Nuevo Parque Biomas tiene 11.000 árboles y plantas cerca de la Ruta 1.

Al oeste de Montevideo, en el camino Manuel María Flores 7876, se inauguró recientemente el parque temático Biomas, un espacio que recrea en 16.000 metros cuadrados los principales ecosistemas del mundo.

El Parque Biomas representa desiertos, estepa, tundra, taiga, pradera, bosques y selvas con la vegetación típica natural de cada ecosistema, a la que se le suman colores, aromas, sonidos y la construcción de relieves y rocas de manera artesanal y con materiales reciclados.

El origen de esta iniciativa se remonta hace más de 20 años, cuando su creador, Leonardo Arias, ingeniero paisajista y actual director del Instituto de Jardinería y Paisajismo, comenzó a juntar semillas de todas partes del mundo.
Esa recolección de plantas y árboles de los lugares más diferentes del planeta fue el puntapié inicial para la creación de este parque temático.

Según su impulsor, poder concretar este biocosmos no fue una tarea para nada sencilla. Arias dedicó los últimos tres años de su vida a plantar 11.000 arbustos, árboles y plantas con un sentido didáctico: ubicados como si estuvieran en su propio bioma. Y para ello creó el paisaje bioclimático al que corresponde cada vegetación.

«Es un paseo didáctico-recreativo diferente, donde prima el paisaje y la educación. Son los diferentes paisajes del mundo en un solo lugar», expresa Arias, quien también imparte clases de paisajismo en el Instituto de Jardinería.

Visitas guiadas.
El recorrido por senderos a través de los biomas se realiza acompañado de un guía que aporta datos como las cualidades, características geográficas, edafológicas, biológicas y curiosidades de cada uno de ellos, acorde al grado de interés y calificación del grupo.

«El secreto está en la visita guiada de una hora y media de duración», afirma el director del flamante parque.
«Ahí es donde la gente aprende escuchando. Nosotros explicamos meticulosamente lo que tenemos aquí. En la recorrida se interactúa con el visitante, especialmente con los niños y adolescentes. Hay dos tours, uno para toda la familia y otro diseñado para cuando nos visitan las escuelas y liceos, de acuerdo a su nivel educativo, en base a los programas de Primaria o Secundaria para cada grado. Es un tour muy divertido donde hacemos bromas, adivinanzas y damos premios a los más observadores», agrega Arias.

«En el tour para los niños enseñamos jugando. Por ejemplo, cuando entramos a la Selva los niños deben encontrar dónde está el papagayo, que generalmente está escondido; cuando llegamos al Cañón del Colorado preguntamos cuáles son los animales más representativos del lugar. Cuando no responde nadie, hacemos bip, bip y allí las maestras o padres responden el correcaminos y el coyote; ese chiste no lo agarran los más pequeños… El tour está pensado para que los chicos se diviertan pero también para captar la atención de los grandes», apunta Arias. «Los niños se involucran mucho y no se olvidan nunca más de esta experiencia única», concluye.

Paseo entre rugidos y ruidos de murciélagos
«La idea de Parque Biomas es que quienes nos visiten tomen conciencia de tener un medio ambiente sano, lo valoricen y lo respeten», explica el hombre tras la iniciativa, Leonardo Arias. «La visita comienza con una gruta, como las cuevas de Nerja en Málaga, España; o la Gruta Rei do Mato, en Minas Gerais, Brasil. Allí les explicamos a nuestros visitantes que las estalactitas demoran 200 años en hacer apenas un centímetro de largo. Entonces, ¿cómo podemos romper en cuestión de días algo, una maravilla que demoró cientos de años en hacerse y que se inició con una simple gota de agua mineralizada?. Este parque es para mostrar el medio ambiente de nuestro planeta, maravillarse con él y crear conciencia para cuidarlo», señala.

Según el ingeniero paisajista, cada bioma recreado tienes sus sorpresas.

Además de los árboles y plantas naturales y rocas, tierra y arena recreadas, se pueden escuchar los ruidos autóctonos. En la «Gruta» de entrada se escucha las gotas de agua cayendo y el ruido de los murciélagos. En la «Sabana», además del paisaje caracterizado por un estrato herbáceo, en el que el dosel arbóreo tiene una escasa cobertura, se puede escuchar el rugir de un león, en la Selva se oyen diferentes tipos de aves y monos.
Además de los biomas, el parque tiene ecosistemas con su flora y fauna propia. Hay uno lacustre de profusa vegetación junto a un pequeño lago y en donde no falta un cocodrilo.

El próximo año se inaugurará una «Quebrada» propia de Uruguay. «Ya está todo plantado, pero deberemos esperar un tiempo para poder apreciarla», anota Arias.

Fuente: El País