Uruguay anunció el pasado jueves 27 de julio el comienzo de la temporada anual de avistamiento de ballenas, un fenómeno convertido en «atractivo turístico» y «científico», dijo la ministra de Turismo del país, Liliám Kechichián, en el lanzamiento de la nueva campaña en Montevideo.

«Para Uruguay hace ya muchos años que la llegada de estos cetáceos al sur de América, especialmente a Uruguay, se ha convertido en un atractivo turístico, pero también científico y para los niños», comentó Kechichián a la prensa.

En lo que a su rubro se refiere, la jerarca remarcó que todos los años se hacen «talleres nuevos» para que los operadores turísticos desarrollen esa actividad, pero apuntó que su «comercialización tiene que dar unos pasos más».

Se estima que en las costas del país suramericano se vean entre 50 y 70 cetáceos entre los meses de agosto y octubre, principalmente la ballena franca austral, común en esa zona geográfica, un animal que puede medir hasta 16 metros.

No obstante, este año la temporada se adelantó ya que el 11 de junio hubo avistamiento de ballenas en la localidad costera de Rocha (sureste), dijo Kechichian.

El Ministerio de Turismo y la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC), representada por su presidente, Marcelo Sivack, recalcaron durante el acto la necesidad de cuidar el medio ambiente para proteger a esa especie de ballena incentivando el «turismo responsable».

Sivack comentó a Efe que «el éxito más importante» que tiene la OCC, la sociedad civil y las autoridades fue la declaración por ley de las aguas territoriales del país como santuario de cetáceos, hace tres años.

La declaración de santuario prohíbe la persecución, retención, agresión y caza de las ballenas y delfines.

«Una ley nacional que genera un marco para trabajar en estas aguas de una manera responsable», explicó Sivack.

Al lanzamiento de la temporada asistieron unos 60 niños uruguayos en situación de vulnerabilidad que se encuentran bajo la tutela del Estado y que al término del acto fueron trasladados a la ciudad de Piriápolis, a uno 110 kilómetros al este de Montevideo, para avistar las ballenas.

Antes de embarcar, los niños fueron ilustrados sobre la ballena franca austral y la ruta que hace desde el sur de Argentina hacia la zona de Florianópolis (sur de Brasil) para reproducirse, parando unos meses por la costa uruguaya.

Fuente: El País