Más de 50 agrupaciones desfilaron por la avenida 18 de julio dando inicio a la celebración.

Anoche los uruguayos celebraron el inicio del Carnaval más largo del mundo: a lo largo de la avenida 18 de Julio, entre la Plaza Independencia y la Plaza Libertad, se realizó el Desfile Inaugural de Carnaval.
Aunque el recorrido que hicieron las distintas agrupaciones por la principal avenida montevideana comenzó sobre las 20 horas, el evento llenó de color y paralizó el Centro desde unas cuantas horas antes: el tránsito por la zona comenzó a desviarse pasado el mediodía, los vendedores de las tradicionales caretas coloridas para los más chiquitos (entre otras unas de Minnie, Dora la exploradora, Darth Vader, Anonymous y Salvador Dalí) comenzaron a instalarse en las esquinas y no faltaron tampoco los carritos de comida y los vendedores ambulantes. Aunque todavía era temprano y aún no había tenido lugar la apertura del desfile, lo que sí se abría era el apetito de muchos por el tradicional aroma a tortas fritas y panchos que se sentía.

El público fue llegando de a poco a medida que se acercaba la tardecita de una jornada en la que el que el buen tiempo acompañó. Aún permanecían abiertos los locales comerciales y en la Plaza Independencia todavía había muchos turistas que seguían en busca su selfie con el Palacio Salvo de fondo. Estaban entremezclados con las rejas amarillas que cercaban la zona y los primeros carnavaleros que llegaban. A medida que avanzaba la tarde, la plaza se convirtió cada vez más en una especie de camarín gigante en el que los artistas esperaban su turno para salir. Últimos ensayos sobre la marcha, sonrisas, nervios y retoques al vestuario, dieron magia y crearon un ambiente de fiesta desde los preparativos.

Los curiosos que rondaban por la plaza podían ver algo así como el “detrás de escena”: al tiempo que de un ómnibus empezaron a salir algunos murguistas con sus caras ya pintadas, el lugar comenzó a inundarse de más tambores, de más colores, de mama viejas por acá, escobilleros por allá. También de estrellas y lunas al alcance de la mano. No faltaban quienes pedían a los artistas sacarse una foto para llevarse de souvenir.

Puntualmente a las 20 horas comenzó el esperado desfile y en total, fueron más de 50 las agrupaciones que se presentaron. A esa hora ya no quedaban sillas vacías a lo largo de 18 de Julio y algunos balcones se convirtieron en palcos. Abrieron la recorrida los clásicos cabezudos y los carros alegóricos. Más adelante fue el turno de las murgas, las revistas, los humoristas, los parodistas y los lubolos. Entre los primeros en salir estuvieron la comparsa Balelé (una comparsa de ciegos e inclusiva), los humoristas Patanes y Bafo da Onça. También estuvieron en la primera hora del encuentro un grupo de alumnos de la Escuela de Carnaval, la comparsa Revolución Candombera y el grupo portabanderas Hijos del Viento.

Además, como estaba previsto, uno de los primeros carros en desfilar también fue el realizado en homenaje al parodista Miguel “Pendota” Meneses, quien falleció el año pasado. Para diseñar este carro, el artista Federico Gauthier realizó todo un trabajo de investigación sobre la vida del parodista, para la que habló con muchos de sus amigos del Carnaval, como Carlitos Nípoli u Horacio Rubino, y con el historiador Fabio Da Silva.

El espectáculo que dio inicio al Carnaval más largo del mundo, que también se pudo seguir por distintas señales de televisión durante toda la velada, tuvo entre el público tanto a locales como a turistas, que como cada año llegan a la capital uruguaya para vivir esta fiesta.

Ganadores del desfile inaugural del Carnaval

En murgas el ganador de la noche fue La Venganza de los Utileros. La Compañía ganó en la categoría revistas. Cyranos, por su parte, fue el grupo ganador de la noche en humoristas. Zíngaros ganó en parodistas y Sarabanda, en sociedad de negros y lubolos.

Hoy viernes, a partir de las 20 horas, se realizará el Desfile de Escuelas de Samba, también por la avenida 18 de Julio, mientras que el 7 y 8 de febrero se hará el Desfile de Llamadas en la calle Isla de Flores, en los barrios Sur y Palermo.

Fuente: El País