Cinco investigaciones locales que tuvieron impacto internacional y surgieron de la institución que hoy cumple 25 años, y los celebrará durante todo el día.

Luego de que Uruguay volvió a ser un país democrático, en 1985, la formación científica se encontraba desarticulada. En su mayoría, quienes tenían un postgrado lo habían obtenido en el exterior y la actividad estaba dispersa entre la Facultad de Medicina, Facultad de Química y el Instituto de Investigación en Ciencias Biológicas Clemente Estable. Tras el restablecimiento de la estabilidad política y el regreso de investigadores que se encontraban en el exilio y entendían la importancia de la profesionalización de la actividad científica, fue que se fundó en 1990 la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.

Muchas discusiones y debate derivaron finalmente en la construcción del edificio, sus laboratorios y la adquisición de una biblioteca que sustentara el conocimiento que iba a ser alojado entre sus paredes, según narra el libro Facultad de Ciencias: los primeros siete años, publicado en 1998 y escrito por el fallecido matemático Mario Wschebor, primer decano de la institución. Hoy, la facultad celebrará sus primeros 25 años formando profesionales y ya trabaja en un libro que evaluará su primer cuarto de siglo. Las celebraciones serán entre las 10 y las 20 horas con diversas actividades que pueden consultarseaquí.

Durante estos 25 años son muchos los descubrimientos e investigaciones que se han realizado y otros tantos los científicos que se han destacado, tanto a nivel local como internacional. El decano de la facultad, Juan Cristina, destacó las primeras cuatro de estos cinco estudios que se destacan a continuación.

1. Un embrión de mesosaurio

Contenido en una pequeña roca está el fósil de embrión de reptil más antiguo del mundo, que fue encontrado en Uruguay. Se trata de un huevo de mesosaurio de hace 280 millones de años, cuando América del Sur y África aún no se habían separado. Los mesosaurios son considerados de los reptiles más primitivos y se sabe poco sobre su evolución. El hallazgo lo hicieron la paleontóloga Graciela Piñeiro y su equipo, entre Tacuarembó y Cerro Largo, lo cual publicaron en un artículo en 2012 en la revista de paleobiología Historical Biology, que hizo que la noticia recorriera el mundo. Hoy hay una réplica impresa en 3D que recorre Japón en una muestra sobre la evolución de la vida en la Tierra llamada Leaps in Evolution, mientras que la investigadora trabaja con otros científicos para descubrir más sobre estos reptiles y entender cómo vivían.

2. Planeta, sí, pero enano

Los astrónomos uruguayos Julio Ángel Fernández y Gonzalo Tancredi fueron responsables de uno de los cambios en el conocimiento astronómico más polémicos de los últimos cien años. Su propuesta, controversial, debatida y capaz de sacar gente a la calle a protestar, fue la de degradar a Plutón a la categoría de planeta enano. Lo que planteaban Tancredi y Fernández era que ciertos objetos pequeños en la órbita de Plutón no deberían estar allí si este fuera un planeta. Para que el supuesto noveno planeta del sistema solar y el más pequeño se transformara en un planeta enano, la Unión Astronómica Internacional tuvo que reunirse en una sesión en la que la ciencia se opuso al poder de Estados Unidos, que no veía con ninguna simpatía que un par de uruguayos le arrebataran al único planeta que habían descubierto. Así fue como el Sistema Solar pasó a tener solamente ocho planetas.

3. Un mecanismo que frena la metástasis

Utilizando ratones de laboratorio, la bioquímica egresada de la Facultad de Ciencias que se encontraba realizando su tesis doctoral en el Institute of Molecular Biotechnology of the Austrian Academy of Science, en Viena, descubrió un mecanismo que bloquea las metástasis provocadas por tumores. La investigación llevó seis años y fue publicada en la revista Nature, considerada referencia en la comunidad científica a nivel mundial. Este podría ser un primer paso en la creación de una pastilla que active la reacción del sistema inmune para que destruya las metástasis cancerígenas, la primera causa de muerte entre los pacientes con cáncer.

4. El roedor más grande del mundo

Josephoartigasia monesi o “Josefo” para los niños es el nombre del roedor más grande del mundo, que fue encontrado en Uruguay, más precisamente, en San José. En 2008, el paleontólogo Andrés Rinderkneckt y el físico Ernesto Blanco hicieron historia al publicar en la revista Proceedings of the Royal Society of London la identificación de un cráneo que había sido hallado 20 años atrás –y que permanecía guardado en una caja– como perteneciente a esta especie. Posiblemente, este animal herbívoro de más de dos metros de altura y con un peso de 1.000 kilogramos conviviera con tigres dientes de sable y, según publicó el prestigioso periódico The New York Times en su momento, es probable que también haya sido su presa. Recientemente, los investigadores volvieron a aparecer en la prensa internacional al descubrir qué tan fuerte era su mordida.

5. Araña macho caníbal

Fue en la Facultad de Ciencias que la doctora en ciencias biológicas Anita Aisenberg entró en contacto con las arañas que luego la llevarían a medios de todo el mundo. Al contrario de lo que ocurre con el resto de las arañas, Aisenberg encontró que en la especie Allocosa brasiliensis, –que suelen habitar en las costas de Uruguay, Argentina y Brasil– el macho puede canibalizar a las hembras. Esto quiere decir que, antes, durante o después de la cópula, los machos pueden devorar a las hembras. Es una de las pocas especies que se conocen en la que los roles sexuales están invertidos. La investigación, llevada a cabo en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, fue publicada en The Linnean Society of London en 2011.

Fuente: El Observador