Distintos grupos se organizaron en los últimos días para contribuir mediante propuestas de voluntariado

«Al coronavirus le ganamos entre todos». La frase con la que el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, cerró la conferencia del domingo 15, ahora está en boca de muchos uruguayos.

Es que con la propagación de la infección, las consecuencias que esta emergencia sanitaria podría tener para el país no son alentadoras. Además de poner a prueba al sistema de salud, el enlentecimiento de la economía ya empezó a notarse en el día a día.

Por otra parte, para afrontar la pandemia es clave el distanciamiento social. Evitar los besos y abrazos, no tomar mate, el teletrabajo, rehuir de las aglomeraciones y quedarse en la casa son algunas de las recomendaciones para disminuir el ritmo de contagios. Esta estrategia tiene una contrapartida: muchas de las personas en riesgo de contagiarse quedan todavía más desprotegidas.

Con esto en mente, distintos grupos se organizaron en los últimos días para contribuir mediante acciones de diferente tipo. Hay varias organizaciones sociales que comenzaron a reclutar voluntarios, aceptar donaciones y ofrecer servicios para quienes están más expuestos. También están los uruguayos que desde su profesión se abocaron a la causa.

El caso más sonado es el de los científicos que desarrollaron un test que, al igual que los que ya están avalados por la comunidad médica, detecta o descarta que la persona sea portadora del virus. Por su parte, la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) ofreció sus impresoras 3D para fabricar insumos médicos y contribuir con la eventual escasez de materiales.

En los últimos días también se consolidó Quedate en casa, una organización que se define como la «brigada» de psicogerontólogos de la Universidad de la República que asiste a personas de más de 65 años, considerados población en mayor riesgo de contagiarse.

Este grupo se ofrece a hacer las compras en supermercados y farmacias y llevársela a sus casas de forma voluntaria. También entregan material de lectura sin costo, que va desde libros y revistas hasta información sobre el nuevo coronavirus. Por ahora el servicio está disponible en 13 barrios de Montevideo –Atahualpa, Barrio Sur, Palermo, Cordón, Centro, Ciudad Vieja, Reducto, Prado, Punta de Rieles, Bella Italia, Parque Rodó, Punta Carretas, Pocitos– y el balneario Las Toscas, en Canelones.

La empresa uruguaya Dymania, que también tiene oficinas en Estados Unidos, desarrollo Cuarentenapp, una aplicación para celulares que conecta a personas que están en cuarentena y necesitan algo con quienes no lo están y les gustaría ayudarlos. Si bien es gratuita, de momento solo está disponible para móviles con sistema operativo Android.

En tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, el nacionalista Martín Lema, creó una mesa coordinadora de voluntariado. El legislador se reunió con representantes de la Cruz Roja y de la Universidad de la República para implementar esta idea.

“Queremos optimizar los esfuerzos e instrumentar la promoción del reclutamiento voluntario. Sirve para incrementar el elenco de vanguardia si la situación empeora. Hay que prepararse para escenarios complejos”, explicó Lema a El País.

En la misma línea va la propuesta de la Juventud del Partido Nacional, que convoca a voluntarios para asistir al gobierno en caso de que necesiten colaboradores para contener la emergencia sanitaria.

Desde el 18 de marzo, la organización Gurises del Movimiento de Participación Popular –que da clases de apoyo sin costo a estudiantes– subió a su página web materiales, pruebas y videos para no frenar el servicio.

Por otra parte, en las últimas horas se conformó una «red solidaria de costura» para colaborar con el Hospital Maciel desde las casas. Esta organización entrega tela ya cortada a los voluntarios, quienes deberán confeccionar a máquina 300 tapabocas al día. Quienes se quieran sumar a esta iniciativa deben contactarse por Whatsapp al 099191263, indicando su nombre y dirección.

La Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (Fuecys) lanzó una campaña para asistir a los trabajadores que fueron enviados a seguro de paro. El sindicato acepta artículos de higiene y alimentos no perecederos.

Fuente: El Observador