completamente anónimos, y que cumplen con sus «más estrictos protocolos y políticas de privacidad».

De hecho, para reforzar todavía más el carácter genérico de los datos y resaltar las tendencias, en ningún caso se muestran cifras absolutas de, por ejemplo, personas que han visitado los parques o comprado en los supermercados de un país determinado, sino que los únicos números que se ofrecen son cambios porcentuales.

A diferencia de lo que han hecho algunos países asiáticos como China o Corea del Sur, estos informes no incluyen ningún tipo de dato individualizado, ni movimientos de personas concretas ni estados de salud o de infección y por tanto su utilidad no recae en prevenir posibles infecciones, sino únicamente en medir la efectividad de las órdenes de distanciamiento social.

Si un usuario desea que Google no incluya sus movimientos en estos datos agregados, deberá asegurarse de tener marcado como «desactivado» el Historial de Ubicaciones en el menú de configuración de su teléfono móvil, aunque la empresa explicó que esta es una opción que ya viene desactivada de manera predeterminada y es el propio internauta quien tiene que dar el paso para que se guarde su historial.

Durante los últimos días, se ha abierto en EE.UU. un debate sobre si Apple y Google -que juntas controlan la práctica totalidad del mercado de sistemas operativos móviles en el país- deberían colaborar con las autoridades sanitarias y el Gobierno para facilitarles grandes cantidades de datos de los que ya disponen sobre la población para luchar contra la pandemia.

Presumiblemente, estos datos serían más específicos que los anunciados este viernes, y se acercarían más a un modelo dedicado al seguimiento de casos particulares y a la prevención de nuevas infecciones como hicieron los países asiáticos, lo que sin duda plantearía grandes dudas acerca de la privacidad de los usuarios.

Fuente: El Observador y EFE