Uruguay es nombrada en los libros de historia mundial de la ciencia en más de una ocasión

El 10 de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, proclamado por la Unesco para promover «que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos». Con este motivo, Cromo ha hecho una recopilación de cinco que han sido unas de las mayores aportaciones que Uruguay ha hecho a la ciencia.

1) La detección del cáncer de mama en el Hospital Pereira Rossell
La mamografía, técnica gracias a la cuál hoy en día se puede detectar el cáncer de mama y otras anomalías, es fruto de una cadena de descubrimientos que parten desde que en 1895 el alemán Wilhelm Conrad Röentgen descubrió cómo hacer que los rayos X atraviesen objetos, hasta que en 1965 el francés Charles Gros en Estrasburgo creó el primer prototipo de un instrumento dedicado a la mamografía, llamado GCR Senographe.
Lo que poca gente sabe es que un uruguayo fue la pieza clave para el desarrollo de esta tecnología. En 1949, Raúl Leborgne, en el Hospital Pereira Rossell de Montevideo, propuso la compresión de la mama durante la captación de la imagen, de forma que esta fuese de mejor calidad debido al hecho de que aumentaba la superficie del seno y el tejido era más delgado.
Gracias a esta técnica de compresión mamaria, Leborgne pudo distinguir entre masa cancerosa y masa benigna, que tenían diferentes densidades y apariencias en la mamografía.

2) El Teorema de Massera: el uruguayo que resolvió el problema que nadie pudo
El matemático uruguayo José Luis Massera es reconocido mundialmente por haber sido el primero en demostrar el recíproco del teorema de Lyapunov en 1948, lo que le valió un teorema con su propio nombre. La solución a este problema había sido buscada por numerosos científicos, especialmente por los matemáticos soviéticos durante los años 1940 y 1950.
En una conferencia dictada en 1998 en el Museo Nacional de Antropología en México, Massera relató la siguiente anécdota: «En un viaje a Moscú por mis actividades político-sociales, un grupo numeroso de matemáticos rusos me invitó a la casa de uno de ellos en que me contaron que, leyendo el Annals of Mathematics, un día se sorprendieron de ver resuelto el problema inverso del método de Lyapunov, que varios de ellos habían intentado infructuosamente resolver durante años, y que estaba firmado por un matemático de Montevideo (¿dónde quedará ese país?)».
Massera, que estuvo preso nueve años durante la dictadura militar por su ideología política, se convirtió en un importante referente de la cultura, la ciencia y la democracia en el país. Durante un homenaje que le realizaron en la Asamblea General, el senador Marcos Carámbula declaró que sus pares lo consideraban «por la calidad de su trabajo original, por su influencia en sucesivas generaciones, por su amplitud de miras, el matemático de mayor jerarquía en el Uruguay».

3) El primer marcapasos implantado de forma exitosa en el mundo
El 3 de febrero de 1960, en una sala del Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay (CASMU), fue colocado un marcapasos en un ser humano por primera vez en el mundo. Este primer marcapasos fue implantado por los cirujanos uruguayos Orestes Fiandra y Roberto Rubio en una abogada de 41 años, portadora de un bloqueo aurículo ventricular de tercer grado que le provocaba pérdidas de conocimiento por paros cardiacos que se repetían hasta diez veces por día.
Fiandra no solo fue pionero en la implementación de esta técnica, sino que también participó en su fabricación. Así, en el relato que escribió acerca del desarrollo de esta técnica, explicó que, junto con el médico e ingeniero Rune Elmqvist, se habían producido numerosos intentos fallidos de desarrollar marcapasos implantables (que no estuviesen conectados), debido al hecho de que el consumo de estos era muy elevado para las baterías existentes. «Fue entonces que sugerí a Elmqvist que empleara acumuladores recargables de níquel cadmio, los que podían ser recargados por inducción, con una bobina aplicada sobre la piel que rodeaba al marcapaso. La idea no le resultó muy grata porque no creía tener éxito, pero, si la paciente y yo nos hacíamos responsables, él lo fabricaría. Nos hicimos responsables y el 3 de febrero de 1960», declara Fiandra en su relato.

Academia Nacional de Medicina del Uruguay

4) La pionera Unidad Coronaria Móvil
Los doctores Mario Della, Cella, José Terra y Luis Martino fueron los fundadores de la Unidad Coronaria Móvil (UCM) en 1979. Se trató de la primera emergencia médico móvil de Uruguay, de América Latina y la primera empresa con sistema de afiliación prepago.
También fue una uruguaya la primera médica que intervino en una emergencia móvil. Se trató de Adriana Belloso, que el 8 de marzo de 1979 acudió en una Unidad Coronaria Móvil al domicilio de Américo García, de 68 años, que declaraba tener dolor en el pecho, sudoración y mareos. En la historia clínica consta que se le hizo un electro y que se le controló la taquicardia en el mismo domicilio.
«Es un orgullo para mí ser parte de este emprendimiento que cambió el mapa de la salud en Uruguay y luego en América Latina y en el mundo con su novedoso servicio de afiliación prepago», declaró Belloso en la presentación del libro 40 años a tiempo. La historia de UCM, celebrada en el Teatro Solís en junio de 2019.

Primer móvil de UCM

5) El primer desarrollador automatizado de programas informáticos
En 1984 una empresa brasileña les ofreció un trabajo de consultoría a los ingenieros uruguayos Breogán Gonda y Nicolás Jodal, que ya venían trabajando en este rubro. Se trató de un gran desafío: elaborar una única base de datos corporativa para toda la empresa. En esa época se trataba de un campo poco desarrollado.
Los ingenieros terminaron desarrollando una exclusiva y compleja tecnología que bautizaron como GeneXus. «La disyuntiva era entre publicar los descubrimientos realizados y dar por terminada la investigación o hacer una empresa, un producto y tratar de comercializarlo, comenzando por Uruguay y los países vecinos para seguir luego con el mundo todo. Escogimos la segunda opción», afirman los autores en La génesis de Genexus.
A día de hoy se trata de la mayor celebridad informática de Iberoamérica, la marca uruguaya con más patentes en el mundo, presente en más de 80 países.

Breogán Gonda y Nicolás Jodal

Fuente Cromo / El Observador