Martín Pérez y Ruben Álvarez fundaron Espacio Latinoamericano, una plataforma que permite vender en el país asiático

Martín Pérez y Ruben Álvarez viajan a China desde hacer por lo menos 10 años. En ese entonces, tenían una empresa que se enfocaba en ayudar a las firmas uruguayas a importar productos del país asiático.

Con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que la idea había comenzado a agotarse en sí misma. Esto sucedía, sobre todo, porque ya no existía ningún diferencial que aportara valor a las empresas uruguayas. “Al mismo tiempo nos empezamos a dar cuenta de que los chinos comenzaron a consumir productos de calidad”, rememoró Pérez.

Con este panorama, le dieron una vuelta de tuerca a la idea y, en vez de ayudar a importar, ahora buscan que empresas locales exporten los productos a China. Con esta premisa, nació Estilo Latinoamericano, una plataforma de comercio electrónico que intenta posicionar a las marcas y pymes uruguayas en el mercado chino.
Pérez rescató que, si bien en China hay productos de muy buena calidad en casi todos los rubros, cada vez más se abre el espacio para brindar “aspectos exóticos que para ellos no son tan comunes”.

En China casi todo se realiza a través de internet, esto era algo que Pérez y Álvarez tenían claro. Por eso, para llevar adelante su idea y focalizarse en el consumidor final, no podían salir al mercado con una plataforma como cualquier otra porque el camino iba a ser mucho más empinado.

De esta forma, para encontrar un nicho bien definido, decidieron montar el store dentro de la aplicación WeChat, que tiene más de 900 millones de usuarios. A través de ella, se suele brindar todo tipo de servicios y es una de las más usadas por los chinos. “Tiene realmente de todo, es como una llave de acceso al mercado”, comentó Pérez.

Álvarez contó que desde un principio supieron que WeChat era el medio ideal para llegar a China, porque “era inviable subirnos a cualquier plataforma de comercio electrónico existente, ya que los costos son muy altos”. Además, el emprendedor rescató que la decisión se correspondía con el proyecto y priorizaba la calidad del servicio.

Fue así que, con la ayuda que recibieron de otras empresas chinas y la colaboración del equipo del Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT (CIE), sobre finales de 2017 Espacio Latinoamericano comenzó a operar en China.

Dentro del modelo de negocio que tiene el emprendimiento, se les cobra a las marcas uruguayas un porcentaje cuando realizan una venta. En caso de querer estar en la plataforma, no es preciso realizar un abono mensual. “Tenemos mercadería almacenada en China y de esta manera podemos llegar directamente al consumidor final”, subrayó Pérez.

Actualmente, los productos uruguayos que más se han vendido y están a la oferta en el mercado asiático songrapamiel y piedras amatistas. Según Pérez, la idea es que la plataforma no se limite solo a un tipo de productos, pero en el caso de los mencionados cumplen con las condiciones que los chinos están buscando: “Algo exótico”.

En cuanto a los objetivos que tienen marcados en el horizonte, la idea es ser un buen nexo entre el mercado chino y los productos uruguayos. “La empresa que intente vender con nosotros se ahorra todo tipo de costos de viaje y burocracia”, comentó al respecto.

La pandemia
Pérez contó que la llegada del coronavirus influyó sobre la idea de manera positiva pero también negativa. Por ejemplo, muchas políticas de China con respecto a la importación cambiaron, por lo que en algunos casos tuvieron que moverse de ciudad en busca de una reglamentación que les conviniera. “Esto sobre todo lo hicimos para poder vender de acuerdo a nuestro modelo de negocio”, dijo.

Álvarez, por su parte, rescató que en los primeros meses desde que el virus se desató “muchos trámites se trancaron y también la operativa”. “Esto se dilató una enormidad de tiempo, ya que las oficinas del gobierno no estaban trabajando”.

Por otro lado, en materia de impacto positivo, mientras que por este lado del mundo todo aún estaba paralizado por el coronavirus, China ya había comenzado a operar y funcionó de salvataje para muchas compañías.

De igual modo, ambos coincidieron en que “ha costado y sigue costando” meterse en el mercado asiático. “Entiendo que la principal barrera es entrar en ese país y lograr estar operativo. Hay muchos temas que hacen que a un extranjero le cueste instalarse”, resumió Álvarez.

Fuente: El Observador