Sebastián Da Silva graficó la realidad diciendo que el país pasó de ser reconocido por el fútbol a serlo por la excelencia en el tratamiento de la pandemia de covid-19

Luego de un año electoral que inyectó una dosis de incertidumbre al mercado de los campos, durante 2020 el país ha comenzado a recibir inversiones postergadas en un mercado que anhela hospedar la avidez de los extranjeros (argentinos en su mayoría), que optan por Uruguay para resguardar su capital. Esos conceptos los manejo Sebastián Da Silva, operador de mercados, quien opinó que hoy se está dando “un adelantamiento” de la llegada de las inversiones.

“El mercado es muy chico, se están haciendo operaciones. El actual es un gobierno que ofrece garantías y confiabilidad. Cuando se abran los puentes, la presencia de argentinos en Uruguay va a ser muy grande”, señaló.

El director de Da Silva Agroinmuebles explicó a El Observador que históricamente “la rentabilidad de una inversión en tierras ha sido muy baja”. No obstante, afirmó, hoy hay alternativas para una inversión que brinda condiciones serias, con pagos adelantados, contratos largos y una rentabilidad de 2% a 3%.

“Hay una nueva reglamentación que obliga a los argentinos a hacer inversiones por poco más de US$ 360 mil. Esa gente ya tiene inversiones. Entonces no se duplica el monto, es lo mismo. Incluso, se abre una posibilidad para que la gente haga inversiones en tierras”, agregó.

Da Silva informó que el perfil de los interesados es claro: “Gente con una desazón enorme por la situación económica, social y sanitaria argentina”.

“Ellos tienen por delante cuatro o cinco años con un horizonte difícil. Están a una hora de un país radicalmente diferente y eso es tentador. Eso obedece a un fenómeno sociopolítico más que económico”, agregó.

De igual forma, el operador sostuvo que el buen desempeño que ha tenido Uruguay en el manejo sanitario de la pandemia, es otro factor positivo. “Todos los días recibimos una felicitación de la región y del mundo. Uruguay ha pasado de ser reconocido por el fútbol a ser reconocido por la excelencia en el tratamiento contra el covid-19. Un cambio sustancial”, reflexionó.

En lo que refiere a valores del mercado, indicó que un suelo agrícola premium vale en el entorno de los US$ 7.000 por hectárea; los campos mixtos en el eje de US$ 4.000; los campos forestales rondan los US$ 3.000; y los campos de basalto profundo cotizan cerca de US$ 2.000 y, según Da Silva, ahí radican las “oportunidades”.

Finalmente, sostuvo que se espera una “ola de nuevos residentes”, gente con poder adquisitivo que pasará a ser parte de la cotidianeidad uruguaya, por lo que las inversiones podrán extenderse a toda la economía, más allá del agro.

“La tierra sigue siendo un activo de excelente resguardo. El año pasado se hicieron pocas operaciones y este año se están adelantando, hay un movimiento grande”, concluyó.

 

Fuente: El Observador