Marca País entrevistó al artista uruguayo Mathías Chumino, quien fue seleccionado para exponer su obra “Hermafrodita” en Tokio junto a reconocidos artistas digitales del mundo.

 

¿Cómo fueron tus inicios? ¿En dónde te formaste?

Estudié comunicación social, y me formé en montaje y efectos visuales, diseño de sonido y código creativo.
Pero me considero autodidacta, ya que por lo general lo que hago artísticamente es parte de una investigación personal en la que interviene casi todo lo que percibo, ya sea un libro, una imagen, un sonido un código o una experiencia de realidad virtual, creo que me formo a medida que experimento, estoy en continua búsqueda y experimentación, me gusta aprender cosas nuevas todo el tiempo. La mayor parte de mis obras surgen del desafío y la adrenalina de no saber a lo que me enfrento.
Sin duda que internet es parte importante de mi formación, fue ese lugar al que acudí cuando mi entorno cercano no contemplaba mis expectativas educativas.
Siempre estuve vinculado al mundo audiovisual, ya sea como VJ, montajista, videoartista o director de VFX. Mi lenguaje es la imagen.

 

¿Qué influencia tiene Uruguay en tus obras?

Uruguay es muy importante en mi obra sobre todo Montevideo que es la ciudad que habito hoy en día, el paisaje portuario, industrial, la ciudad gris, las esculturas en el cementerio central de herencia europea, el ocultismo y el hermetismo de algunos monumentos, los poetas, el Río de la Plata, el punk, el hardcore, el DIY, la arquitectura semi-coqueta semi-derruida.

 

El artista uruguayo Mathias Chumino expone “Hermafrodita” en las calles de Tokio

El artista uruguayo Mathias Chumino expone “Hermafrodita” en las calles de Tokio

Imágenes de la obra Hipermnesia, proyecto de investigación digital en el que reflexiono sobre cómo la acumulación de datos digitales afecta nuestra memoria, nuestros recuerdos, nuestros sueños y pensamientos. Reinterpretando este cúmulo de datos se crean nuevos mundos virtuales.

 

Todo el tiempo estoy haciendo fotos, videos, grabaciones de campo, escaneando.

También el hecho de trabajar con tecnología en un pequeño país de América Latina, me llevó a vencer la frustración y rebuscarme para conseguir lo que quiero, a pesar de no tener el hardware o el software que necesito o muchas veces los medios técnicos o expositivos ideales, eso sin duda influye en mi trabajo y potencia mi creatividad.

 

El artista uruguayo Mathias Chumino expone “Hermafrodita” en las calles de Tokio

Proyecto «Hipermnesia»

 

¿Cómo fue el proceso creativo de “Hermafrodita”?

Durante la pandemia del Covid-19, reflexioné mucho sobre el significado del aislamiento. Esto me recordó al personaje de uno de mis libros favoritos “El hermafrodita” de Les Chants de Maldoror, novela poética del escritor Isidore Ducasse, Comte de Lautréamont, un escritor franco-uruguayo que siempre ha estado presente como influencia en mi trabajo.

Con eso en mente comencé a desarrollar esta pieza, inspirada en este personaje, que vive en un claro del bosque aislado de la sociedad.

Hermafrodita es una experiencia inmersiva de contemplación y exploración. Creé un mundo con una estética y unas reglas únicas para acentuar la calidad liminal y onírica de la pieza. Utilicé una técnica de collage experimental tomando elementos de diferentes épocas y diferentes lugares y los hice vivir juntos en este mundo virtual.

 

El artista uruguayo Mathias Chumino expone “Hermafrodita” en las calles de Tokio

Hermafrodita

 

Utilicé un escaneo 3D de una escultura romana del siglo II que luego fue encontrada e intervenida por el escultor Bernini en el siglo XVII. La coloqué dentro de un entorno de realidad virtual, en un bosque onírico de la campiña francesa.
Para el paisaje sonoro generativo, recopilé grabaciones de campo de París y Montevideo y las manipulé mediante técnicas de síntesis analógica y digital  para mejorar la inmersión.
Como consecuencia, la experiencia de Hermafrodita trae la poesía y la escultura clásica al mundo contemporáneo, crea un nuevo significado para ellos, los rompe en pedazos para reconstruirlos en un anacronismo mágico que solo es posible en el ámbito virtual.

 

El artista uruguayo Mathias Chumino expone “Hermafrodita” en las calles de Tokio

Hermafrodita

En 2020 participaste con “Hermafrodita” en uno de los eventos de Realidad Extendida más importantes de Europa, ¿Qué significó para ti esta experiencia?

Fui seleccionado por la Embajada de Francia en Argentina y Virtuality Buenos Aires en alianza con Ventana Sur, para exponer Hermafrodita en París en el evento Virtuality Experience Paris 2020, que es un evento dedicado a la realidad virtual y las tecnologías inmersivas.

Virtuality fue una experiencia sumamente interesante y enriquecedora, tuve la suerte de realizar algunas masterclass con importantes artistas y exponentes de las nuevas tecnologías. Conocer sus modalidades de trabajo, herramientas, plataformas, hablar sobre la evolución del ciberespacio y los metaversos, la convivencia en la red, en un momento en que la realidad virtual y aumentada están en auge total.
Además tuvimos tutorías personalizadas y pude presentar mi proyecto en un auditorio ante las organizaciones y empresas de tecnología más importantes de Europa.
Era un buen lugar para presentar Hermafrodita, ya que es una obra inmersiva que utiliza elementos audiovisuales de París y Montevideo.

 

Actualmente la obra fue seleccionada para exhibirse en 85 pantallas ubicadas en la vía pública del barrio de Shibuya en Tokyo, ¿podrías comentarnos al respecto?

Hermafrodita fue seleccionada para ser expuesta en Tokio, Japón, en la exposición “30 Seconds Museum” organizada por Neo Shibuya TV y New Media Art, que reúne a grandes artistas digitales de todo el mundo.
Se proyectó en la vía pública en 85 pantallas distribuidas en distintos puntos del icónico barrio de Shibuya, Tokyo.
Es un sueño poder proyectar en esas pantallas, ser parte de ese paisaje. También de alguna manera fue poner a Lautréamont en las calles de Tokio ya que la obra nace inspirada en él, como divulgador de su obra es un orgullo personal.

 

 

Chumino además realizó en 2019 la obra Attractor Repeller junto con Pablo Villasuso (Autopol) que explora la dualidad y tensiones de los fenómenos de agregación y desagregación; continuo – discontinuo de las partículas sonoras y visuales.

El proyecto declarado de interés cultural por la Dirección Nacional de Cultura, fue seleccionado para el Creative Code Art Festival desarrollado en Nueva York, Estados Unidos además de ser expuesto por streaming y realidad virtual tanto en Uruguay como en Argentina. 

 

En relación a tu trayectoria en el ámbito cinematográfico, ¿Qué representó para ti trabajar en producciones de gran reconocimiento?

Desde niño amo el cine y siempre soñé con trabajar en películas o en algo relacionado a ellas, veo películas desde que tengo memoria.

Cuando era niño me levantaba de noche a escondidas de mis padres para ver Viernes 13 o alguna película ochentera de ciencia ficción, si hoy le contara a ese niño de un barrio en la periferia de Las Piedras que iba a estar trabajando en ellas, no se lo creería.

Trabajo en la productora Aparato, donde entre otras cosas hacemos efectos para películas. He trabajado en muchos de diferentes mercados nacionales e internacionales y de todas he aprendido algo. 

Un caso que representó un hito importante en mi carrera fue cuando dirigí los efectos de Possession Begins (Cinemax) el tráiler interactivo de la serie Outcast de Robert Kirkman, ya que unía dos mundos que me apasionan, el cine y el arte interactivo, fue un proceso exigente pero sumamente enriquecedor no solo era trabajar sino aprovechar al máximo la experiencia de lo que estaba viviendo.

Como resultado esta pieza ganó más de 20 premios alrededor del mundo, incluyendo un bronce en el Festival de Creatividad de Cannes Lions en la categoría Digital Craft, el oro se lo llevó Bjork.

 

¿Cómo fue la experiencia de participar en el cortometraje Cops and Robbers vinculado al movimiento Black Lives Matter?

Cops and Robbers,  es un cortometraje de animación experimental dirigido por Arnon Manor y Timothy Whare Hill realizado de forma colaborativa y sin fines de lucro junto a varios artistas y estudios de todo el mundo. El corto fue creado en el contexto del movimiento Black Lives Matter,  El mismo fue adquirido por Netflix y está teniendo una gran recepción de parte del público y la crítica.

El corto está basado en un desgarrador poema de Timothy, inspirado en el asesinato racista de Ahmaud Arbery, y cada estudio dirigio un segmento diferente.
El proceso de trabajo fue muy disfrutable tuve absoluta libertad creativa, les presenté mi idea y fue inmediatamente aceptada y alentada por Tim y Arnon.

El segmento que yo dirigí está inspirado en el impacto de la discriminación racial en la tecnología de reconocimiento facial, a través del uso de perfiles raciales.
Son algoritmos que intensifican las desigualdades preexistentes, ya que se basan en patrones racistas y aunque los algoritmos fueran equitativos, amenazan la privacidad, la libertad de expresión y de asociación, son totalmente deshumanizantes.
Por ejemplo se utiliza reconocimiento facial para monitorear e identificar manifestantes de Black Lives Matter.

 

Cops and Robbers

 

El uso y la reflexión sobre la tecnología es una constante en mi obra. En este proyecto intenté usar esa misma tecnología para dar el mensaje opuesto,
Vivimos en un mundo post industrial donde la tecnología es una herramienta primaria, por eso la responsabilidad algorítmica y el uso ético de la tecnología tiene que ser un punto importante a tratar y desarrollar. El mundo avanza, se transforma, las herramientas cambian y seguimos cometiendo los mismos errores.

 

Fuente: Marca País