El hoy senador de la República, criticó que los ocho propósitos del Objetivo del Milenio, para garantizar el desarrollo humano fijados por la ONU para 2015, no se han cumplido, especialmente la erradicación de la pobreza extrema.

Mujica disertó el domingo pasado en el Casinet d’Hostafrancs de Barcelona, en un evento organizado por la Casa América de Barcelona. Ante una gran cantidad de público joven, señaló que la humanidad no ha enfrentado antes una época tan revolucionaria y reclamó mayor compromiso político de los ciudadanos.

En este marco, según consignó el diario La República, exigió de la política una “actitud ética y moral” para encarar los retos que plantea el actual mundo globalizado y ha llamado a los jóvenes a “comprometerse” y movilizarse y a no dejarse llevar por el pesimismo y el desánimo. Les reclamó compromiso para empujar el cambio porque “la humanidad no se divide por razas ni sexos ni credos, sino entre los que se comprometen y los que no”.

Sostuvo que la humanidad tiene los medios y el deber “para amparar otra forma de vida”, y ha subrayado que la política no debe ser un negocio sino un deber moral.

Mujica ha definido a Europa como un continente rico, viejo y astuto “que hizo mucho imperialismo y ahora es víctima de lo que desató”.

Asimismo Mujica lamentó que el mundo no solo no ha mejorado sino que sigue con los mismos problemas desde los años 70, que incluso se han agravado. Añadió que a esos problemas se han sumado otras preocupaciones como “el consumo desenfrenado” que amenaza los recursos “finitos” del planeta y la “agresión al medio ambiente”.

“El sistema productivo está preso en las cajas de los bancos”

Mujica denunció que “el sistema productivo está preso en las cajas de los bancos, que es la cúspide de verdad del poder”, e insistió en que “nunca antes la humanidad había tenido tanto capital, tantos recursos científicos y técnicos. Nunca el hombre ha sido antes tan fuerte y ha tenido tanto poder” sostuvo.

Durante su exposición lamentó que “el mercado es el que manda y genera la cultura consumista”. El expresidente llamó a “meter mano a los bolsillos de los que concentran la riqueza para ayudar a otros, para estabilizar la demanda del mundo para construir casas y escuelas, y que la gente no se juegue la vida cruzando el Mediterráneo”.

Finalmente manifestó que “los únicos derrotados son los que bajan los brazos y no luchan. Esto no es un valle de lágrimas, todo depende de nosotros” y agregó “podemos y debemos”, aunque advirtió que “nada cae del cielo de un día para otro”.

Fuente: La República