Nuevos desarrollos de kits para test diagnósticos, respiradores y propuestas creativas para combatir la distancia social son algunos de los proyectos en los que Estado invirtió dinero contra el covid-19

Cinco días después de que se detectaron los primeros casos, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) lanzó su primer llamado para atacar el covid-19. Desde entonces, esta institución ha invertido US$ 570 mil en desarrollos innovadores en cinco proyectos.

El subsidio del Estado a estas empresas representa el 80% de la inversión del proyecto. Por lo general, a las compañías se les pide que aporten el 20% restante. Por lo que la inversión total de proyectos uruguayos promovidos por ANII asciende a US$ 712 mil.

El primero fue para la creación de un kit diagnóstico que permitiera mejorar la cantidad de testeos. Se pidió para que estuviera disponible antes de mayo. A este proyecto se les otorgó US$ 133 mil. Su rápido procesamiento permitió aumentar la cantidad de diagnósticos diarios en el país.

El único llamado no científico lanzado hasta el momento apuntó a buscar soluciones a los problemas ocasionados por la enfermedad (distanciamiento social y confinamiento). Aquí se eligieron 20 proyectos a los cuales se destinó US$ 86 mil en total (unos 200 mil pesos a cada uno). Se centraron en el entretenimiento y consejos de salud en general. Uno llamado “Conciertos Tinker”, un encuentro con la música nacional que tiene lugar todos los viernes a las 22 horas por streaming.

Una de las iniciativas más ambiciosas ha sido la creación de respiradores. La ANII se comprometió a financiar dos proyectos. Cada uno debía crear 25 aparatos de este tipo en tiempo récord (en menos de un mes). El objetivo era satisfacer una posible demanda de estos insumos ante una eventual disparada de casos graves de coronavirus, que finalmente no pasó. De todas formas, el gobierno podrá disponer de estos insumos si es que existe un brote de la enfermedad.

Uno de los proyectos de los respiradores se conecta a la red de oxígeno y de aire del hospital y el otro es un sistema que se puede enchufar en cualquier lugar que no sea un sitio con instalaciones.

En este caso, el comité de gerencia de la asociación está evaluando la posibilidad de exportar estos insumos. En un primer caso, los que se conectan a la red del hospital es que la nueva normalidad podría haber una sobreoferta de respiradores. Por ello, en vez de comerciarlizarlos, piensan publicar las especificaciones en un formato libre para que pueda ser replicado en otras partes del mundo. Lo beneficioso es que otros equipos puedan mejorar el respirador.

Otros desafíos y más dinero a otros proyectos
Otro de los desafíos implicó el desarrollo de prototipos y proyectos web. Entre las innovaciones elegidas se destacaron un sistema de desinfección de mascarillas N95, utilizadas por personal de la salud y la plataforma “Ferias.uy”, la web que localiza a feriantes que vieron afectados sus ingresos debido a la menor cantidad de personas en la calle.

Finalmente, el desafío de impulsar el test serológico, que representa el más ambicioso (US$ 177 mil), “detectan los anticuerpos de pacientes que ya tuvieron el virus y serán claves en la contención y manejo de la epidemia”, señaló el organismo. Estos análisis, que se prevé estén disponibles en julio, son complementarios a los test moleculares que detectan la presencia del virus

El reenfoque de la innovación en Uruguay
“Lo que hicimos fue usar los tipo de convocatoria que tiene ANII para 2020 y ponerle foco y ser específico en este momento actual. Lo hicimos en conjunto con el Ministerio de Salud Pública y el comité de científicos para atacar el tema”, comentó Flavio Caiafa, presidente de la ANII.

El jerarca explicó que en un contexto mundial donde empezaron a escasear los tests diagnósticos y los respiradores en todo el mundo (el 80% de los respiradores del mundo se fabrican en China, indicó Caiafa), Uruguay logró desarrollar insumos para desarrollarlos internamente y no depender del mercado internacional.

“Nos da una seguridad de que por lo que resta de la pandemia no va a haber falta de estos insumos críticos”, comentó.

A nivel de inversión de Uruguay en temas de ciencia y tecnología, Caiafa comentó que “siempre es menos de lo que uno quisiera”.

El experto volvió a repetir algo que Uruguay todavía no atacó como país: “Hay poca inversión en empresas públicas y privadas en innovación e investigación”, comentó.

En Uruguay la inversión pública en este campo no llega al 0,5% del Producto Interno Bruto. En otros países, agregó Caiafa, sucede que esa cifra es similar a la que tiene Uruguay, pero quienes hacen la diferencia son las empresas privadas que invierten en ello y logran colocarse a la vanguardia.

“Lo que estamos procurando es que haya más compromiso y articulación entre empresas y los institutos de investigación para que esos estudios estén en parte financiados por las empresas”, indicó.

Fuente: El Observador