Científicos uruguayos formaron parte de una red de astrónomos que descubrió algo que ni siquiera sospechaban: un asteroide con anillos. El hallazgo, publicado por Nature, podría ayudar a entender cómo se formó la Luna del planeta Tierra.

La observación fue inédita: un asteroide con anillos a su alrededor. Hasta ahora nunca se había identificado un cuerpo de este tipo con anillos en su entorno, algo que se había visto solo en planetas de gran tamaño como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

¿Qué quiere decir que un asteroide tenga anillos a su alrededor? ¿Qué vinculación puede tener esto con el desarrollo del sistema solar? ¿Qué otros cuerpos allá afuera podrían presentarlos? Todas estas preguntas comienzan a ser planteadas por científicos de los mayores centros de investigación astronómica del mundo. Y el tema es tan relevante que mereció un lugar central en la edición más reciente de la revista Nature.

Tres observatorios uruguayos participaron del hallazgo. Integrados a una red de centros de América del Sur, identificaron detalles de la forma y el tamaño de Chariklo, como se conoce a este cuerpo rocoso.

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Cuando se prevé que una estrella visible desde la Tierra va a ser ocultada por un cuerpo, los observatorios apuntan sus objetivos al firmamento para registrarlo. Generalmente, cuentan con información para pronosticar si podrá ser apreciable desde una zona o desde otra del planeta. Esta vez, era de esperarse que el paso de Chariklo fuera captado desde el Cono Sur.

Así que el Observatorio Astronómico Los Molinos, el Instituto de Profesores Artigas y el Observatorio Astronómico y Geofísico de Aiguá, pusieron sus equipos y profesionales a disposición y se unieron a la campaña internacional junto a colegas de Chile y Brasil.

«La ocultación de un objeto se observa a partir de una estrella de referencia», explicó a El País Santiago Roland, coordinador de las actividades del Observatorio Los Molinos.

«Es decir, si va a pasar delante de una estrella, lo que se ve es que el brillo de la estrella desaparece un momento y regresa». En este caso, agregó el astrónomo, en lugar de desaparecer, se volvió apenas tenue y recuperó su brillo; después, se oscureció por completo y volvió a brillar, para luego quedar tenue de nuevo y recuperar su brillo. «Esto pasa si el objeto que oculta la estrella tiene anillos. Cuando ésta queda tenue es que el anillo está delante, por eso vuelve a brillar enseguida», agregó el científico, que formó parte de la campaña de observación.

Roland lamentó que estos detalles de la ocultación no fueron captados con nitidez desde Uruguay sino desde el observatorio La Silla, en Chile. «Pero hasta ese momento no se sabía desde qué punto del continente se iba a poder registrar», señaló.

De todas formas, su apoyo y lo captado desde Uruguay le merecieron a los tres observatorios, y a sus científicos, (Luciano Almenares, Alberto Ceretta, Pablo Lemos, Nadia Martínez, Vladimir Pérez y Gonzalo Tancredi) su inclusión en la publicación científica.

El asteroide Chariklo es un «centauro», un cuerpo lejano que orbita en el sistema solar exterior, la región donde se encuentran los planetas más distantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). Su comportamiento suele estar influido por ellos y con el paso de millones de años podría darse que se integrara por completo al sistema solar, aventuró Roland.

Hasta ahora nunca se había registrado un asteroide tan pequeño (mide 250 kilómetros) con un sistema de anillos.

Entre las hipótesis de qué los formó se encuentra que se hayan creado por un choque de un objeto contra el asteroide o un satélite que orbitara a su alrededor y se desintegró. También podría ser un sistema que se esté creando. El hallazgo podría dar pistas sobre cómo y porqué se formó la Luna de la Tierra, en las primeras etapas del Sistema Solar.

Santiago Roland: «Uruguay vuelve a aportar»

Uruguay participa nuevamente en una contribución mayúscula para la comunidad astronómica formando parte del descubrimiento del primer sistema de anillos en un asteroide. Los anillos solamente podían observarse en los cuatro planetas gigantes del Sistema Solar, Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno y a partir de hoy, en el asteroide Chariklo. Nadie lo esperaba, nos emocionamos mucho realmente. Para tener una referencia, el descubrimiento de los anillos de Urano se realizó de un modo muy similar a como se encontraron estos. Para un astrónomo es muy difícil volver a vivir una experiencia así. Ahora se comienzan a plantear muchas preguntas a responder.

Fuente: El País