Se pretende aumentar la capacidad de diagnóstico diaria en el laboratorio del Instituto Pasteur, y, una vez validado el sistema, se podría aplicar en otros laboratorios.

Desde el 15 de diciembre, el laboratorio de diagnóstico de covid-19 del Institut Pasteur Montevideo (IP Montevideo) está poniendo a prueba un nuevo software que pretende aumentar la capacidad de diagnóstico diaria.

La herramienta está logrando la automatización de diversas tareas del proceso de diagnóstico, agilizándolo y requiriendo menos personal. Ha sido desarrollada en conjunto con un equipo de la empresa uruguaya Integra CCS, con quien se contactó el investigador Gonzalo Moratorio, recientemente reconocido por la revista científica Nature por el desarrollo local de un test de diagnóstico molecular de covid-19 por la técnica de RT-PCR.

Antes, una vez que llegaban las planillas con las muestras al laboratorio se iniciaba un trabajo «un poco engorroso», en palabras del CEO de la empresa, Sebastián Gutiérrez. La idea original, explicó Gutiérrez, era ordenar la entrada de datos y automatizar las muestras, pero fueron «un poco más allá».

Así, el equipo de trabajo, conformado por la Ing. Carina Soca, Santiago Gonçalves Moreira, Santiago Viglione y Gutiérrez, generó todo un sistema completo de PCR que, una vez se realicen las mejoras y los ajustes correspondientes, puede servir para cualquier institución pública. En este sentido, Gutiérrez declaró que no está pensado, en principio, para ser comercializado, pues el trabajo que realizó el equipo fue honorario.

Cómo funciona el software

El primer paso es la entrada de datos, que consiste en ingresar la información proveniente de las muestras (con sus respectivas planillas) de los diferentes prestadores de salud.

Posteriormente a la subida de datos, el sistema permite ordenar las muestras y las planillas, para analizarlas después individualmente o mediante la técnica «pool testing».

El «pool testing» o «test por agrupamiento» analiza varias muestras a la vez: si dan negativo se entienden que están libres de SARS-CoV-2; pero si da positivo, hay que hacer una prueba individual. En este sentido, el sistema realiza el armado automático de pooles, agilizando el proceso. Sin embargo, con la subida de casos positivos, esta técnica cada vez se usa menos, explicó Gutiérrez.

El archivo que se genera a partir de este procesamiento que ordenó las muestras se inserta en la máquina de PCR, un robot que realiza el pipeteado (aspirar con la pipeta para tomar una cierta cantidad de muestra), un trabajo que antes se hacía manualmente. El sistema también le indica al robot qué muestra está en qué lado.

Cuando la máquina finaliza el pipeteado se genera un archivo que se vuelve a subir al software. El sistema lo interpreta y, mediante inteligencia artificial, identifica cuáles son los positivos sin que los científicos tengan que analizarlo uno por uno (aunque actualmente se están revisando para validad que el sistema esté funcionando). Este modelo de inteligencia artificial funciona en base un modelo que fue aprendiendo de forma automática mediante los datos que extrajeron los científicos en los últimos meses.

Finalmente, se procede a la validación y generación de informes (tanto individuales y como generales) para las instituciones y personas, y a la publicación de los resultados.

 

Fuente: El Observador