La mayor bienal de arte del país tendrá este año al Subte como sede central, y se desarrollará también en la sede central del Sodre, entre otros lugares

Este viernes se inaugura la cuarta edición de la Bienal de Montevideo, que tendrá como sede principal el Centro de Exposiciones Subte, y que se extenderá hacia tres sedes más: la Sala de Exposiciones del Sodre (Peatonal Sarandí y Misiones), el Museo Histórico Cabildo y la Casa de la Cultura Afrouruguaya. El encuentro artístico, que este año tiene por nombre Travesías atlánticas, irá hasta el 8 de diciembre, y nuevamente el curador es el gestor alemán Alfons Hug, quien trabajó sobre un tema central muy definido: el arte afro, y las migraciones en el marco del Atlántico.

Participan unos 40 artistas, de diversas procedencias, con varias presencias de países africanos.
La inauguración será el viernes a las 18.00 en el Sodre, y a las 20.00 en el Subte. La sede de la Casa de la Cultura Afrouruguaya (Isla de Flores 1645) tendrá su inauguración oficial este sábado a las 11.00, y en el Cabildo será ese día a las 12.00. Como ha ocurrido en las ediciones anteriores, la entrada es gratis.

“La idea fue reunir artistas de África, América y Europa, es decir, los tres continentes que circundan en Atlántico, para hacer un enfoque en el arte afro, algo que nunca hubo en tanta cantidad acá en Uruguay, como en esta ocasión. Hay un foco específico en el arte afrobrasilero y afrouruguayo, y también cierto énfasis en los procesos migratorios”, explicó Alfons Hug a El País.
El curador alemán, sin embargo, advierte que el concepto de lo afro, no busca vincularse en esta gran exposición a lo étnico. “Muchas veces el arte africano, hasta los años 80, fue asociado con lo folklórico, o con arte popular. Pero eso ya no ocurre, y en esta Bienal lo que se exhibe es arte contemporáneo, y de una calidad que no deja nada que desear comparándola con la europea”.

El curador adelantó que la variedad de estilos y técnicas es muy amplia: “Está bastante balanceado entre fotografía y videos. Hay algo menos de pintura, y lo demás son instalaciones y esculturas”.
El gestor focalizó en algunos artistas que no conviene perderse. “Es interesante el trabajo en video de Nástio Mosquito, de Angola, quien es músico y artista plástico al mismo tiempo, y hay una instalación, con objetos encontrados, del egipcio Youssef Limoud, que va a despertar gran interés. Y los fotógrafos nigerianos son muy fuertes. Yo diría que la fotografía y el video son el fuerte de los africanos en esta muestra”.

Otras de las artistas que merecen especial atención son la fotógrafa senegalesa, radicada en Francia, Mame-Diarra Niang, y la holandesa Viviane Sassen, quien trabajó muchos años en África Oriental y también en Surinam, la antigua Guayana holandesa, donde hay una comunidad negra fuerte.
Entre los artistas europeos, se buscó obra bien próxima al tema de la bienal, más que las expresiones netas del arte de Europa hoy. El alemán Frank Thiel, de Berlín, hizo un estudio sobre la cultura afrocubana, en La Habana. Y está el portugués Vasco Araújo, cuya obra parte de una investigación en Angola y Mozambique.

Hug señala que hay varias maneras de recorrer la Bienal, y que una de ellas podría ser ir primero al Subte, la sede principal, donde hay obras de 16 artistas. Luego el Sodre, con 11 artistas, y después el Cabildo, donde hay dos obras, y quizá al final la Casa Afrouruguaya, donde hay una obra sola. “Pero esto es solo una sugerencia personal”, aclara.
Sobre cómo fueron dispuestas las obras en las distintas sedes, el curador explicó que se debió principalmente a motivos técnicos. “El Subte es oscuro, no tiene ventanas, entonces es obvio que los videos van a ir ahí. También el Subte tiene muchas paredes, y la fotografía necesita como 100 metros lineales de pared, entonces las instalamos en su mayoría allí. Mientras que las esculturas de gran porte caben mejor en el Sodre, que tiene techos altos”.

El gestor hizo hincapié en todo lo que la Bienal expone en materia de arte afrouruguayo. “Creo que es la primera gran muestra con presencia fuerte de afrouruguayos: Jacinto Galloso, Nandy Cabrera y Mary Porto Casas. Y además hay dos artistas locales, una escultura de Federico Arnaud, y una pintura de Fernando López Lage. Los cinco uruguayos están en el Sodre y son realmente interesantes. Arnaud, por ejemplo, trabaja en su obra la relación entre América, Europa y África, los flujos migratorios, los afrodescendientes, la esclavitud. El tema de la exclusión, la discriminación, el racismo, está presente en esta bienal”.

Alfons Hug comentó que si bien el tema de la Bienal se presenta para un acento social y político, en todos los casos se buscó que primara lo estético. “Inevitablemente, un tema que incluye a la migración forzada y la esclavitud, hace que sea un tema político. Pero las obras tienen calidad poética muy marcada, no es una muestra documental, sino de alta calidad artística, a pesar del tema, que es político-histórico”.

MIRADA
América Latina crece en el mapa del arte
“América Latina ha tenido una presencia fuerte en las bienales internacionales; incluso en la Bienal de Venecia, la mayoría de los países de Latinoamérica tienen su pabellón. El continente vive un buen momento en los artístico, incluso en países que en ese aspecto podrían haber sido considerado periféricos, como Ecuador o Bolivia”.

“Brasil siempre ha estado muy fuerte en lo artístico, y eso tal vez se debe a la Bienal de San Pablo, la segunda más antigua del mundo. Incluso fuera de las metrópolis Río-San Pablo, hay una gran dinámica, que abarca a muchos estados”, afirma Hug.

Fuente: El País