João Doria, influyente empresario brasileño, seleccionado como una de las 100 personalidades más influyentes del Brasil, compartió su visión regional.

João Doria, 53 años, es el fundador y presidente de LIDE, Grupo de Líderes Empresariales, un bloque con presencia en 13 países de cuatro continentes. Esa asociación representa en Brasil al 52% del Producto Interno Bruto del país. Esto se hace fácil de entender cuando conoce que sus integrantes son 1.600 empresas que como condición sine qua non para ser parte deben facturar por encima de los US$ 100 millones anuales.

Doria fue seleccionado como una de las 100 personalidades más influyentes del Brasil por la revista IstoÉ, y como uno de los 100 empresarios brasileños con mejor reputación, según el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa que en Brasil lo difunde Exame.

Estudió Comunicación y Publicidad y es responsable de un programa de negocios en Rede Bandeirantes. Dirige una editorial, shoppings y durante dos temporadas hizo el papel de Donald Trump en la franquicia brasileña del programa, The Apprentice. Elogió a Uruguay y a Tabaré Vázquez, advirtió sus distancias con Mujica, aunque dijo admirar su honestidad. La siguiente es una síntesis de la entrevista que El Observador mantuvo ayer con el empresario.

¿Qué evaluación hace de la decisión de Dilma Rousseff de elegir a Joaquim Levy como ministro de Economía?
Fue buena y oportuna, era tal vez la única alternativa para que la presidenta pueda tener expectativa de recuperación de la economía. No había otra opción que nombrar a alguien del mercado, con credibilidad local e internacional. Hay que esperar ahora que la presidenta tenga disciplina para permitir que el ministro pueda ejercitar el conocimiento que tiene de la economía sin su intervención, si no, no será viable el cambio.

¿Qué cambios podemos esperar en la región con Levy en el ministerio?
Si la presidenta Dilma deja el campo para que Joaquim Levy pueda actuar, evidentemente contextualizado con la administración política, el primer punto es que el gobierno no puede gastar más de lo que tiene; hay que contenerse por un tiempo determinado, tratar de recaudar un poco más para pagar el déficit y estabilizar la economía, aprovechar la recuperación de la imagen del país en los próximos tiempos para sensibilizar a los inversionistas extranjeros que cayeron casi a cero. No se puede sustentar la economía sin nuevas inversiones. Es absolutamente necesario que se vea más prolijidad en la economía.

¿Usted cree posible que Brasil pierda el grado inversor?
No, hay que bajar el déficit y hay que tener credibilidad, porque la inversión se hace siempre con los números y las expectativas; si los números no son buenos y las expectativas tampoco, no hay avance. Ahora las expectativas son buenas y los números pueden mejorar.

¿Cómo ve a la economía uruguaya?
Bien. Ahora ustedes han hecho un cambio en la gestión política con la elección del nuevo presidente. Tengo el sentimiento de que el nuevo presidente tiene un poco más de contacto con los mercados, un poco más próximo de una realidad de mercado con menos poesía para nombrar de una forma educada la visión del presidente saliente, que merece mucho respeto, sobre todo por su origen y honestidad. Son ciclos, este es un nuevo momento para Uruguay, creo que con Tabaré Vázquez el país puede avanzar más, desarrollar mejor, tener mejores resultados en las relaciones con el mercado, sin perder la visión social para proteger a los más pobres. Creo que Uruguay tiene todo para vivir un momento bueno.

¿Hay algo que le haya llamado la atención de cómo fue el manejo de la economía de Uruguay, que creció a ritmo mayor que sus vecinos?
No. Lo que me llama la atención positivamente de Uruguay es que los fundamentos democráticos en el país me parecen sólidos. No comparado con Brasil, pero sí con respecto a Argentina, Bolivia, Ecuador; aquí, como en Brasil, los fundamentos democráticos son indestructibles.

¿Qué opina del Mercosur? ¿Es el camino?
Debe ser reformulado, repensado por completo, hoy es un atraso. No atiende los intereses de nadie, excepto el ideológico. Y el Mercosur no fue creado para atender intereses ideológicos, debe tener intereses solamente económicos. No debe tener ideología, política, esta no es la naturaleza por la cual el Mercosur fue creado. Fue creado para permitir una aceleración del desarrollo económico y con esto el desarrollo social; no fue creado para ser una cámara de discusiones políticas e ideológicas. Hoy el Mercosur es un fracaso, tiene que ser repensado y reformulado porque si no quedará muerto, completamente muerto; una buena idea muerta no vale nada.

¿Qué espera del gobierno de Tabaré Vázquez?
Una influencia positiva para que Uruguay se mantenga como un país que respeta el capital privado, una tradición histórica, y que pueda ser una influencia positiva para apartar un poco este movimiento que le dicen bolivariano; no es bolivariano, es otro movimiento, es un movimiento que busca extender los gobiernos indefinidamente y valorizar dictaduras democráticas. Yo no creo que esto es bueno para el continente. Esta es una contribución negativa para los pueblos latinoamericanos.

Y en este sentido, Mujica estuvo más cerca de esa parte del continente, ¿cómo evalúa su gobierno?
Sí, con todo respeto, estaba más cerca del mencionado movimiento que el (presidente) electo. No lo condeno, pero por la propia democracia, el pueblo de Uruguay ha hecho un cambio, en mi opinión fue bueno. En Brasil no lo hubo, pero hay que respetar la democracia.

Como empresario, ¿cómo lo afectaron los gobiernos de Lula y de Rousseff?
Especialmente el último gobierno no fue bueno. Con Lula todavía nos fue bien, pero con Dilma marchó muy mal en Brasil. Razón por la cual la propia presidenta entendió que había que hacer cambios, como designar a Joaquim Levy.

Con el regreso de Vázquez al gobierno volverá al tapete la discusión de si Uruguay debe o no firmar un TLC con EEUU, usted, ¿qué opina al respecto?
Creo que tiene que tener soberanía para hacerlo. Repito lo que dije: el Mercosur está muerto o semi muerto porque no produce resultados buenos para nadie, sigue girando en discusiones ideológicas y no pragmáticas. La visión pragmática es la de Vázquez, que vaya a hablar con EEUU, junto con China el mayor mercado de consumo del mundo, ¿por qué privar a Uruguay de hablar, de conquistar oportunidades para explotar sus productos? ¿Por una cuestión ideológica? No es justo, el pueblo merece tener oportunidades de empleo, renta y activar más la economía, es un deber y esto va a traducirse en buenos resultados, ¿por qué no hacerlo?

Los analistas establecen que no lo hace por el costo político que le significaría.
Pero los líderes, los verdaderos líderes saben la importancia de su liderazgo es tener actitudes que algunas veces pueden ser criticadas; los malos líderes son aquellos que quieren contentar a todos, eso no es un líder.

¿Qué expectativas tiene para la región en 2015?
No será un año bueno, será difícil para todos, no solo para Brasil. Lo que se puede esperar es que, haciendo los deberes en 2015, podamos tener un 2016 bueno, de crecimiento más consistente. Los deberes son contener el déficit público, contener la inflación, combatir la corrupción que es un drenaje terrible de las economías de la región, mejorar la calidad de la gestión; con gestiones bien hechas la aplicación de los recursos públicos se torna más eficiente y atiende las necesidades, sobre todo de las personas de bajos ingresos, con programas de salud, seguridad y educación más eficientes y productivos.

Como propietario de un negocio editorial, usted continúa vendiendo revistas impresas, ¿cree que tiene futuro este camino?
El negocio es bueno cuando da resultados y si no está dando resultados no es buen negocio. Hay siempre posibilidades para marchar bien. Nosotros marchamos bien porque somos muy cuidadosos con lo que hacemos, trabajamos por segmentos, en economía y estilo de vida, y esto nos permite producir publicaciones impresas y digitales que producen lucro, si no producían lucro lo terminamos.

La gente, ¿todavía valora el pasar de las páginas?
¡Claro! Sería como decir que se van a acabar los libros; no se van a acabar los libros, Kindle y otras opciones van a desarrollarse pero no van a terminarse los libros; hay que ajustar los efectos múltiples de los diarios y revistas, que son grandes influencias. Hay que tener creatividad y capacidad de cambiar pero no destruir, no imaginar que la prensa impresa va a terminar completamente y que internet va a sustituir completamente, va a sustituir parte, pero por completo no.

Usted fue director de Turismo de Brasil y en Uruguay ha aumentado muchísimo la cantidad de brasileños que llegan. ¿Cree que las cifras pueden seguir aumentando al ritmo que lo vienen haciendo?
Pueden, en Punta del Este en verano y también a Montevideo. Es un destino muy agradable, es cerca, no es caro para llegar, si se consiguen más frecuencias será una opción más utilizada por los brasileños. Además hay que hacer más promoción publicitaria, será importante para activar a los brasileños para que vengan a Uruguay, en especial Montevideo y durante el verano Punta del Este. Los precios son aceptables, no es demasiado caro, hay calidad, hay seguridad y además los uruguayos son muy afectuosos con los brasileños, nosotros nos sentimos muy bien aquí. Yo si trabajara aquí con el turismo de Uruguay, priorizaba Brasil, especialmente en los estados de Rio Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina y San Pablo son los grandes emisores de turismo para Uruguay.

Fuente: El Observador